Friday, July 29, 2011

Don Manuel



8 comments:

Antonia S. said...

Mis cuentos son Canto y baile y Laguna. El ultimo es mejor. Rojas relata vivencias cotidianas. Facil de seguir.entretenido incluso.Triste.fatal.

Pilar said...

escogi "punta de rieles"

Juan José Grez said...

Muchas historias contadas a un autor o un autor contando muchas historias.. Historias de vida, de recorridos, de caminos..
Ahí tenemos a Don Manuel Rojas, empapado del mundo común y corriente.
Sin duda, su amplia visión del mundo, converge en unas cuantas lineas escritas en un papel.
Su vida, nuestra vida.. Lo que más me gusto de este autor es su actitud e ideología de vida multifacetica; actitud que le ayuda mucho en la escritura.

Su historia, es la historia de todos. Trabajador esforzado, acongojado por la sociedad injusta y desigual. Todo eso y mucho más se puede ver en sus obras.

Mi elección personal fue "Un vaso de Leche".

Pilar said...

Tata Manuel comienza su historia y enseguida montan sus yeguas el sicólogo y el huaso que acompañan la narración con su calmado paso. Es imperceptible la diferencia de sus pisadas, convergen en uno, este grande de la literatura latinoamericana contemporánea.

pascuala said...

Un ladrón y su mujer está basado en un cuento de Manuel Rojas, y constituye otra de las aristas para tratar uno de los temas favoritos del escritor chileno: las historias mínimas de ciertos delincuentes marginales que están lejanos a cualquier heroísmo.

Pancho Córdoba es el prototipo de chileno despreocupado que se llena los bolsillos con trucos y mentiras. Viviendo el sueño de fuga de cualquier pillo que esta preso. Dispuesto a abandonar su esposa por la preciada libertad. Que luego comparten.

Me gusta mucho su manera de escribir, te produce un sentimiento de comprensión y empatia por los personajes. Quizás es el chilenismo que nos une, pero reconozco sus historias, como si me las hubieran contado antes, como si todos las hubiéramos compartido antes. Las desigualdades sociales, lo siniestro que puede llegar a ser el panorama, la cotidianidad que nos envuelve y nos marca.

Ainara said...

Las diversas realidades de sus personajes que se tratan en sus obras, personajes marginados, delincuentes, creaciones a partir de su nueva vivencia de seguro no se hacen con la intención de ninguna crítica social, pero es su forma de escribir, su capacidad de descripción las que convierten a mi percepción al autor en un natural elevador de la realidad al borde. Borde de delincuente, borde de persona, borde de la sociedad, borde de la confusión, borde, borde.. Borde muy distanciado, a mi parecer, de gran parte de la realidad e historia chilena.
( Esos años en Argentina no se notan tan determinantes)

mi elección personal es : Ensayo sobre el amanecer

elena Antoine said...

El cuento que escogí fue” el colo colo” y como supongo, ya varios tienen en cuenta el patrón que sigue al escribir Manuel Rojas: sencillo, oscuro, sórdido; pero por sobre todo rebosante de chilenismo. Los lugares, los apellidos, las estupideces...
En el cuento se nos muestra como 3 compañeros, se han reunido a tomar y como de apoco, claro después de algunos pencazos, comienzan a hablar sobre el mítico colo colo animal que parece un ratón y no lo es; parece un pájaro y no es pájaro; llora como una guagua y no es guagua; tiene plumas y no es ave. Característico de la mitología mapuche, el colo colo se bebe la saliva de la victima que duermen con la boca abierta...hasta matarlas. El colo colo es como una herida, ¿¿o las heridas son como el colo colo?? No es eterna, y mejora (cuando se le logra detectar) o acaba con uno.
Claro está que puede suceder que después de vivir años con un colo colo, sienta de pronto que ha cicatrizado y se ha ido, que puede hacer lo que todo hombre sano hace, como puede ocurrir, también, que concluya consigo, ya que una herida es una herida a fin de cuentas y puede matar de dos maneras: por ella misma o abriendo en su cerebro otra, que atacará, sin que se entere, su resistencia para vivir...¿¿o tal vez para pensar claramente??? ... Tal cual como le sucedió al pobre de Vicente Montero, quien termino destruyendo su preciado reloj Waltham.
Sea la opción uno, o la dos que escoja, mí señor , un día sentirá que ya no puede resistir; que sus nervios se sueltan, que sus rodillas y sus piernas no le soportan y se doblegan: caerá entonces, se entregara y la herida le absorberá...

J. Tomas Lavin said...

Su contemporaneidad se expresa claramente en la novela hijo de ladrón, donde la característica diversidad de narradores establece puntos de vista muy variados para situaciones concretas o condiciones como las que propone el capitalismo industrial. Esta técnica literaria requiere de un lector activo que sea capaz de conectar los elementos propios de la narración.
En la herida se nota su increíble capacidad para describir las cosas, cuando lo hace con un nudo, o la misma herida, uno puede imaginarse perfectamente las cosas que narra.