"De tiempo en tiempo es deseable la aparición de un crítico que emprenda una revisión de la literatura del pasado y establezca un nuevo orden de poetas y poemas"
DOS PREGUNTAS FUNDAMENTALES.
En un ensayo de 1933, Función de la poesía y función de la critica, Eliot define dos preguntas fundamentales en la labor del critico: ¿qué es la poesía?, ¿es éste un buen poema? Esa sencilla formulación esconde uno de los asuntos de más difícil elucidación: el de la valoración. "Si no se cree en la aptitud del crítico para distinguir entre un poema bueno v uno malo, poca fe merecerán sus teorías", escribe con su habitual sensatez. Lo primordial en todo crítico es su capacidad para seleccionar el buen poema y rechazar el malo; reconocer el buen poema nuevo que responde propiamente a las nuevas circunstancias es la mejor prueba de esa aptitud. Luego, hay que saber ordenar lo escogido, y en esa labor descubrir un nuevo criterio poético de acuerdo con el cual considerar lo leído. Ese gusto certero, resultado de la acumulación de lecturas pero también de una sensibilidad innata, no es fácil de encontrar: "Si los hombres escribiesen únicamente porque tienen algo que decir, y no porque desean escribir un libro o porque ocupan una posición tal que se espera de ellos que escriban libros, la masa de obras críticas no estaría del todo desproporcionada con el escaso número de las que merecen leerse".
Frente a la multiplicación y dispersión de los lenguajes críticos, frente al aburrimiento y el dogmatismo de mucha crítica actual, leer a Eliot es divertido y vivificante. Si exige del crítico un máximo de conocimiento y de rigor no pierde en cambio el sentido común: "gustar de la poesía en el orden adecuado de méritos es perseguir un fantasma, persecución que dejaremos a aquellos cuya ambición es la "cultura" y para quienes el arte es un artículo de lujo y su apreciación una proeza". Porque un gusto genuino, afirma, es también un gusto imperfecto, y hay que desconfiar del lector que no siente una debilidad especial por algún poeta menor. Apreciar sólo "la gran literatura" es sinónimo de escasa aptitud personal.
¿Te quedó claro?