Basta señora arpa de las bellas imágenes,
de los furtivos comos iluminados.
Otra cosa, otra cosa buscamos.
Sabemos posar un beso como una mirada
Plantar miradas como árboles...
Este blog está orientado a trabajar con los estudiantes interesados en la literatura.
Yo apoyo el auto cultivo. El cultivo del conocimiento. Leer es cultivar la mente.
Primero que nada, tenemos que saber que cuando queremos leer de verdad, tenemos que ir más allá del primer obstáculo entrando en los bosques profundos que nos da la literatura. La base de la inteligencia está en la lectura, y la única manera de alimentarla es leyendo.
Cada letra que está plasmada en un texto está por algo. Todo tiene una razón, propósito e intención. Cada palabra tiene su propio sentido de existencia, sino todo sería un caos. Para entender el texto en su totalidad, tenemos que complementar nuestras ideas con lo que nos entregan, formando así una gran masa aglomerada de conocimiento.
Todo libro está hecho a base de conocimientos que el autor sacó de otra fuente, es por eso que si queremos entender el texto tenemos que manejar muchos otros elementos. Me impresiona que para hacer un libro, se emplea más tiempo en lectura previa que en la misma escritura. ¿O ustedes creen que el maestro Abelardo Castillo copió de internet esas excelentes relaciones intertextuales? Él tuvo que alimentar su intelecto mucho tiempo antes de escribir.
Si queremos ser hombres inteligentes tenemos que leer, leer y leer. Cada palabra que entra en tu mente, es una nueva semilla que es sembrada en la tierra de tus neuronas. Pero claro que no van a brotar instantáneamente, se necesita de más palabras y letras para que estas florezcan al terminar la temporada de cosecha. Si queremos que nuestro huerto sea grande y productivo, vamos a necesitar de mucha constancia y lectura.
Con esto puedo confirmar que leer es cultivar la mente. Nunca dejemos de lado la lectura, ya que ésta nos puede llevar a sitios nunca habitados, sitios en donde está el éxito y la grandeza. Imagínense saberlo todo. Esto último se puede lograr leyendo mucho, pero leyendo de verdad.
"La Herramienta más humana" Leer es la herramienta más humana que posee el hombre, por su valor cognitivo y social, desarrollada desde la antigüedad en distintos en distintos códigos por las grandes civilizaciones. Para la mayoría de la personas leer no es más que un tramite, un proceso vago y ambiguo del día a día, atractivo para personas que se dejan estar y no se atreven a entrar al maravilloso mundo de la literatura, lamentablemente hasta no mucho tiempo yo permanecía a este grupo. A través de trabajo duro, persistencia y no más que un derrota logre despertar y apreciar este mundo escondido a la vista de mis ciegos ojos, que solo veían letras y frases en vano sin ningún sentido, que simplemente hacían eco en mi mente, no por su valor,sino porque sonaban de una forma melodiosa y agradable. Gracias a la motivación personal pude derribar los antiguos sedimentos, endebles y viejos, sobre ¿Qué es leer? y cambiarlos por una estructura nueva, mejorada y provechosa para el futuro. Ya presentado el proceso de transformación, puedo responder a lo que nos acontece hoy aquí(Lunes), ¿Qué es leer ahora?. Para mí leer ahora es una búsqueda de los distintos mundos creados por los autores, por ejemplo el mundo pragmático , oscuro y preciso de Ernest Hemingway, el mundo sencillo y cotidiano de Selva Almada o el mundo irrealista y mágico de Antoine de Saint-Exupéry con su famoso "Principito" que sin importar el tipo de lectura que uno emplea siempre encontraras algo nuevo y llamativo, pasando esto con todos los libros. Citando palabras de "Altazor", leer, es un movimiento encantado del talento escrito de los autores, donde para el lector es una búsqueda hambrienta, fascinante y exaltada de los elementos imaginarios creados por estos. Leer ahora no solo es una búsqueda, sino también conocimiento, pero no solo de los mundos sino de los autores es una forma más cercana de relacionarse con ellos. También leer ahora es interpretar el sentido de la obra, pero mas allá entender frase a frase y su función dentro de esta. En conclusión leer ahora es un proceso de interpretación, búsqueda y conocimiento, potenciado por motivación de cada uno, ahora solo queda disfrutar de todos los distintos y maravillosos mundos que nos otorga la literatura. Cristián Antoine Ortiz
Lucian Freud una vez dijo: “La tarea del artista es incomodar a los seres humanos”. ¿Por qué no aplicar esto también a la literatura? La tarea de los escritores es incomodarnos a nosotros, los que los leemos. No sabría decir en que consiste leer, ni siquiera podríamos decir que la palabra leer tiene sólo un significado. Leer es algo tan personal, que para cada quien denota algo diferente. Pero si de algo estoy segura, es del motivo por el que leemos: lo hacemos para incomodarnos, para sentir algo.
Pero, ¿qué es esa incomodidad que sentimos? Es cuando nuestro centro de gravedad cambia, cuando no giramos en torno a lo que nosotros sentimos, sino que en torno a lo que está pasando en ese mundo paralelo en el que estamos inmersos, y del que no podemos ni queremos alejarnos. Y sentimos que lo que a esos personajes les pasa es mejor que lo que ocurre en nuestra vida mundana, sus sentimientos son más profundos, sus ideales nos convencen más que los propios, ellos desean más intensamente de lo que algún día nosotros podremos. Y eso nos incomoda, nos produce una preocupación. Al principio es pequeña, apenas una chispa, pero a medida que leemos se va haciendo más y más grande, hasta que nos consume. La lectura se apodera de nosotros, los escritores se apoderan de nosotros.
Un buen escritor es el que produce un cambio sus lectores, el que los pone en un estado de revolución, el que los logra convencer de su propósito. Pero sobre todo, un buen escritor es también un lector de excelencia, es aquel que, incómodo por sus lecturas, ha logrado entender al ser humano y transmitir su oscuridad. La literatura nos revela eso que no queremos ver, revela lo escondido, lo retorcido, lo sórdido, lo que nos avergüenza.
Si realmente logramos leer, viviremos para eso, porque leeremos con un propósito: escribir. Porque la lectura es el instrumento que usamos para incomodarnos, escribir y lograr incomodar a los demás. Cuando logramos leer es inherente escribir, necesitamos expresar de alguna forma lo que hemos descubierto, lo que hemos encontrado y lo que hemos inventado.
Partamos con que el leer es un proceso, no una acción. Un proceso que involucra múltiples componentes, que se pueden agrupar en tres; el autor y el lector. El autor es aquel que escribe y crea un texto, el cual se influencia por tanto las ideas del autor, el ambiente de este, su época, las ideas de su época, y así un montón de factores que crean el contenido del texto y el significado que el autor está tratando de entregar. Luego está el lector. El lector trae al texto su propio contexto, sus propias ideas, su propio tiempo, sus propios conocimientos y el ambiente que lo rodea, que puede que en ciertos aspectos se alineen o parezcan a los del autor, pero siempre variaran en ciertas cosas.
Una vez que estos dos factores se pongan en consideración, llega el momento en que se produce la lectura. La lectura en sus primeras instancias, no pareciera tener nada de especial, uno simplemente une letra que forman palabras, que a su vez forman oraciones, que a su vez forman el contenido que conforma el texto, así pareciendo que el lector esta solo para oír lo que el autor tenga que decir. Pero ese es solo el primer paso. En el segundo paso, el lector analiza. El lector toma el texto escrito en su forma en bruto, y da una idea de lo que podría significar basado en solamente información del autor, intentando así comprender al autor, a su vida, su contexto, su mente, su época, o por lo menos asiéndose una idea de estos. Finalmente viene el crear un mundo. A través de tanto el contenido en bruto del texto como palabras que cuentan algo, y del análisis de lo que nos quiere decir el autor a través de este, el lector debe unir esto con su propia vida, con sus ideas, recuerdos época, emociones, actitudes y todo lo que pueda, para así crear un mundo. Y en esto último radica la diferencia entre leer y entender, en el crear.
Al entender uno dice descubrir lo que a uno le quieren decir, lo cual se podría sustituir por una clase, y por otro lado el crear es lo que produce un nuevo tipo de aprendizaje, uno activo, en el cual el lector pasa de ser un fiel pasivamente escuchando a un sacerdote, a un dios, creando un mundo con cada lectura, siendo capaz de variar cada vez, pudiendo decir que un hombre no creara el mismo mundo que una mujer a pesar de ser el mismo texto, ni un joven con un viejo, ni el chileno con el español, ni siquiera una misma persona a los 17 años que a los 32 años, variando hasta leer cuando llueve en invierno que leer con sol en el verano, creándose un mundo nuevo cada vez.
Al leer uno no descubre un mundo, sino que lo crea.
Leer es encontrar el propósito del autor, qué nos quiere decir con aquellas letras y mensajes. Implica ir recolectando las migajas que el autor va dejando en el camino, las que nos llevará a su intención, a la enseñanza que nos quiere dejar. Como dijo V. Woolf: "cada uno debe encontrar su propio camino; no dejarse influenciar por nadie" Una vez que uno descubre el propósito, tiene la llave de la puerta que le conducirá a la poesía del escritor. Pero ¿que quiero decir con poesía? No me refiero a la lira propiamente tal, si no a la sinfonía que ese "conjunto de letras vacías" han logrado. La armonía que genera la unión de cada letra, palabra y frase. Después de haber leído Hamlet, Macbeth y Antonio y Cleopatra puedo decir que descubrí el propósito de Shakespeare: cada hecho fue tomado con pinzas, para que así la historia tuviera fluidez. Por ejemplo en Antonio y Cleopatra, me di cuenta que los mensajeros son vitales para que la obra transcurra. Ellos mueven a historia de un lado a otro según e contenido del mensaje o noticia, y está se encarga, a su vez, de modificar o reforzar la conducta y características de los personajes. Sin embargo, me falta por recorrer en el Mundo de Shakespeare. Debo aplicar esta forma de lectura en otra de sus obras. Aún estoy armando la llave que me lleve a su poesía.Por lo tanto, leer no es un trabajo fácil. No es lo que hemos estado haciendo desde que aprendimos a decir lo que estaba escrito en una hoja de papel. Leer conlleva un trabajo de madurez, que no muchos logran. Yo aún estoy en proceso.
Según la Real Academia Española,mla primera definición de leer es "pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados". Sin embargo, esa es una respuesta demasiado simple para mi gusto. Al menos para mí, leer es más bien un arte muy complicado de entender y que solo unos cuantos pueden realizar de manera adecuada. Si esto fuera como lo dice el diccionario, todos deberían ser capaces de hacerlo. Yo discrepo. Si no fuera por la lectura, en primer lugar, poco y nada se sabría del pasado. Esa sí es una actividad propicia para quienes tan solo desean pasar la vista por sobre las letras. A mi parecer es el lado sencillo y más concreto de la literatura. Pero siempre hay que ir más allá. Luego de todo un año escolar, he podido descubrir que para poder leer correctamente no es suficiente interpretar los signos, sino que también es necesario realizar una reinterpretación acerca de lo escrito y entendido. Y en los casos más especiales, es incluso una obligación volver a repetir el mismo ejercicio para poder acercarse un poco a lo que de verdad nos quiere decir el autor. Tan solo es cosa de ponerse a leer El Quijote. Jamás en mi vida había leído algo tan difícil de entender. Cervantes (el escritor), se burla de nosotros incluso luego de estar siglos muerto, y siento que está en todo su derecho de hacerlo, ya que realmente son muy pocos los que pueden enfocarse tanto que logran comprender el texto. Hace un tiempo, a principio de año, yo seguía creyendo que leer es seguir lo que nos dice la RAE. Pero las cosas cambiaron. En el curso de literatura se nos exigió excavar más profundo en lo que leemos, buscar la historia debajo de las letras (créditos a Piglia) e indagar en toda información para poder relacionar los elementos que vamos descubriendo.
Es necesario encontrar el secreto escondido en el arte. Cuando leímos las obras de Virginia Woolf simplemente no podía entender lo que nos quería decir, no sabía cómo cavar en la páginas. Fue entonces cuando me llegó uno de los grandes consejos para quien de verdad quiere comprender la literatura, sin importar de quién se trate; estaba un día conversando sobre esto mismo con mi padre, a quien considero un grandísimo lector, cuando sus palabras lograron adentrarse en mí y me abrieron los ojos. Me dijo que si quiero penetrar el texto, debo indagar, investigar y encontrar toda la información posible, no solo la que se puede sacar de lo escrito en el texto seleccionado, sino que también hay que tomar en cuenta lo que dicen los demás libros y la vida del autor/a. De esta manera se pueden relacionar los conceptos que van tomando forma y encontrar constantes que nos lleven a una de las metas más relevantes de una buena lectura: conocer al autor. Después de todo, es quien nos intriga con su obra, invitándonos a descubrir su tesoro. Al fin y al cabo, allí está la resouesta, lejos de lo superficial, cerca de la mente del escritor, de lo humano. Es gracioso pensar que lo que uno está buscando está siempre literalmente frente a los ojos, pero rara vez se encuentra el premio. Es algo que solo existe para quienes saben donde mirar. Hay que tener en cuenta que el análisis y comprensión de todo texto no es algo que simplemente aparece. Es todo un proceso que involucra mente, corazón y estómago. Para el que no me entienda, me refiero a la capacidad intelectual, sentimental e instintiva, respectivmente. En conclusión, leer es un arte que abarca toda una secuencia de repetidas interpretaciones y reflexiones, que junto a investigaciones fuera del mismo texto, nos permiten alcanzar el fondo del pozo, el fin del laberinto, donde por fin encontramos el tesoro dejado por el autor. Es de esta manera que nos es posible comprender a la mente creadora de este nuevo mundo dentro de letras. Pero nunca algo tan tremendo puede ser sencillo. Pocos logran alcanzar un nivel de focalización tan grande que son capaces de entender todo lo que ocurre. Así que, buena suerte, amigos míos; hay que trabajar duro para encontrar aquel horizonte en que uno y el autor piensan igual.
Leer no se trata de terminar los libros. Leer no se trata en saberse la anécdota de lo que estás leyendo. Leer es una actividad intelectual mucho mayor, es juntar los elementos que uno ya conoce y complementarlos con los que uno va encontrando. Para poder tener una buena lectura hay que tener un punto de vista, pero para que éste sea un buen ángulo de lectura, debe ser algo que uno pueda defender y proteger con razones pertinentes y bien fundamentados.. La gracia de tener un enfoque, es que es TUYO, y cuando esto es así,es natural el querer defenderlo a toda costa. El hecho que sea tuyo, es simplemente bello.
El ser tu mismo implica que tu tienes que tener tus puntos de vista, pero asimismo implica que tienes que escuchar lo que te está diciendo el autor. El autor tiene una perspectiva de la situación y el lector la suya. El verdadero leer está en expresarse con el escritor los puntos en común, para ello tienes que tomar lo que realmente te llame la atención y lo que te haga sentido, con el fin de llegar a una conclusión con el colega, con el compañero de trabajo, con el autor. (V.W)
Cuando uno ya empieza a leer, uno empieza a juntar conclusiones con diferentes autores, uno se puede ir formando una visión general, porque se repite el proceso pero con cada vez más escritos lo que te abre la lectura del tema. Como por ejemplo este ensayo está apoyado por autores como virginia Woolf, Alessandro Baricco. Leer es vivir con los demás autores, pero dando tu propia opinión para formar una lectura única y propia. Dejar que los autores te consuman no es adoptar una lectura propia, es rendirte a sus argumentos y que pueden cambiar el como tu piensas y vives. Leer es construir tu propia casa con distintos materiales y no es vivir en la casa de otro, porque tarde o temprano te vas a sentir un sentimiento de no pertenencia.
Si hay algo que he aprendido en esta clase es que no puede haber una sola respuesta a esta pregunta , ya que hay infinitas formas de leer , esto porque , dependiendo de como y cual sea el texto , el concepto de “leer” toma un significado y una connotación distinta . Por lo que voy a intentar responder “¿qué es leer ahora?” , o más bien que ha sido leer para mi este año , las diferentes formas en que se me ha manifestado este concepto durante esta clase , utilizando algunos de los libros con los que hemos trabajado. En primer lugar, y como una definición más lógica o racional , veo leer como una forma de adquirir conocimiento o información , de aprender cosas nuevas. Luego , en una lectura que nos tomó mucho tiempo , “Don Quijote de la Mancha” , una de las cosas que aprendí ( que no fueron muchas ya que fracasamos celestemente) fue que leer puede hacerte compañero y amigo de un personaje , que puedes vivir aventuras , reír y sufrir con él. Después , con el proyecto de los 16A y primero centrándome en el autor que elegí , y su particular novela “El gusano máximo de la vida misma” , aprendí que leer puede ser meterte en un mundo diferente en donde las leyes del mundo “real” no rigen; un mundo fantástico , extraño y bizarro , pero paradójicamente muy humano. Continuando con el proyecto de los 16 argentinos , y ahora tomándolo de forma más general, leer puede ser conocer a un país , a través de su historia , de sus costumbres y su gente ; poder tomar varios textos y encontrar cosas parecidas o comunes entre ellos . Con “El viejo y el mar” , leer puede ser crecer como persona , aprendiendo valores y experiencias de vida , que sin duda serán útiles para el futuro . Con Hemingway también aprendí que leer puede ser conmoverte, sentirte impotente al no poder ayudar al personaje de la historia , un sentimiento similar al que te produce “Don Quijote de la Mancha” . Luego con la gran Virginia Woolf, otra que nos tomó bastante tiempo , leer fue sumergirse en los pensamientos de una persona , aprender como es ella y conocer cuales son sus ideas , teorías y convicciones ; y como estas se pueden asociar con la historia de su vida. Para concluir , y como dije al principio , leer no puede ser solo una cosa, ya que hay infinitos libros y por consiguiente , infinitas maneras de leer . Aprendiendo , encariñándose , riendo , sufriendo , visitando lugares desconocidos , entrando en la cabeza de una persona , entre muchas otras . Y ahí es donde debemos motivarnos , hay muchas otras definiciones de leer que no conocemos , que pueden ser aún más enriquecedoras que las que sabemos y que están esperando que las descubramos.
¿Ha hecho usted una pintura alguna vez? Quizás la respuesta predominante será no, ya que no todos tenemos las habilidades o especial afinidad con el rubro. Sin embargo, creo sentirme capaz de afirmar que cono estudiantes de Literatura de este año 2015, hemos estado cerca de crear algo parecido. Ya que para mí leer es reunir las herramientas necesarias para crear una obra de arte. Pero, ¿cuál es esa obra arte? La escritura. Como hija de pintora, a lo largo de los años he aprendido a familiarizarme con todo lo relacionado a la pintura. Las técnicas, los colores, los lienzos. Incluso he desarrollado cierto cariño por esta disciplina, y es por ello que no he visto por qué no relacionarla con la lectura y escritura mediante una analogía. Pintar no es solo la acción de pasar una brocha por el lienzo, sino que requiere de una preparación previa que consiste en reunir las herramientas y materiales para la creación de la obra. Se visualiza un objetivo y un ángulo, a partir del cual se escoge si se utilizará óleo, acrílico o tal vez acuarela. Si pintaremos sobre una tela suelta o bien sujeta a su bastidor. Si debemos tener en posesión brochas, pinceles o rodillos. Quizás espátulas o por qué no, pinturas en polvo. Si acaso queremos crear una obra de una sola técnica, o ser más osados e intentar con técnicas mixtas. Las posibilidades son infinitas. Y el motor de la creatividad ya ha iniciado su curso mucho antes de que hayamos tocado el lienzo. Lo mejor, o peor de todo, ustedes dirán, es que nunca una obra será igual a la otra; no si la reproduce el mismo artista de con propio pincel; no si otro puño ajeno se basara en las mismas ideas. La pintura siempre será única. Por último, una pintura puede tener varias capas, una tras otra acumulándose y descubriendo algo nuevo y más bello. Todo esto es leer. Escoger el tipo de pintura que después yacerá sobre el lienzo, es escoger la "propuesta de lectura" con la que leeremos para luego escribir. La elección de los colores, unos más cálidos y otros más fríos, es "interpretar" los sentimientos presentes en la lectura, pudiendo evocar amor, soledad, plenitud, tristeza y un sinfín de colores. Las diferentes capas de pintura que ensayamos y erramos antes de crear nuestra obra maestra, son similares al "círculo hermenéutico" donde conocemos, explicamos e interpretamos lo leído para poder entrar de forma gradual en el texto, donde las ideas se van acumulando tal como las capas de pintura y terminan por crear algo más bello. Porque todo es un fluir constante. La lectura es donde nace la escritura, y esta última nos da la capacidad de visualizar, poner en orden y hacer un tanto más tangibles nuestros pensamientos. Y es aquí mismo donde encuentro el tan buscado quiebre entre lo que es leer y lo que es leer “ahora”. A través de este curso, aunque a mi profesor solo le guste ponerme seis (mi error, no eran cinco nueves), siento que he aprendido a leer para escribir. Porque al final la escritura es la máxima expresión de la mente, como la pintura lo es de los sentimientos e ideas. De esta forma, solo puedo concluir diciendo que cada lectura, ya sea de un mismo libro en distintos momentos o bien de libros diferentes, es única, propia e inimitable; tal como ninguna pintura es igual a otra. Lo mismo ocurre con la escritura. Y es así como “leer y escribir ahora” es simplemente (o quizás no tan simple) el diálogo entre uno y otro artista.
Leer, como definición, es pasar la vista por los caracteres de una palabra o un texto escrito para posteriormente interpretarlos mentalmente o traducirlos en sonidos. Pero, ¿Qué es realmente leer? Leer se divide en un antes y un después. En un principio se podría decir que es tan sólo esa definición, el entender lo explícito y el tener la capacidad de explicar qué fue lo leído. Pero hay un momento en el cual de la boca del lector se escapa una exclamación de sorpresa. Ese click, esos engranajes que calzaron a la perfección en su mente, significan una relación de pensamientos que se acaba de formar. Como una tela de araña, los hilos empiezan a unirse en un punto central, formando una gran red en la que las reflexiones se enredan y se mezclan. Leer, entonces, es la función principal del ser humano. Es para lo que el hombre vino al mundo. Se dice que lo que separa a las personas del resto de los animales es su ser racionales, su capacidad de pensar. Pero, ¿Se sabe pensar sin haber leído antes? No. Es leer lo que da contenido a la mente. Sin la tela de araña previa, los pensamientos flotan sin sentido alguno, sin relacionarse con nada, solamente ocupando espacio en la cabeza. Por otro lado, la característica más importante del humano, además de pensar, es sentir. Leer permite también conocer las emociones, prepararnos para cuando sea correcto vivir un sentimiento. Sean buenos o malos, los libros transmiten algo, una sensación, esa que nos deja angustiados, felices, sorprendidos, asustados, cuando la historia se acaba. Es a través de la lectura que ya sabemos cómo enfrentar los sentimientos, tenemos el conocimiento previo necesario para cuando sea el momento de vivirlos en carne propia. Leer enseña a vivir, a descubrir el verdadero mundo. Esa es la revelación entre el antes y el ahora. Además de aprender a pensar y a sentir, a través de la lectura se conocen realidades distintas, nuevas ideologías, formas de vida que antes no se nos habrían ocurrido. Leer, finalmente, puede ser muchas cosas. Lo único totalmente cierto acerca de esta maravilla es que transforma al lector en una persona mucho más integral, mucho más interesante que aquel que nunca ha leído.
Despertar un nuevo Mundo Muchos de nosotros nos creemos la idea de que sabemos leer, lo que a mi parecer, es erróneo. Ya que si algo he podido ir aprendiendo alrededor del año es que si vemos un libro y decimos que lo leímos, estamos equivocados. Es como un ciclo infinito de creernos algo que no somos, pero hay una forma de poder terminar con él, y la respuesta a esta pregunta está escondida en los miles de secretos que tenemos que saber antes de hacer una lectura (regular). Leer ahora significa estar un pequeño paso delante de lo que estábamos a principio de año, hablando así de medidas milimétricas. Como punto de partida hay que entender que leer significa poder comprender algo, de la manera que sea, en su máxima forma (razón por la cual creo que pocos saben leer). Al estar fuera de este grupo de individuos que se hacen la idea de leer, puedo ver de mejor manera, que a pesar de podrían llegar a una aproximación, tienen una motivación que los impulsa a seguir “leyendo”. Si me preguntara a mí mismo que es leer ahora, diría que corresponde a la comprensión de todos los mundos que conocemos, y los que no. Pero el “click” que hay que darle, sería una motivación de por medio, si no estamos en un proceso de búsqueda, al cual vamos a tener que estar conscientes de que ciertas hipótesis van a fallar, o que la conclusión es poco convincente, no lograremos nada. En la lectura se esconden muchos mundos que podrían ser de mucha ayuda, a la apreciación de nuestro propio mundo, pensando en cada cual. Si algo pude aprender este año, es que para poder leer (todo tipo de lectura) hay que tener una motivación activa, y mucha perseverancia. Y como dato para los pocos que podrían estar leyendo esto, una buena lectura nunca va ir bien acompañada de la flojera.
(Intento probablemente fallido de romper un poco con mi inevitable y elocuente estilo asiático)
“Leer: El camino de crecimiento sin regreso ni escape”
Son minutos como este, tras mi pequeña reflexión sobre lo que es la literatura, en donde me gustaría ver el mundo tras los ojos de otra persona. Me intriga el saber cómo se dirige aquella gente sabia, que ha leído enormes cantidades de libros de todo tipo en su vida, hacia el resto de la humanidad. Pues creo fielmente, que si hay algo fundamental en la lectura es el crecimiento interior, sin vuelta atrás, que esta genera.
A esta conclusión he llegado principalmente gracias a los cambios y experiencias que he vivido gracias a la literatura este año, viéndome guiada por una parte gracias a los distintos pensamientos e historias que libros presentan generando un choque trascendente en el lector. Caso de esto ocurre en escritos de Virginia Woolf: no podemos pensar de la misma forma respecto a las mujeres tras leer “un cuarto propio” o ver de la misma manera elementos presentes en sus escritos como es el “Caracol o “el espejo” pues han generado un impacto en nosotros que no nos permite volver a la inocencia del pasado.
Por otra parte, la estructura literaria y el sello de escritura personal que un texto presenta también genera un antes y un después en nuestro crecimiento literario y nuestra visión de mundo. Podemos apreciar claramente a nivel mundial el impacto de este tipo que genera, por ejemplo, “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” cuya gran y compleja escritura marca un estilo característico en muchísimos textos de diversos autores y que tras leído (o fracasado en el intento) no pasa por alto en ninguna lectura futura.
En síntesis, la literatura cambia la vida y el mundo de toda persona poco a poco. Al leer, nos encontramos en una larga escalera cuyo destino final es incierto, pero que en el fondo anhelamos (y fallamos grandiosamente) sea alcanzar la mente incandescente.
Leer ahora es tener siempre un Caravaggio a mano. Leer ahora es seguir el ritmo de las olas del mar. Leer ahora es sentarse en el Café Müllier con Pina. Leer ahora es cuestionarse ¿A qué se debe esa mancha? Leer ahora es tener el corazón tan blanco. Leer ahora es pedir un taxi con un hombre y adentrarse en la androginia. Leer ahora es meterse piedras en los bolsillos. Leer ahora es rendir mayores atenciones que la mera cortesía. Leer ahora es sentirse un ejército durmiente viviendo una misma realidad. Leer ahora es sentirse una noción, una máscara. Leer ahora es saber definir la risa. Leer ahora es recordar la memoria del agua. Leer ahora es descubrir que estamos hechos de amor. Leer ahora es hacer windsurf y siempre tener el traje térmico en el auto… por si me dan ganas de nadar en la mar. Leer ahora consiste en esperar que el gran pez cese siendo un viejo extraño y “salao.”Leer ahora es escuchar a Nina Simone o desaparecer con la obertura de Tannhäuser. Leer ahora es sentirse un gusano de la vida misma. Leer ahora es ser una débil mental perdida en Argentina, es viajar al alma. Leer ahora es escribirle una carta a mi padre. Leer ahora es sufrir gozando de uno mismo. Leer ahora es reconocer en lo invisible un nivel más alto de la realidad. Leer ahora es cabalgar, cabalgar y cabalgar, no siempre ser soldado. Leer ahora es insultarse a lo Macbeth. Leer ahora es saber que lo hecho, hecho esta (what is done, is done).Leer ahora es perfumarse de Shakespeare y oler a Cleopatra. Leer ahora es sentirse más fuerte que Enobarbo. Leer ahora es volverse Antonio y morir por amor. Leer ahora es ser una almeja iluminada. Leer ahora es descubrir la mente incandescente. Leer ahora es volverse un monomaniaco, precisamente por tanto leer. Leer ahora es reírse con Cervantes de su parodia. Y es que todo esto es leer ahora, es emprender con cada libro un nuevo desafío, una nueva lectura y vencerse a sí mismo. Leer ahora es tomar un lápiz y llegar al párrafo más importante, a la frase más importante, a la palabra más importante, que más me de sentido en ese preciso momento. Leer ahora consiste en darse diez minutos (mínimo) al día a foco cien para otorgarle atención al libro, atención presente en ese mismísimo momento. Leer ahora es confiar, saber que no siempre entenderé todo, pero debo confiar… el libro me guiará al tesoro de cada texto, al tesoro que es su esencia. Leer ahora es sentirse cómplice del escritor o del personaje, sentir y vivir como ellos. Leer ahora es emprender un viaje a un nuevo mundo y como Don Quijote, o Lady Macbeth perder la mente en ello. Volverse loco, perdidamente loco por la LiteraturA. PD: ¡Que linda foto!
"La lectura y la fotografía, artes más allá de la vista."
¿Qué es leer? ¿Qué es fotografiar? Tanto la lectura como la fotografía son artes que surgen a través de la acción de la vista. ¿Pero, son solamente esto, recibir información por los ojos y enviarla al cerebro? Definitivamente, estas acciones son mucho más que mirar, ambas son artes y se parecen en diversos aspectos.
En primer lugar, tanto en la lectura como en la fotografía lo esencial es el instante en el que se realiza determinada acción. ¿Cómo aprovechamos ese valioso momento? Al sacar fotos, es muy distinto ver un ave volar y apretar el pulsador del celular, a hacerlo con una buena cámara, conociendo la técnica, y manejando así la amplitud, intensidad y luminosidad. La segunda manera permitirá lograr mejor nuestro objetivo: plasmar la realidad en una imagen. Al leer, ocurre lo mismo. Pasar la vista por símbolos es muy distinto a ir entendiendo lo que se lee. Para lograr realmente leer, debemos saborear cada palabra que el autor ha escrito, he ahí la clave: cada símbolo tiene un significado y es por algo que está en el papel. ¿Cómo logramos entonces comprender? Conociendo nuestra manera de leer. Todo influye en la comprensión de la palabra, desde nuestro entorno hasta el libro. Es muy distinto leer en pdf que con un libro. Debemos estar en una posición cómoda en un entorno que favorezca la comprensión. Si nos ayuda destacar, glosar o rayas, debemos hacerlo.
En segundo lugar, en ambas artes, debemos ver qué hacer con la información recibida y llevarla al pensamiento. ¿A qué se refiere el autor con este símbolo o momento? ¿Qué me transmite el color de esta imagen? En estas dos prácticas debemos cuestionarnos cuál es el objetivo del autor, para esto, luego de haber comprendido, debemos evaluar y analizar lo que hemos leído o visto. Por último, la lectura y la fotografía son disciplinas que podemos mejorar y mientras más las repetimos, más provecho sacamos de la imagen o de lo escrito. Está claro que en cada nueva lectura que hacemos conocemos algo nuevo, al igual que al fotografiar. Las dos materias se pueden perfeccionar y a medida que lo hacemos, podremos proceder a relacionar y sintetizar. Para esto es necesario paciencia, comprensión y esfuerzo.
Entonces, es así como puedo afirmar que la lectura y la fotografía son artes muy parecidas. Ambas comienzan con el sentido de la vista, siendo este momento imprescindible, y luego de solamente haber mirado, necesitan ser llevadas al pensamiento, es ahí cuando estamos realmente viendo y leyendo. Por último, ambas son mejorables y con práctica y perseverancia llegaremos a ser mejores lectores y fotógrafos.
Así es, rompe tú cabeza, que tu cerebro se raye, se libere y se abra a la exposición de el mundo de otro, porque para mí, eso es leer. Leer no es solo comprender el grupo de palabras, sonidos o colores frente a nosotros, es poder recibir el mundo de quien construyó tal obra, crear una conexión entre ambos entes.
Cuando logres quebrar la barrera para salír de lo común y entrar en el mundo de otro, es necesario que, concentrado, logres analizar lo que está presente, ya sea este expuesto a nuestros ojos, oidos y sentidos o no, porque lo esencial, el propósito, estará escondido detrás de aquellas palabras.
Es la actividad del ser humano más libre y poderosa, dejándonos transitar por todo nuestros pensamientos sin tener miedo alguno, libertad absoluta. Cuando entramos en contacto con la obra de otro, deja que su mundo también pueda transitar libremente por el nuestro, contagiando, recibiendo, ayudando,etc....
Junto a este creamos una nueva realidad dentro nuestra, tan solo imagínese la importancia de lo que hablamos. Poder crear un nuevo mundo a travéz de palabras, sonidos y colores, es magnífico, y junto con este mundo, crearemos algo mucho más alla de lo estético. Crearemos algo que trascenderá para siempre, cada obra dejará algo nuevo en nuestra cabeza y así crearemos lo que llamamos un ser humano, porque con este conocimiento lograremos alejarnos de el caos de la ignorancia y ser capaces de razonar, solucionar, comprender el mundo y...despertar.
Si algo ha cambiado sobre mi visión de "¿Que es leer?" a lo largo del año es que de un libro se pueden sacar varias lecturas distintas, distintos puntos de vista, por lo cual decidi intentar defender la teoria de "Leer es libertad" de la siguiente manera, intentaré probar que uno es capaz de hacer lo que sea con la lectura al defender otra respuesta a "¿Que es leer?" y encontrarle sentido, la cual sería "Leer es amar", sin saltarse las cursilerias.
Antes de empezar a encontrar comparaciones entre estos dos conceptos primero habría que decir que leer usualmente se refiere a la acción de comprender alguna forma de expresión y que desarrollar una lectura es un proceso que requiere interpretar lo comprendido desde un punto de vista específico. La primera comparación viene de la cantidad de pasión y dedicación que le dedica al desarrollo de una lectura y al amor, siempre se quiere hacer más, llegar más allá, bordeando en la obsesión, concepto que no es escaso cuando se habla de amor. Por supuesto hay gente que prefiere quedarse con una lectura y desarrollarla aún más, así como también hay personas que prefieren no atarse y exploran varias otras lecturas de forma casual, como se puede ver también en el amor. Por último quisiera mencionar que el leer y el formar lecturas dependen completamente del deseo de querer entender al autor, de ver su punto de vista, en el amor no es poco común que exista ese deseo de conocer, de adentrase en su mundo, de que este proceso haya alcanzado una significancia. Algunos de los argumentos que uno podría usar para invalidar las comparaciones que hice anteriormente son que, por ejemplo, el amor es posesivo, caracteriztica que no se encuentra comunmente al desarrollar lecturas. Además se podría decir que desarrolle gran parte de las comparaciones en base a un solo tipo de amor.
Para finalizar quiero reiterar que gracias a las experiencias de este año puedo decir que el concepto de "leer" es tan libre y amplio que uno puede desarrollar una comparación que no estaría lejos de ser llamada ridicula y aún encontrarle sentido, por poco que sea. El "leer" es un excelente ejemplo que la gente es libre de pensar lo que sea, aunque este incorrecto.
Si mi frágil y humana memoria no me falla, la primera vez que tropecé con esta pregunta respondí algo que se asemejaba a alinear los horizontes y que con cada libro uno está constantemente aprendiendo a leer. Ahora, el tiempo no ha modificado completamente mi primera impresión; sin embargo, si me atreviera a responder en este instante esta difícil cuestión diría que leer es descifrar. Descifrar un «algo», un arte tan complejo con cada libro al que uno se enfrenta.
Me arriesgo a decir aquello a partir de la estética de la expresión o mejor dicho por el viejo Borges «el lenguaje es una creación estética» (estética es lo que está dotado de percepción, la percepción de la belleza y su influjo sobre nuestra mente). Entonces, a mi vano juicio, un escrito al estar dentro del mundo de la estética es una obra de arte, la cual al poseer percepción da lugar a múltiples interpretaciones o lecturas tan complejas pues poseen la capacidad de representar una escena de diferentes formas. Ilustrando esto, pongo como ejemplo el verso «Ibant obscuri sola sub nocte per umbram», podría creerse estar frente a un hipérbaton porque «oscuros» caracteriza a dos seres y «sola» representa la noche; mas con ese orden se está mostrando una imagen que, al leerla, nos hace aún más sentido porque somos personas capaces de descifrar el arte al que nos enfrentamos (quizás no todos, como yo que aún estoy intentando adentrarme en ese mar de palabras). En lo personal, me maravillo con cada hoja que ambiciono leer (entendiendo este mal-usado verbo como lo acabo de explicar) del “Viejo y el Mar”, “Macbeth”, “El Hacedor”, entre otros; porque con cada acción de mis ojos, cerebro y corazón se me abre un mundo nuevo, nuevas imágenes llenan mi mente queriendo ser comprendidas que se crean con únicamente veintisiete letras.
Además, a esta asombrosa cualidad que a partir de un mar de caracteres crea algo bello e incomprensible, que uno, humildemente intenta vislumbrar, cabe añadir la característica de entrar en una dimensión atemporal. ¿A qué me refiero? Al leer ciertos libros, poemas, obras de teatro o arte (si lo queremos expresar en una palabra) estamos más allá del tiempo porque estas lograron trascender esta unidad insignificante (para ellos), pudieron permanecer… y por una alegre casualidad se toparon con estos pequeños ojos que ahora intentan explicar un fenómeno tan extraño y a la vez natural. Ergo, el arte trasciende y los libros son arte.
Con todo lo anterior, sólo me queda decir que leer es algo muy humano pero difícil, que ojalá todos pudieran hacer. Reitero, leer es descifrar. Descifrar las verdades, descifrar un mar de estrellas, descifrar las diferentes lecturas que nos muestran unas manos que querían expresarse. Leer, con toda su estética, es lograr descifrar para así observar las escenas que se nos presentan y con ellas representar un mundo nuevo que se renueva con cada portada que uno abre.
Leer básicamente es el elemento que nos permite conocer todo, ya sea algo insignificante o algo extremadamente útil. Muchas personas creen que leer es principalmente juntar palabras, o como bien lo describe la RAE, "es pasar la vista por un texto escrito y comprender la información que nos da".
Para mí leer es más que eso, leer es abrirse a un mundo de ideas en el cual uno deja que el autor, mediante sus palabras transite dentro de nuestras emociones y sentimientos generando cambios en nosotros mismos como personas. Leer también nos invita a pensar y reflexionar sobre nosotros mismos, como leímos en el libro "el viejo y el mar" de Hemingway este año; el cual parece (al menos en mi caso) que fue escrito para mí, ya sea como lector o como persona, ya que este libro refleja todos los valores que yo tengo y me pone a pensar: "¿hubiese hecho yo lo mismo? ¿hubiese sentido y pensado igual que el viejo?", lo cual nos convierte y conecta con el viejo y sentimos que la historia nos hubiera pasado a nosotros, reemplazando algunos elementos del libro con eventos esenciales que nos hayan ocurrido a lo largo de nuestra vida. Leer nos permite viajar a través de nuestros sueños, y vivirlos gracias a este mundo al que nos lleva aquellas palabras, aquellas letras las cuales hemos leído y por lo tanto vivido; lo cual en lo que respecta de mi, me deja tranquilo y feliz, como si al leer hubiese llenado algún vacío de mi vida.
Debido a lo anterior, yo no creo que leer sea simplemente aquella pobre y superficial definición que es " pasar los ojos sobre un texto y comprender lo que nos quiere decir", para mi va mas allá de eso. Aun recuerdo cuando usted, profesor Hernán, nos pregunto si sabíamos leer, y como era de esperarse, todos respondimos que si; pero al momento en que usted nos dijo que solo sabíamos juntar letras para formar una oración con sentido, supe que usted tenia toda la razón, y desde ahí fui aprendiendo lo que realmente es leer, lo cual ya mencione anteriormente. Yo pienso que leer es vivir el texto, conectarse con los sentimientos y pensamientos del autor para saber que intenta decirnos y porque. En resumen, leer al menos para mi, es la forma mas sencilla y eficaz de enriquecerse interiormente como persona; "es la forma más pura de conocerse a uno mismo". Todo lo que dije hasta ahora refleja la diferencia que hay respecto al "que es leer" de principio de año, cuando creía que leer era juntar palabras.
Desde principio de año es que venimos tratando de responder a la no tan simple pregunta de "¿Qué es leer?". Es ahora, en el tramo final del año con lecturas de Virginia Woolf y de Shakespeare, cuando de verdad descubrí la respuesta a esta pregunta. Y es que llegué a la conclusión de que leer es pelear, pelear junto con los personajes por la misma causa, es unirnos a ellos en el plano que inventa el autor (la historia de un texto) para luchar, y entender sus pensamientos dentro de la obra, que a la larga reflejan los pensamientos mismos del escritor/autor. ¿A que me refiero con esto? A que leer, además de entender la trama de un texto significa saber porqué el autor escribe ese texto, saber y descubrir que es lo que el escritor le está transmitiendo al lector con aquella obra "x". Y esto solo se logra con experiencia, practica y concentración de tipo foco 100. Después de todo, eso es lo que inconscientemente hemos trabajado a lo largo del año; desde el escrito de Borges Mi entrañable señor Cervantes donde vemos la perspectiva de él con respecto a la magnífica obra de Miguel de Cervantes, para luego nosotros mismos adentrarnos en este libro y así acompañar al Quijote y a Sancho en sus alocados pero inolvidables viajes por España que siempre dejaban una sabia anécdota para desmenuzar, luego como olvidar la lectura de los Argentinos: envolverme en la cultura del sexo y las drogas de Boedo (Fabían Casas) ; para así, a mediados de Junio acompañar a Hemingway y a "The old man" durante más de cinco días en el mar para simplemente ver al viejo volver orgulloso de su pesca pero triste porque los tiburones le quitaron todo el botín. Ahora pasamos a la segunda mitad del año, en la cual leímos a nada más ni menos que a Kafka y gozamos junto a él, el momento en el cual el zopilote muere ahogado en el cuello de Franz, liberándolo del tormento infernal de sus picoteos, que no metaforizaban nada más que la relación de Kafka con su padre explicada en Carta al padre. Como olvidar ahora la conversación entre el marquesita y el de Langenau en canto de amor y muerte del corneta Rilque que justo antes de que se despidan para ir al combate, nos cuentan sus deseos de volver a ver a sus esposas una vez más, pero estos anhelos solo son consumidos por el fuego de la guerra, al igual que la bandera del corneta al final de la obra. Ahora en Septiembre nos adentramos en Virginia Woolf, la cual la leí desde mi cuarto propio… Algo que no tenían las mujeres de la época y que necesitaban según la autora para poder hacer literatura, para poder ser libres en este mundo de hombres dominantes. Finalmente nos adentramos en nuestro último proyecto: Shakespeare; primero observamos a los presagios de las brujas volverse realidad, uno por uno, hasta que llegamos a la muerte de Macbeth, la cual nos dejó abierta la puerta para saborear el juego del amor presente entre Antonio y Cleopatra. A final de cuentas, esto es leer, elevar nuestro horizonte a la altura del horizonte del escritor, y de esta forma involucrarnos con los personajes de la historia.
Si es que sabemos leer, incluso con los personajes de los libros que no nos llamen la atención nos terminaremos encariñando, si sabemos leer, en plenas situaciones diarias nos acordaremos de algún libro leído, si sabemos leer, podremos aplicar algún tipo de sabio consejo a nuestras vidas para lograr lo que queremos. Porque para mí eso es lo que diferencia un lector de un "no-lector" , el hecho de vivir la lectura: y ese fue mi caso con Kendrick Lamar, luego de presenciar que "Sherane" (su chica) lo botara, y él cayera en la vida de barrio rodeada por el alcohol, drogas y asaltos solo para que su mejor amigo más tarde sea asesinado, él nos muestra que hay una salida a todo esto: "Amor propio". Esto significó para mi entender algo que me tenía en un vació en la vida por diversas razones. Cada uno tiene su obra ilustre, pero sin saber leer nunca la encontraremos. Eso es leer, involucrarse y sentirse identificado con tanto el autor como con los personajes, compartir pensamientos y enriquecerse el uno del otro.
“La belleza de pensar” ¿Existe acaso una sola forma de leer? Según la Real Academia Española leer corresponde a la acción de “pasar la vista por los signos de una palabra o texto escrito, para interpretarlos mentalmente o traducirlos en sonidos”, como si fuese una plantilla que pudiésemos aplicar a todos los textos del mundo. Si leer fuese realmente esto, me cuestionaría profundamente qué hago en este curso de literatura, ya que siguiendo esta lógica, al aprender a leer un libro, podría ya leer todo, perdiéndose así la mente incandescente de Shakespeare y la genialidad de otros grandes escritores entre un sin fin de palabras, ya que los secretos que ocultan cada obra no se podrían distinguir. Sin embargo para nuestra suerte, esto no es así. Como nos hemos podido dar cuenta durante el año, leer se encuentra a muchos kilómetros de distancia de esta definición, va más allá de esta acción mecánica e incluso más allá de las mismas palabras. La lectura es una manifestación artística, y como tal desarrolla nuestra percepción y nuestra capacidad imaginante, es decir hace trabajar nuestra mente, potencia nuestra sensibilidad estética e intelectual, libera nuestra imaginación y por qué no decirlo, también nuestra creatividad. El acto de leer podríamos asimilarlo como un viaje, como el que realiza un viejo en el mar en busca de un pez, un viaje a lugares desconocidos e insondables de nuestro universo mental y espiritual, donde experimentamos una profunda expansión interna, hurgando nuestro íntimo y propio infinito, descubriendo, sintiendo, imaginando y creando, todo a la vez, en una “común unión”. De esta forma puedo decir que no sólo leemos textos escritos, también leemos la música, la pintura, la fotografía, y cualquier otra manifestación artística que nos haga recorrer aquel viaje expresado, de expansión ilimitada, personal e íntima, que nos permite percibir y desarrollarnos íntegramente. No resulta extraño, entonces, descubrir que ciertos vocabularios o códigos propios de los escritores, también se manifiesten en los pintores, en los escultores, etc. Cada obra, poema, novela, pintura, imagen y canción tiene su propio estilo, su intención, sus pausas, en fin, una forma única de respirar. No es lo mismo leer a Shakespeare que leer a Kafka, o que leer un cuadro de Picasso o una melodía de Mozart, en cada caso es distinto, como si fueran puertas con una cerradura que las diferenciara y nosotros poseyéramos la materia prima para confeccionar la llave que las abre y devela sus secretos. Leer es eso, saber dónde mirar, aprender a hacer dicha llave, siendo conscientes de que siempre habrá alguna llave nueva que fabricar porque siempre existirá una persona con aquel impulso interno que lo o la lleve a mostrarnos un viaje que nos presente una nueva visión de la realidad. Para concluir y respondiendo a la pregunta que planteé en un comienzo, no, no existe solamente una forma de leer, existirán tantas maneras por cuantas personas decidan crear algo digno de ser leído, siendo esta a mi parecer la belleza misma de la lectura, su carácter infinito que nos ofrece infinitas cosas que aprender, ya que el leer nos hace inevitablemente pensar y al pensar aprendemos y no puedo dejar de señalar que no existe nada más valioso y adictivo que la posibilidad de poder pensar, de poder “leer”, de nutrir libre e íntimamente nuestra cabeza y nuestra alma… nada más valioso que la “BELLEZA DE PENSAR”.
Ahora,para mi,leer es traspasar la barrera de lo cursi,sin menospreciarlo, creo que leer actualmente va más allá de amar, pensar o cambiar un punto de vista, leer es encontrar,descubrir,confirmar y sentir algo que al comienzo es externo y lento,pero que termina siendo una parte nueva de nosotros.
Leer es, en mi opinión,un concepto dual,para algunos es juntar letras,sílabas, palabras y frases hasta formar un texto con cohesión;pero para otros, seres extraños que disfrutan leer cosas que muchas veces no entienden hasta la octava lectura,es subjetivo y tan personal que es difícil de explicar, pero lo que si sabemos, es que como dice un profesor de literatura :"se lee or not".
Porqué digo que leer es encontrar,porque cada libro es distinto, no podemos pretender leer un cuento de Piglia y entender el resto, no hay que ser ingenuo,la lectura engaña,nos hace creer que sabemos mucho, más que la mayoría,pero esta ilusión termina cuando leemos algo nuevo y así se forma el círculo vicioso,cuando se aprende a leer,no se puede parar.
Descubrir... es emocionante, esa sensación de saber que tu pulso de lectura fue tal que pudiste comprender lo que el autor,persona que no has visto nunca,quiere decirte, y no sólo eso, sino wue descubres como te lo está diciendo,porqué y para qué. Al leer,nunca se termina de descubrir, la primera vez de un libro, es distinta a la segunda,y la primera parte de una serie de obras,es un mundo distinto al de las otras si se descubre se gana, pero es un enriquecimiento personal,más no individual,porque intercambiar ideas, muchas veces abre los ojos,porque así como los libros, los lectores somos distintos, pero al mismo tiempo,sólo somos, como dije antes,lectores. El concepto de confirmar se da al final de un libro o un texto,cuando ya se tiene la idea global,puedes confirmar,tanto tus impresiones como tus certezas.Pero muchas veces, el seguir leyendo,refuta tus confirmaciones, y debes encontrar nuevas.
Cabe recalcar que todo lo anteriormente mencionado es mi opinión,nadie tiene la obligación de estar de acuerdo ni de apoyarla,pero, de todas formas, es un pulso de lectura, y si usted lo quiere intentar, hágalo,porque dicen que si alguien quiere saber, debe leer, pero recuerde querido lector, no hay media acá,se lee o no.
Para terminar, lo invito a encontrar su propio pulso, a encontrar, descubrir,confirmar y sentir en el color y forma que usted desee,esto amigo mío es al gusto del consumidor.Para mi leer ahora es, en síntesis ,saber y aprender,para usted¿Qué es leer,ahora?
¿Que es leer ahora entonces? Si antes, en tiempos remotos, era seguir los pasos de Robert Langdon: hoy es seguir los de Leopold Bloom. Ambos humanos, pero con un caminar distinto. MUY DISTINTO. Porque Langdon se mueve en el espacio de todos, de todos los normales, de todos los lavados de cerebro. Se mueve en el espacio frívolo y falto de sentido, en el espacio que tiene tantas cosas, que no tiene nada. Se mueve en nuestro espacio, en el lugar común. Bloom no. Bloom se mueve en el espacio que vemos, pero que no entendemos, Bloom se mueve en la realidad inexistente que si existe. Nos transporta a todos lados, tiene la potencia de un tornado, nos hace volar con fuerza. Toma nuestro cerebro y nuestra vida, la pone en una licuadora y las destruye. Agrega todos los sabores de la tierra, y queda un zumo bastante interesante debo decir [hasta ahora]... Opción de cada uno será entregarle su cerebro y su vida a Leopold Bloom, a Stephen Dedalus, a Goldmundo, a Mary Charmichael, a Bernardo Rieux, al Caballero de la Triste Figura, a Dorian Gray, a Cleopatra, a Emilio Renzi... A Tchaiovky, a Bach, a Vivaldi. A todos aquellos que sean capaces de levantarnos, de estremecernos y liberarnos de las putas, putas, putas ataduras que me hacen pensar si poner putas o no. NO PODEMOS CAER EN EL VACÍO. Y sin leer... pues caemos en el vacío, quedamos en el triste plano de la tierra, en el lugar común, en la tentación banal de la rendición. Necesitamos de un tornado que nos eleve, que nos tome con fuerza y estremezca hasta lo más profundo de nuestras entrañas. Eso es leer ahora, es leer por mientras... El proceso aún no acaba. Leer ahora es poder transformarnos, dejar de lado el mundo y entrar en el mundo [suspender el ego]. Es el ocio que tanto nos falta, es el ocio griego, no el ocio contemporáneo. Es construir la humanidad humana, no la humanidad inhumana. Es intentar reconocer en lo invisible un nivel más alto de la realidad. Encontrar la libertad en la locura. Es un proceso que no termina nunca. El paso siguiente será when the tornado mets the volcano.
Me gustan los libros con márgenes anchos porque se muestran dispuestos a escucharme, a dialogar con mis anotaciones. Los libros debiesen ser eso, un objeto que dialoga con sus lectores. Escribo en sus márgenes porque sus ideas me quedan más claras al pensarlas con mis palabras o porque a veces no estoy de acuerdo con lo que dicen y quiero que lo sepan. Cuando me acuerdo de otros diálogos, los comparto con el libro, que ya ha tenido la generosidad de mostrarme sus puntos de vista. Al cerrar un buen libro necesito compartir algo de ese diálogo con las personas que conozco. Entonces les cuento lo que leí con entusiasmo, me tomo la palabra y me vuelvo libro. Intento hacer pausas, dejar espacios en blanco para que el diálogo continúe con mi interlocutor, para que sus notas en mis márgenes escriban nuevos libros.
LEER. Cuatro letras, dos vocales, dos consonantes. Se escribe L-E-E-R y pronuncia tal cual, pero soplando un poco en las "e" alargándolas. ¿A quién engaño? La verdad es que leer va mucho más allá de lo que es la estructura gramatical, ortográfica y conceptual de la palabra. Es algo más amplio de lo que nos piden las instrucciones de este ensayo. La lectura aborda tantas cosas, no sólo libros, sino que también personas, movimientos, obras de arte (y solo obras también), fenómenos climáticos, posturas corporales y así podría seguir hasta completar la carilla y media de la prueba. Leer ahora no es sólo tomar un libro y pasar las páginas hasta terminarlo, leer es, a falta de una mejor palabra, ver en "algo" más de lo que apetece a la mirada. Esta idea es totalmente opuesta a lo que creía a principios de año, cuando leer significa hacer propio un texto. Ahora no entiendo como pude tener una idea tan egoísta y egocéntrica. Si un libro se escribió y existe no es para mí, no es para que YO me entretenga, si no por la necesidad de alguien de descargar sus pensamientos un poco. El que pueda llegar a entender una ínfima parte de lo que dicen las palabras es otra cosa, pero el texto respira siempre a su ritmo. Lo mismo pasa con el cielo antes de una tormenta. El aire está extrañamente tenso, como cargado de electricidad y el viento peculiarmente calmo. Al respirar hay un olor como esas noche de verano cuando hace frío y la naturaleza está tan silenciosa que lo único que cruza los pensamientos es que está esperando a que pase algo. Y después, viene la tormenta. Magnífica como ninguna otra, única en su propio desastre. Pararla es imposible, lo único que queda por hacer es esperar a que termine con su tiempo y acciones, no hay que apurarla. ¿Como leo una tormenta? Estremeciéndome con cada trueno y relámpago, tiritando de frío con cada gota gélida que riegan las nubes y recordando los sentimientos que tenía antes de que empezara para soltar los todos mientras me dejo llevar por su magnificencia. De la misma forma que leo una tormenta leo a una persona, leo un libro, aceptándola en su totalidad, dejándola ir a su tiempo. Si eso se logra los resultados son indescriptibles. Leer ya no es sólo gozar un texto, si no que aceptarlo. Antes leía Shakespeare y pensaba que lo estaba haciendo bien, creía que con entender la frase, traduciendo la de su idioma el mío, era la manera de hacer las cosas. ¡NO! Si W.Shakespeare escribió no lo hizo para que yo lo cambiara, tampoco le hicieron Lewis, Woolf o Kafca. A ellos mi idioma les importaba bien poco (si no nada), porque no crearon las obras que crearon para mi, escribieron para ellos y lo único que me queda a mi es respetarlo, lo único que me queda por hacer, eso oler la lluvia, dejar que la electricidad me atraviese el cuerpo y esperar la tormenta.
Martes es día manso. Miércoles es pesadilla. Las cuerdas vibraban empujando el viento, que olía a casa de madera. El sonido suave vibraba grave sin embargo en el pecho. La melodía fluye con el tiempo, como las notas de las hojas al quebrarse bajo mis pies, como el canturreo nervioso de los árboles. Todo alaba a Dios en armonía, y todo ocurre en el Caos. Aquel Miércoles la música terminó. Fue cambiada por aquel silencio angustiante, que besa mi corazón destruido, enrojeciendo sus labios con aquel vino eterno. Solo, sentado al borde de mi cama, mirando un zapato, con los ojos saltándome. Tornillo en el cerebro, no hay nada. Puto silencio, ¡Cállate!.
30 comments:
YO APOYO EL AUTOCULTIVO
Yo apoyo el auto cultivo. El cultivo del conocimiento. Leer es cultivar la mente.
Primero que nada, tenemos que saber que cuando queremos leer de verdad, tenemos que ir más allá del primer obstáculo entrando en los bosques profundos que nos da la literatura. La base de la inteligencia está en la lectura, y la única manera de alimentarla es leyendo.
Cada letra que está plasmada en un texto está por algo. Todo tiene una razón, propósito e intención. Cada palabra tiene su propio sentido de existencia, sino todo sería un caos. Para entender el texto en su totalidad, tenemos que complementar nuestras ideas con lo que nos entregan, formando así una gran masa aglomerada de conocimiento.
Todo libro está hecho a base de conocimientos que el autor sacó de otra fuente, es por eso que si queremos entender el texto tenemos que manejar muchos otros elementos. Me impresiona que para hacer un libro, se emplea más tiempo en lectura previa que en la misma escritura. ¿O ustedes creen que el maestro Abelardo Castillo copió de internet esas excelentes relaciones intertextuales? Él tuvo que alimentar su intelecto mucho tiempo antes de escribir.
Si queremos ser hombres inteligentes tenemos que leer, leer y leer. Cada palabra que entra en tu mente, es una nueva semilla que es sembrada en la tierra de tus neuronas. Pero claro que no van a brotar instantáneamente, se necesita de más palabras y letras para que estas florezcan al terminar la temporada de cosecha. Si queremos que nuestro huerto sea grande y productivo, vamos a necesitar de mucha constancia y lectura.
Con esto puedo confirmar que leer es cultivar la mente. Nunca dejemos de lado la lectura, ya que ésta nos puede llevar a sitios nunca habitados, sitios en donde está el éxito y la grandeza. Imagínense saberlo todo. Esto último se puede lograr leyendo mucho, pero leyendo de verdad.
Rodrigo Hernández.
Pared blanca;
le hice una
mancha asquerosa.
Con la mirada.
Donde vea blanco,
ya está sucio.
Entiendes? Enójate, no soy bueno como pensaste. Mastica mi alma y escúpela. Porque soy de barro y no luz. Vísceras fueron, polvo serán.
¡Déjame verlo! Muestra aquel diente de león, encerrado en los latidos. Deja que muera con el viento. Deja que muera. Se irá volando.
Presento la destrucción.
Bloquea tus oídos,
¡Y dispara!
Saludos,
Ministro de Nada
"La Herramienta más humana"
Leer es la herramienta más humana que posee el hombre, por su valor cognitivo y social, desarrollada desde la antigüedad en distintos en distintos códigos por las grandes civilizaciones.
Para la mayoría de la personas leer no es más que un tramite, un proceso vago y ambiguo del día a día, atractivo para personas que se dejan estar y no se atreven a entrar al maravilloso mundo de la literatura, lamentablemente hasta no mucho tiempo yo permanecía a este grupo.
A través de trabajo duro, persistencia y no más que un derrota logre despertar y apreciar este mundo escondido a la vista de mis ciegos ojos, que solo veían letras y frases en vano sin ningún sentido, que simplemente hacían eco en mi mente, no por su valor,sino porque sonaban de una forma melodiosa y agradable.
Gracias a la motivación personal pude derribar los antiguos sedimentos, endebles y viejos, sobre ¿Qué es leer? y cambiarlos por una estructura nueva, mejorada y provechosa para el futuro. Ya presentado el proceso de transformación, puedo responder a lo que nos acontece hoy aquí(Lunes), ¿Qué es leer ahora?.
Para mí leer ahora es una búsqueda de los distintos mundos creados por los autores, por ejemplo el mundo pragmático , oscuro y preciso de Ernest Hemingway, el mundo sencillo y cotidiano de Selva Almada o el mundo irrealista y mágico de Antoine de Saint-Exupéry con su famoso "Principito" que sin importar el tipo de lectura que uno emplea siempre encontraras algo nuevo y llamativo, pasando esto con todos los libros.
Citando palabras de "Altazor", leer, es un movimiento encantado del talento escrito de los autores, donde para el lector es una búsqueda hambrienta, fascinante y exaltada de los elementos imaginarios creados por estos.
Leer ahora no solo es una búsqueda, sino también conocimiento, pero no solo de los mundos sino de los autores es una forma más cercana de relacionarse con ellos. También leer ahora es interpretar el sentido de la obra, pero mas allá entender frase a frase y su función dentro de esta.
En conclusión leer ahora es un proceso de interpretación, búsqueda y conocimiento, potenciado por motivación de cada uno, ahora solo queda disfrutar de todos los distintos y maravillosos mundos que nos otorga la literatura.
Cristián Antoine Ortiz
Lucian Freud una vez dijo: “La tarea del artista es incomodar a los seres humanos”. ¿Por qué no aplicar esto también a la literatura? La tarea de los escritores es incomodarnos a nosotros, los que los leemos. No sabría decir en que consiste leer, ni siquiera podríamos decir que la palabra leer tiene sólo un significado. Leer es algo tan personal, que para cada quien denota algo diferente. Pero si de algo estoy segura, es del motivo por el que leemos: lo hacemos para incomodarnos, para sentir algo.
Pero, ¿qué es esa incomodidad que sentimos? Es cuando nuestro centro de gravedad cambia, cuando no giramos en torno a lo que nosotros sentimos, sino que en torno a lo que está pasando en ese mundo paralelo en el que estamos inmersos, y del que no podemos ni queremos alejarnos. Y sentimos que lo que a esos personajes les pasa es mejor que lo que ocurre en nuestra vida mundana, sus sentimientos son más profundos, sus ideales nos convencen más que los propios, ellos desean más intensamente de lo que algún día nosotros podremos. Y eso nos incomoda, nos produce una preocupación. Al principio es pequeña, apenas una chispa, pero a medida que leemos se va haciendo más y más grande, hasta que nos consume. La lectura se apodera de nosotros, los escritores se apoderan de nosotros.
Un buen escritor es el que produce un cambio sus lectores, el que los pone en un estado de revolución, el que los logra convencer de su propósito. Pero sobre todo, un buen escritor es también un lector de excelencia, es aquel que, incómodo por sus lecturas, ha logrado entender al ser humano y transmitir su oscuridad. La literatura nos revela eso que no queremos ver, revela lo escondido, lo retorcido, lo sórdido, lo que nos avergüenza.
Si realmente logramos leer, viviremos para eso, porque leeremos con un propósito: escribir. Porque la lectura es el instrumento que usamos para incomodarnos, escribir y lograr incomodar a los demás. Cuando logramos leer es inherente escribir, necesitamos expresar de alguna forma lo que hemos descubierto, lo que hemos encontrado y lo que hemos inventado.
“Leer es colaborar para crear un mundo.”
Partamos con que el leer es un proceso, no una acción. Un proceso que involucra múltiples componentes, que se pueden agrupar en tres; el autor y el lector.
El autor es aquel que escribe y crea un texto, el cual se influencia por tanto las ideas del autor, el ambiente de este, su época, las ideas de su época, y así un montón de factores que crean el contenido del texto y el significado que el autor está tratando de entregar. Luego está el lector. El lector trae al texto su propio contexto, sus propias ideas, su propio tiempo, sus propios conocimientos y el ambiente que lo rodea, que puede que en ciertos aspectos se alineen o parezcan a los del autor, pero siempre variaran en ciertas cosas.
Una vez que estos dos factores se pongan en consideración, llega el momento en que se produce la lectura. La lectura en sus primeras instancias, no pareciera tener nada de especial, uno simplemente une letra que forman palabras, que a su vez forman oraciones, que a su vez forman el contenido que conforma el texto, así pareciendo que el lector esta solo para oír lo que el autor tenga que decir. Pero ese es solo el primer paso. En el segundo paso, el lector analiza. El lector toma el texto escrito en su forma en bruto, y da una idea de lo que podría significar basado en solamente información del autor, intentando así comprender al autor, a su vida, su contexto, su mente, su época, o por lo menos asiéndose una idea de estos. Finalmente viene el crear un mundo. A través de tanto el contenido en bruto del texto como palabras que cuentan algo, y del análisis de lo que nos quiere decir el autor a través de este, el lector debe unir esto con su propia vida, con sus ideas, recuerdos época, emociones, actitudes y todo lo que pueda, para así crear un mundo. Y en esto último radica la diferencia entre leer y entender, en el crear.
Al entender uno dice descubrir lo que a uno le quieren decir, lo cual se podría sustituir por una clase, y por otro lado el crear es lo que produce un nuevo tipo de aprendizaje, uno activo, en el cual el lector pasa de ser un fiel pasivamente escuchando a un sacerdote, a un dios, creando un mundo con cada lectura, siendo capaz de variar cada vez, pudiendo decir que un hombre no creara el mismo mundo que una mujer a pesar de ser el mismo texto, ni un joven con un viejo, ni el chileno con el español, ni siquiera una misma persona a los 17 años que a los 32 años, variando hasta leer cuando llueve en invierno que leer con sol en el verano, creándose un mundo nuevo cada vez.
Al leer uno no descubre un mundo, sino que lo crea.
"El propósito y poesía del autor"
Leer es encontrar el propósito del autor, qué nos quiere decir con aquellas letras y mensajes. Implica ir recolectando las migajas que el autor va dejando en el camino, las que nos llevará a su intención, a la enseñanza que nos quiere dejar. Como dijo V. Woolf: "cada uno debe encontrar su propio camino; no dejarse influenciar por nadie"
Una vez que uno descubre el propósito, tiene la llave de la puerta que le conducirá a la poesía del escritor. Pero ¿que quiero decir con poesía? No me refiero a la lira propiamente tal, si no a la sinfonía que ese "conjunto de letras vacías" han logrado. La armonía que genera la unión de cada letra, palabra y frase.
Después de haber leído Hamlet, Macbeth y Antonio y Cleopatra puedo decir que descubrí el propósito de Shakespeare: cada hecho fue tomado con pinzas, para que así la historia tuviera fluidez. Por ejemplo en Antonio y Cleopatra, me di cuenta que los mensajeros son vitales para que la obra transcurra. Ellos mueven a historia de un lado a otro según e contenido del mensaje o noticia, y está se encarga, a su vez, de modificar o reforzar la conducta y características de los personajes.
Sin embargo, me falta por recorrer en el Mundo de Shakespeare. Debo aplicar esta forma de lectura en otra de sus obras. Aún estoy armando la llave que me lleve a su poesía.Por lo tanto, leer no es un trabajo fácil. No es lo que hemos estado haciendo desde que aprendimos a decir lo que estaba escrito en una hoja de papel. Leer conlleva un trabajo de madurez, que no muchos logran. Yo aún estoy en proceso.
Favor, encontrar el tesoro (parte 1)
Según la Real Academia Española,mla primera definición de leer es "pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados". Sin embargo, esa es una respuesta demasiado simple para mi gusto. Al menos para mí, leer es más bien un arte muy complicado de entender y que solo unos cuantos pueden realizar de manera adecuada. Si esto fuera como lo dice el diccionario, todos deberían ser capaces de hacerlo. Yo discrepo.
Si no fuera por la lectura, en primer lugar, poco y nada se sabría del pasado. Esa sí es una actividad propicia para quienes tan solo desean pasar la vista por sobre las letras. A mi parecer es el lado sencillo y más concreto de la literatura. Pero siempre hay que ir más allá.
Luego de todo un año escolar, he podido descubrir que para poder leer correctamente no es suficiente interpretar los signos, sino que también es necesario realizar una reinterpretación acerca de lo escrito y entendido. Y en los casos más especiales, es incluso una obligación volver a repetir el mismo ejercicio para poder acercarse un poco a lo que de verdad nos quiere decir el autor.
Tan solo es cosa de ponerse a leer El Quijote. Jamás en mi vida había leído algo tan difícil de entender. Cervantes (el escritor), se burla de nosotros incluso luego de estar siglos muerto, y siento que está en todo su derecho de hacerlo, ya que realmente son muy pocos los que pueden enfocarse tanto que logran comprender el texto.
Hace un tiempo, a principio de año, yo seguía creyendo que leer es seguir lo que nos dice la RAE. Pero las cosas cambiaron. En el curso de literatura se nos exigió excavar más profundo en lo que leemos, buscar la historia debajo de las letras (créditos a Piglia) e indagar en toda información para poder relacionar los elementos que vamos descubriendo.
- Eduardo Mendoza
Favor, encontrar el tesoro (parte 2)
Es necesario encontrar el secreto escondido en el arte. Cuando leímos las obras de Virginia Woolf simplemente no podía entender lo que nos quería decir, no sabía cómo cavar en la páginas. Fue entonces cuando me llegó uno de los grandes consejos para quien de verdad quiere comprender la literatura, sin importar de quién se trate; estaba un día conversando sobre esto mismo con mi padre, a quien considero un grandísimo lector, cuando sus palabras lograron adentrarse en mí y me abrieron los ojos. Me dijo que si quiero penetrar el texto, debo indagar, investigar y encontrar toda la información posible, no solo la que se puede sacar de lo escrito en el texto seleccionado, sino que también hay que tomar en cuenta lo que dicen los demás libros y la vida del autor/a. De esta manera se pueden relacionar los conceptos que van tomando forma y encontrar constantes que nos lleven a una de las metas más relevantes de una buena lectura: conocer al autor. Después de todo, es quien nos intriga con su obra, invitándonos a descubrir su tesoro.
Al fin y al cabo, allí está la resouesta, lejos de lo superficial, cerca de la mente del escritor, de lo humano. Es gracioso pensar que lo que uno está buscando está siempre literalmente frente a los ojos, pero rara vez se encuentra el premio. Es algo que solo existe para quienes saben donde mirar.
Hay que tener en cuenta que el análisis y comprensión de todo texto no es algo que simplemente aparece. Es todo un proceso que involucra mente, corazón y estómago. Para el que no me entienda, me refiero a la capacidad intelectual, sentimental e instintiva, respectivmente.
En conclusión, leer es un arte que abarca toda una secuencia de repetidas interpretaciones y reflexiones, que junto a investigaciones fuera del mismo texto, nos permiten alcanzar el fondo del pozo, el fin del laberinto, donde por fin encontramos el tesoro dejado por el autor. Es de esta manera que nos es posible comprender a la mente creadora de este nuevo mundo dentro de letras. Pero nunca algo tan tremendo puede ser sencillo. Pocos logran alcanzar un nivel de focalización tan grande que son capaces de entender todo lo que ocurre. Así que, buena suerte, amigos míos; hay que trabajar duro para encontrar aquel horizonte en que uno y el autor piensan igual.
- Eduardo Mendoza
Leer es ser tú mismo.
Leer no se trata de terminar los libros. Leer no se trata en saberse la anécdota de lo que estás leyendo.
Leer es una actividad intelectual mucho mayor, es juntar los elementos que uno ya conoce y complementarlos con los que uno va encontrando. Para poder tener una buena lectura hay que tener un punto de vista, pero para que éste sea un buen ángulo de lectura, debe ser algo que uno pueda defender y proteger con razones pertinentes y bien fundamentados.. La gracia de tener un enfoque, es que es TUYO, y cuando esto es así,es natural el querer defenderlo a toda costa. El hecho que sea tuyo, es simplemente bello.
El ser tu mismo implica que tu tienes que tener tus puntos de vista, pero asimismo implica que tienes que escuchar lo que te está diciendo el autor. El autor tiene una perspectiva de la situación y el lector la suya. El verdadero leer está en expresarse con el escritor los puntos en común, para ello tienes que tomar lo que realmente te llame la atención y lo que te haga sentido, con el fin de llegar a una conclusión con el colega, con el compañero de trabajo, con el autor. (V.W)
Cuando uno ya empieza a leer, uno empieza a juntar conclusiones con diferentes autores, uno se puede ir formando una visión general, porque se repite el proceso pero con cada vez más escritos lo que te abre la lectura del tema. Como por ejemplo este ensayo está apoyado por autores como virginia Woolf, Alessandro Baricco. Leer es vivir con los demás autores, pero dando tu propia opinión para formar una lectura única y
propia. Dejar que los autores te consuman no es adoptar una lectura propia, es rendirte a sus argumentos y que pueden cambiar el como tu piensas y vives. Leer es construir tu propia casa con distintos materiales y no es vivir en la casa de otro, porque tarde o temprano te vas a sentir un sentimiento de no pertenencia.
Leer es ser tú mismo.
J. Sanhueza C.
¿Qué es leer ahora?
Si hay algo que he aprendido en esta clase es que no puede haber una sola respuesta a esta pregunta , ya que hay infinitas formas de leer , esto porque , dependiendo de como y cual sea el texto , el concepto de “leer” toma un significado y una connotación distinta . Por lo que voy a intentar responder “¿qué es leer ahora?” , o más bien que ha sido leer para mi este año , las diferentes formas en que se me ha manifestado este concepto durante esta clase , utilizando algunos de los libros con los que hemos trabajado.
En primer lugar, y como una definición más lógica o racional , veo leer como una forma de adquirir conocimiento o información , de aprender cosas nuevas.
Luego , en una lectura que nos tomó mucho tiempo , “Don Quijote de la Mancha” , una de las cosas que aprendí ( que no fueron muchas ya que fracasamos celestemente) fue que leer puede hacerte compañero y amigo de un personaje , que puedes vivir aventuras , reír y sufrir con él.
Después , con el proyecto de los 16A y primero centrándome en el autor que elegí , y su particular novela “El gusano máximo de la vida misma” , aprendí que leer puede ser meterte en un mundo diferente en donde las leyes del mundo “real” no rigen; un mundo fantástico , extraño y bizarro , pero paradójicamente muy humano.
Continuando con el proyecto de los 16 argentinos , y ahora tomándolo de forma más general, leer puede ser conocer a un país , a través de su historia , de sus costumbres y su gente ; poder tomar varios textos y encontrar cosas parecidas o comunes entre ellos .
Con “El viejo y el mar” , leer puede ser crecer como persona , aprendiendo valores y experiencias de vida , que sin duda serán útiles para el futuro . Con Hemingway también aprendí que leer puede ser conmoverte, sentirte impotente al no poder ayudar al personaje de la historia , un sentimiento similar al que te produce “Don Quijote de la Mancha” .
Luego con la gran Virginia Woolf, otra que nos tomó bastante tiempo , leer fue sumergirse en los pensamientos de una persona , aprender como es ella y conocer cuales son sus ideas , teorías y convicciones ; y como estas se pueden asociar con la historia de su vida.
Para concluir , y como dije al principio , leer no puede ser solo una cosa, ya que hay infinitos libros y por consiguiente , infinitas maneras de leer . Aprendiendo , encariñándose , riendo , sufriendo , visitando lugares desconocidos , entrando en la cabeza de una persona , entre muchas otras . Y ahí es donde debemos motivarnos , hay muchas otras definiciones de leer que no conocemos , que pueden ser aún más enriquecedoras que las que sabemos y que están esperando que las descubramos.
El Arte de leer
¿Ha hecho usted una pintura alguna vez? Quizás la respuesta predominante será no, ya que no todos tenemos las habilidades o especial afinidad con el rubro. Sin embargo, creo sentirme capaz de afirmar que cono estudiantes de Literatura de este año 2015, hemos estado cerca de crear algo parecido. Ya que para mí leer es reunir las herramientas necesarias para crear una obra de arte. Pero, ¿cuál es esa obra arte? La escritura.
Como hija de pintora, a lo largo de los años he aprendido a familiarizarme con todo lo relacionado a la pintura. Las técnicas, los colores, los lienzos. Incluso he desarrollado cierto cariño por esta disciplina, y es por ello que no he visto por qué no relacionarla con la lectura y escritura mediante una analogía.
Pintar no es solo la acción de pasar una brocha por el lienzo, sino que requiere de una preparación previa que consiste en reunir las herramientas y materiales para la creación de la obra. Se visualiza un objetivo y un ángulo, a partir del cual se escoge si se utilizará óleo, acrílico o tal vez acuarela. Si pintaremos sobre una tela suelta o bien sujeta a su bastidor. Si debemos tener en posesión brochas, pinceles o rodillos. Quizás espátulas o por qué no, pinturas en polvo. Si acaso queremos crear una obra de una sola técnica, o ser más osados e intentar con técnicas mixtas. Las posibilidades son infinitas. Y el motor de la creatividad ya ha iniciado su curso mucho antes de que hayamos tocado el lienzo.
Lo mejor, o peor de todo, ustedes dirán, es que nunca una obra será igual a la otra; no si la reproduce el mismo artista de con propio pincel; no si otro puño ajeno se basara en las mismas ideas. La pintura siempre será única.
Por último, una pintura puede tener varias capas, una tras otra acumulándose y descubriendo algo nuevo y más bello.
Todo esto es leer.
Escoger el tipo de pintura que después yacerá sobre el lienzo, es escoger la "propuesta de lectura" con la que leeremos para luego escribir.
La elección de los colores, unos más cálidos y otros más fríos, es "interpretar" los sentimientos presentes en la lectura, pudiendo evocar amor, soledad, plenitud, tristeza y un sinfín de colores.
Las diferentes capas de pintura que ensayamos y erramos antes de crear nuestra obra maestra, son similares al "círculo hermenéutico" donde conocemos, explicamos e interpretamos lo leído para poder entrar de forma gradual en el texto, donde las ideas se van acumulando tal como las capas de pintura y terminan por crear algo más bello. Porque todo es un fluir constante.
La lectura es donde nace la escritura, y esta última nos da la capacidad de visualizar, poner en orden y hacer un tanto más tangibles nuestros pensamientos. Y es aquí mismo donde encuentro el tan buscado quiebre entre lo que es leer y lo que es leer “ahora”. A través de este curso, aunque a mi profesor solo le guste ponerme seis (mi error, no eran cinco nueves), siento que he aprendido a leer para escribir. Porque al final la escritura es la máxima expresión de la mente, como la pintura lo es de los sentimientos e ideas.
De esta forma, solo puedo concluir diciendo que cada lectura, ya sea de un mismo libro en distintos momentos o bien de libros diferentes, es única, propia e inimitable; tal como ninguna pintura es igual a otra. Lo mismo ocurre con la escritura. Y es así como “leer y escribir ahora” es simplemente (o quizás no tan simple) el diálogo entre uno y otro artista.
¿Qué es ahora leer?
Leer, como definición, es pasar la vista por los caracteres de una palabra o un texto escrito para posteriormente interpretarlos mentalmente o traducirlos en sonidos.
Pero, ¿Qué es realmente leer?
Leer se divide en un antes y un después. En un principio se podría decir que es tan sólo esa definición, el entender lo explícito y el tener la capacidad de explicar qué fue lo leído. Pero hay un momento en el cual de la boca del lector se escapa una exclamación de sorpresa. Ese click, esos engranajes que calzaron a la perfección en su mente, significan una relación de pensamientos que se acaba de formar.
Como una tela de araña, los hilos empiezan a unirse en un punto central, formando una gran red en la que las reflexiones se enredan y se mezclan.
Leer, entonces, es la función principal del ser humano. Es para lo que el hombre vino al mundo.
Se dice que lo que separa a las personas del resto de los animales es su ser racionales, su capacidad de pensar. Pero, ¿Se sabe pensar sin haber leído antes? No. Es leer lo que da contenido a la mente. Sin la tela de araña previa, los pensamientos flotan sin sentido alguno, sin relacionarse con nada, solamente ocupando espacio en la cabeza.
Por otro lado, la característica más importante del humano, además de pensar, es sentir.
Leer permite también conocer las emociones, prepararnos para cuando sea correcto vivir un sentimiento. Sean buenos o malos, los libros transmiten algo, una sensación, esa que nos deja angustiados, felices, sorprendidos, asustados, cuando la historia se acaba.
Es a través de la lectura que ya sabemos cómo enfrentar los sentimientos, tenemos el conocimiento previo necesario para cuando sea el momento de vivirlos en carne propia.
Leer enseña a vivir, a descubrir el verdadero mundo. Esa es la revelación entre el antes y el ahora. Además de aprender a pensar y a sentir, a través de la lectura se conocen realidades distintas, nuevas ideologías, formas de vida que antes no se nos habrían ocurrido.
Leer, finalmente, puede ser muchas cosas. Lo único totalmente cierto acerca de esta maravilla es que transforma al lector en una persona mucho más integral, mucho más interesante que aquel que nunca ha leído.
Paulina Jiménez
Despertar un nuevo Mundo
Muchos de nosotros nos creemos la idea de que sabemos leer, lo que a mi parecer, es erróneo. Ya que si algo he podido ir aprendiendo alrededor del año es que si vemos un libro y decimos que lo leímos, estamos equivocados. Es como un ciclo infinito de creernos algo que no somos, pero hay una forma de poder terminar con él, y la respuesta a esta pregunta está escondida en los miles de secretos que tenemos que saber antes de hacer una lectura (regular).
Leer ahora significa estar un pequeño paso delante de lo que estábamos a principio de año, hablando así de medidas milimétricas. Como punto de partida hay que entender que leer significa poder comprender algo, de la manera que sea, en su máxima forma (razón por la cual creo que pocos saben leer). Al estar fuera de este grupo de individuos que se hacen la idea de leer, puedo ver de mejor manera, que a pesar de podrían llegar a una aproximación, tienen una motivación que los impulsa a seguir “leyendo”.
Si me preguntara a mí mismo que es leer ahora, diría que corresponde a la comprensión de todos los mundos que conocemos, y los que no. Pero el “click” que hay que darle, sería una motivación de por medio, si no estamos en un proceso de búsqueda, al cual vamos a tener que estar conscientes de que ciertas hipótesis van a fallar, o que la conclusión es poco convincente, no lograremos nada.
En la lectura se esconden muchos mundos que podrían ser de mucha ayuda, a la apreciación de nuestro propio mundo, pensando en cada cual. Si algo pude aprender este año, es que para poder leer (todo tipo de lectura) hay que tener una motivación activa, y mucha perseverancia. Y como dato para los pocos que podrían estar leyendo esto, una buena lectura nunca va ir bien acompañada de la flojera.
(Intento probablemente fallido de romper un poco con mi inevitable y elocuente estilo asiático)
“Leer: El camino de crecimiento sin regreso ni escape”
Son minutos como este, tras mi pequeña reflexión sobre lo que es la literatura, en donde me gustaría ver el mundo tras los ojos de otra persona. Me intriga el saber cómo se dirige aquella gente sabia, que ha leído enormes cantidades de libros de todo tipo en su vida, hacia el resto de la humanidad. Pues creo fielmente, que si hay algo fundamental en la lectura es el crecimiento interior, sin vuelta atrás, que esta genera.
A esta conclusión he llegado principalmente gracias a los cambios y experiencias que he vivido gracias a la literatura este año, viéndome guiada por una parte gracias a los distintos pensamientos e historias que libros presentan generando un choque trascendente en el lector. Caso de esto ocurre en escritos de Virginia Woolf: no podemos pensar de la misma forma respecto a las mujeres tras leer “un cuarto propio” o ver de la misma manera elementos presentes en sus escritos como es el “Caracol o “el espejo” pues han generado un impacto en nosotros que no nos permite volver a la inocencia del pasado.
Por otra parte, la estructura literaria y el sello de escritura personal que un texto presenta también genera un antes y un después en nuestro crecimiento literario y nuestra visión de mundo. Podemos apreciar claramente a nivel mundial el impacto de este tipo que genera, por ejemplo, “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” cuya gran y compleja escritura marca un estilo característico en muchísimos textos de diversos autores y que tras leído (o fracasado en el intento) no pasa por alto en ninguna lectura futura.
En síntesis, la literatura cambia la vida y el mundo de toda persona poco a poco. Al leer, nos encontramos en una larga escalera cuyo destino final es incierto, pero que en el fondo anhelamos (y fallamos grandiosamente) sea alcanzar la mente incandescente.
¿Qué es leer?... ¿Qué es ahora leer?
Leer ahora es tener siempre un Caravaggio a mano. Leer ahora es seguir el ritmo de las olas del mar. Leer ahora es sentarse en el Café Müllier con Pina. Leer ahora es cuestionarse ¿A qué se debe esa mancha? Leer ahora es tener el corazón tan blanco. Leer ahora es pedir un taxi con un hombre y adentrarse en la androginia. Leer ahora es meterse piedras en los bolsillos. Leer ahora es rendir mayores atenciones que la mera cortesía. Leer ahora es sentirse un ejército durmiente viviendo una misma realidad. Leer ahora es sentirse una noción, una máscara. Leer ahora es saber definir la risa. Leer ahora es recordar la memoria del agua. Leer ahora es descubrir que estamos hechos de amor. Leer ahora es hacer windsurf y siempre tener el traje térmico en el auto… por si me dan ganas de nadar en la mar. Leer ahora consiste en esperar que el gran pez cese siendo un viejo extraño y “salao.”Leer ahora es escuchar a Nina Simone o desaparecer con la obertura de Tannhäuser. Leer ahora es sentirse un gusano de la vida misma. Leer ahora es ser una débil mental perdida en Argentina, es viajar al alma. Leer ahora es escribirle una carta a mi padre. Leer ahora es sufrir gozando de uno mismo. Leer ahora es reconocer en lo invisible un nivel más alto de la realidad. Leer ahora es cabalgar, cabalgar y cabalgar, no siempre ser soldado. Leer ahora es insultarse a lo Macbeth. Leer ahora es saber que lo hecho, hecho esta (what is done, is done).Leer ahora es perfumarse de Shakespeare y oler a Cleopatra. Leer ahora es sentirse más fuerte que Enobarbo. Leer ahora es volverse Antonio y morir por amor. Leer ahora es ser una almeja iluminada. Leer ahora es descubrir la mente incandescente. Leer ahora es volverse un monomaniaco, precisamente por tanto leer. Leer ahora es reírse con Cervantes de su parodia. Y es que todo esto es leer ahora, es emprender con cada libro un nuevo desafío, una nueva lectura y vencerse a sí mismo. Leer ahora es tomar un lápiz y llegar al párrafo más importante, a la frase más importante, a la palabra más importante, que más me de sentido en ese preciso momento. Leer ahora consiste en darse diez minutos (mínimo) al día a foco cien para otorgarle atención al libro, atención presente en ese mismísimo momento. Leer ahora es confiar, saber que no siempre entenderé todo, pero debo confiar… el libro me guiará al tesoro de cada texto, al tesoro que es su esencia. Leer ahora es sentirse cómplice del escritor o del personaje, sentir y vivir como ellos. Leer ahora es emprender un viaje a un nuevo mundo y como Don Quijote, o Lady Macbeth perder la mente en ello. Volverse loco, perdidamente loco por la LiteraturA.
PD: ¡Que linda foto!
"La lectura y la fotografía, artes más allá de la vista."
¿Qué es leer? ¿Qué es fotografiar? Tanto la lectura como la fotografía son artes que surgen a través de la acción de la vista. ¿Pero, son solamente esto, recibir información por los ojos y enviarla al cerebro? Definitivamente, estas acciones son mucho más que mirar, ambas son artes y se parecen en diversos aspectos.
En primer lugar, tanto en la lectura como en la fotografía lo esencial es el instante en el que se realiza determinada acción. ¿Cómo aprovechamos ese valioso momento? Al sacar fotos, es muy distinto ver un ave volar y apretar el pulsador del celular, a hacerlo con una buena cámara, conociendo la técnica, y manejando así la amplitud, intensidad y luminosidad. La segunda manera permitirá lograr mejor nuestro objetivo: plasmar la realidad en una imagen.
Al leer, ocurre lo mismo. Pasar la vista por símbolos es muy distinto a ir entendiendo lo que se lee. Para lograr realmente leer, debemos saborear cada palabra que el autor ha escrito, he ahí la clave: cada símbolo tiene un significado y es por algo que está en el papel. ¿Cómo logramos entonces comprender? Conociendo nuestra manera de leer. Todo influye en la comprensión de la palabra, desde nuestro entorno hasta el libro. Es muy distinto leer en pdf que con un libro. Debemos estar en una posición cómoda en un entorno que favorezca la comprensión. Si nos ayuda destacar, glosar o rayas, debemos hacerlo.
En segundo lugar, en ambas artes, debemos ver qué hacer con la información recibida y llevarla al pensamiento. ¿A qué se refiere el autor con este símbolo o momento? ¿Qué me transmite el color de esta imagen? En estas dos prácticas debemos cuestionarnos cuál es el objetivo del autor, para esto, luego de haber comprendido, debemos evaluar y analizar lo que hemos leído o visto.
Por último, la lectura y la fotografía son disciplinas que podemos mejorar y mientras más las repetimos, más provecho sacamos de la imagen o de lo escrito. Está claro que en cada nueva lectura que hacemos conocemos algo nuevo, al igual que al fotografiar. Las dos materias se pueden perfeccionar y a medida que lo hacemos, podremos proceder a relacionar y sintetizar. Para esto es necesario paciencia, comprensión y esfuerzo.
Entonces, es así como puedo afirmar que la lectura y la fotografía son artes muy parecidas. Ambas comienzan con el sentido de la vista, siendo este momento imprescindible, y luego de solamente haber mirado, necesitan ser llevadas al pensamiento, es ahí cuando estamos realmente viendo y leyendo. Por último, ambas son mejorables y con práctica y perseverancia llegaremos a ser mejores lectores y fotógrafos.
Quiebra tu cráneo, y abre tu conocimiento.
Así es, rompe tú cabeza, que tu cerebro se raye, se libere y se abra a la exposición de el mundo de otro, porque para mí, eso es leer. Leer no es solo comprender el grupo de palabras, sonidos o colores frente a nosotros, es poder recibir el mundo de quien construyó tal obra, crear una conexión entre ambos entes.
Cuando logres quebrar la barrera para salír de lo común y entrar en el mundo de otro, es necesario que, concentrado, logres analizar lo que está presente, ya sea este expuesto a nuestros ojos, oidos y sentidos o no, porque lo esencial, el propósito, estará escondido detrás de aquellas palabras.
Es la actividad del ser humano más libre y poderosa, dejándonos transitar por todo nuestros pensamientos sin tener miedo alguno, libertad absoluta. Cuando entramos en contacto con la obra de otro, deja que su mundo también pueda transitar libremente por el nuestro, contagiando, recibiendo, ayudando,etc....
Junto a este creamos una nueva realidad dentro nuestra, tan solo imagínese la importancia de lo que hablamos. Poder crear un nuevo mundo a travéz de palabras, sonidos y colores, es magnífico, y junto con este mundo, crearemos algo mucho más alla de lo estético. Crearemos algo que trascenderá para siempre, cada obra dejará algo nuevo en nuestra cabeza y así crearemos lo que llamamos un ser humano, porque con este conocimiento lograremos alejarnos de el caos de la ignorancia y ser capaces de razonar, solucionar, comprender el mundo y...despertar.
Raimundo Contreras
Leer y libertad (y amor)
Si algo ha cambiado sobre mi visión de "¿Que es leer?" a lo largo del año es que de un libro se pueden sacar varias lecturas distintas, distintos puntos de vista, por lo cual decidi intentar defender la teoria de "Leer es libertad" de la siguiente manera, intentaré probar que uno es capaz de hacer lo que sea con la lectura al defender otra respuesta a "¿Que es leer?" y encontrarle sentido, la cual sería "Leer es amar", sin saltarse las cursilerias.
Antes de empezar a encontrar comparaciones entre estos dos conceptos primero habría que decir que leer usualmente se refiere a la acción de comprender alguna forma de expresión y que desarrollar una lectura es un proceso que requiere interpretar lo comprendido desde un punto de vista específico. La primera comparación viene de la cantidad de pasión y dedicación que le dedica al desarrollo de una lectura y al amor, siempre se quiere hacer más, llegar más allá, bordeando en la obsesión, concepto que no es escaso cuando se habla de amor. Por supuesto hay gente que prefiere quedarse con una lectura y desarrollarla aún más, así como también hay personas que prefieren no atarse y exploran varias otras lecturas de forma casual, como se puede ver también en el amor. Por último quisiera mencionar que el leer y el formar lecturas dependen completamente del deseo de querer entender al autor, de ver su punto de vista, en el amor no es poco común que exista ese deseo de conocer, de adentrase en su mundo, de que este proceso haya alcanzado una significancia.
Algunos de los argumentos que uno podría usar para invalidar las comparaciones que hice anteriormente son que, por ejemplo, el amor es posesivo, caracteriztica que no se encuentra comunmente al desarrollar lecturas. Además se podría decir que desarrolle gran parte de las comparaciones en base a un solo tipo de amor.
Para finalizar quiero reiterar que gracias a las experiencias de este año puedo decir que el concepto de "leer" es tan libre y amplio que uno puede desarrollar una comparación que no estaría lejos de ser llamada ridicula y aún encontrarle sentido, por poco que sea. El "leer" es un excelente ejemplo que la gente es libre de pensar lo que sea, aunque este incorrecto.
D 3 $ C I F R A R
Si mi frágil y humana memoria no me falla, la primera vez que tropecé con esta pregunta respondí algo que se asemejaba a alinear los horizontes y que con cada libro uno está constantemente aprendiendo a leer. Ahora, el tiempo no ha modificado completamente mi primera impresión; sin embargo, si me atreviera a responder en este instante esta difícil cuestión diría que leer es descifrar. Descifrar un «algo», un arte tan complejo con cada libro al que uno se enfrenta.
Me arriesgo a decir aquello a partir de la estética de la expresión o mejor dicho por el viejo Borges «el lenguaje es una creación estética» (estética es lo que está dotado de percepción, la percepción de la belleza y su influjo sobre nuestra mente). Entonces, a mi vano juicio, un escrito al estar dentro del mundo de la estética es una obra de arte, la cual al poseer percepción da lugar a múltiples interpretaciones o lecturas tan complejas pues poseen la capacidad de representar una escena de diferentes formas. Ilustrando esto, pongo como ejemplo el verso «Ibant obscuri sola sub nocte per umbram», podría creerse estar frente a un hipérbaton porque «oscuros» caracteriza a dos seres y «sola» representa la noche; mas con ese orden se está mostrando una imagen que, al leerla, nos hace aún más sentido porque somos personas capaces de descifrar el arte al que nos enfrentamos (quizás no todos, como yo que aún estoy intentando adentrarme en ese mar de palabras). En lo personal, me maravillo con cada hoja que ambiciono leer (entendiendo este mal-usado verbo como lo acabo de explicar) del “Viejo y el Mar”, “Macbeth”, “El Hacedor”, entre otros; porque con cada acción de mis ojos, cerebro y corazón se me abre un mundo nuevo, nuevas imágenes llenan mi mente queriendo ser comprendidas que se crean con únicamente veintisiete letras.
Además, a esta asombrosa cualidad que a partir de un mar de caracteres crea algo bello e incomprensible, que uno, humildemente intenta vislumbrar, cabe añadir la característica de entrar en una dimensión atemporal. ¿A qué me refiero? Al leer ciertos libros, poemas, obras de teatro o arte (si lo queremos expresar en una palabra) estamos más allá del tiempo porque estas lograron trascender esta unidad insignificante (para ellos), pudieron permanecer… y por una alegre casualidad se toparon con estos pequeños ojos que ahora intentan explicar un fenómeno tan extraño y a la vez natural. Ergo, el arte trasciende y los libros son arte.
Con todo lo anterior, sólo me queda decir que leer es algo muy humano pero difícil, que ojalá todos pudieran hacer. Reitero, leer es descifrar. Descifrar las verdades, descifrar un mar de estrellas, descifrar las diferentes lecturas que nos muestran unas manos que querían expresarse. Leer, con toda su estética, es lograr descifrar para así observar las escenas que se nos presentan y con ellas representar un mundo nuevo que se renueva con cada portada que uno abre.
Leer... Leer es transformar un desierto inhóspito a algo lleno y fecundo.
Leer, la esencia del alma
Leer básicamente es el elemento que nos permite conocer todo, ya sea algo insignificante o algo extremadamente útil.
Muchas personas creen que leer es principalmente juntar palabras, o como bien lo describe la RAE, "es pasar la vista por un texto escrito y comprender la información que nos da".
Para mí leer es más que eso, leer es abrirse a un mundo de ideas en el cual uno deja que el autor, mediante sus palabras transite dentro de nuestras emociones y sentimientos generando cambios en nosotros mismos como personas.
Leer también nos invita a pensar y reflexionar sobre nosotros mismos, como leímos en el libro "el viejo y el mar" de Hemingway este año; el cual parece (al menos en mi caso) que fue escrito para mí, ya sea como lector o como persona, ya que este libro refleja todos los valores que yo tengo y me pone a pensar: "¿hubiese hecho yo lo mismo? ¿hubiese sentido y pensado igual que el viejo?", lo cual nos convierte y conecta con el viejo y sentimos que la historia nos hubiera pasado a nosotros, reemplazando algunos elementos del libro con eventos esenciales que nos hayan ocurrido a lo largo de nuestra vida.
Leer nos permite viajar a través de nuestros sueños, y vivirlos gracias a este mundo al que nos lleva aquellas palabras, aquellas letras las cuales hemos leído y por lo tanto vivido; lo cual en lo que respecta de mi, me deja tranquilo y feliz, como si al leer hubiese llenado algún vacío de mi vida.
Debido a lo anterior, yo no creo que leer sea simplemente aquella pobre y superficial definición que es " pasar los ojos sobre un texto y comprender lo que nos quiere decir", para mi va mas allá de eso. Aun recuerdo cuando usted, profesor Hernán, nos pregunto si sabíamos leer, y como era de esperarse, todos respondimos que si; pero al momento en que usted nos dijo que solo sabíamos juntar letras para formar una oración con sentido, supe que usted tenia toda la razón, y desde ahí fui aprendiendo lo que realmente es leer, lo cual ya mencione anteriormente.
Yo pienso que leer es vivir el texto, conectarse con los sentimientos y pensamientos del autor para saber que intenta decirnos y porque.
En resumen, leer al menos para mi, es la forma mas sencilla y eficaz de enriquecerse interiormente como persona; "es la forma más pura de conocerse a uno mismo".
Todo lo que dije hasta ahora refleja la diferencia que hay respecto al "que es leer" de principio de año, cuando creía que leer era juntar palabras.
Nicolas Cona- IIIºC
¡Leer es pelear! (parte 1)
Desde principio de año es que venimos tratando de responder a la no tan simple pregunta de "¿Qué es leer?". Es ahora, en el tramo final del año con lecturas de Virginia Woolf y de Shakespeare, cuando de verdad descubrí la respuesta a esta pregunta. Y es que llegué a la conclusión de que leer es pelear, pelear junto con los personajes por la misma causa, es unirnos a ellos en el plano que inventa el autor (la historia de un texto) para luchar, y entender sus pensamientos dentro de la obra, que a la larga reflejan los pensamientos mismos del escritor/autor. ¿A que me refiero con esto? A que leer, además de entender la trama de un texto significa saber porqué el autor escribe ese texto, saber y descubrir que es lo que el escritor le está transmitiendo al lector con aquella obra "x". Y esto solo se logra con experiencia, practica y concentración de tipo foco 100.
Después de todo, eso es lo que inconscientemente hemos trabajado a lo largo del año; desde el escrito de Borges Mi entrañable señor Cervantes donde vemos la perspectiva de él con respecto a la magnífica obra de Miguel de Cervantes, para luego nosotros mismos adentrarnos en este libro y así acompañar al Quijote y a Sancho en sus alocados pero inolvidables viajes por España que siempre dejaban una sabia anécdota para desmenuzar, luego como olvidar la lectura de los Argentinos: envolverme en la cultura del sexo y las drogas de Boedo (Fabían Casas) ; para así, a mediados de Junio acompañar a Hemingway y a "The old man" durante más de cinco días en el mar para simplemente ver al viejo volver orgulloso de su pesca pero triste porque los tiburones le quitaron todo el botín. Ahora pasamos a la segunda mitad del año, en la cual leímos a nada más ni menos que a Kafka y gozamos junto a él, el momento en el cual el zopilote muere ahogado en el cuello de Franz, liberándolo del tormento infernal de sus picoteos, que no metaforizaban nada más que la relación de Kafka con su padre explicada en Carta al padre.
Como olvidar ahora la conversación entre el marquesita y el de Langenau en canto de amor y muerte del corneta Rilque que justo antes de que se despidan para ir al combate, nos cuentan sus deseos de volver a ver a sus esposas una vez más, pero estos anhelos solo son consumidos por el fuego de la guerra, al igual que la bandera del corneta al final de la obra.
Ahora en Septiembre nos adentramos en Virginia Woolf, la cual la leí desde mi cuarto propio… Algo que no tenían las mujeres de la época y que necesitaban según la autora para poder hacer literatura, para poder ser libres en este mundo de hombres dominantes. Finalmente nos adentramos en nuestro último proyecto: Shakespeare; primero observamos a los presagios de las brujas volverse realidad, uno por uno, hasta que llegamos a la muerte de Macbeth, la cual nos dejó abierta la puerta para saborear el juego del amor presente entre Antonio y Cleopatra. A final de cuentas, esto es leer, elevar nuestro horizonte a la altura del horizonte del escritor, y de esta forma involucrarnos con los personajes de la historia.
¡Leer es pelear! (continuación)
Si es que sabemos leer, incluso con los personajes de los libros que no nos llamen la atención nos terminaremos encariñando, si sabemos leer, en plenas situaciones diarias nos acordaremos de algún libro leído, si sabemos leer, podremos aplicar algún tipo de sabio consejo a nuestras vidas para lograr lo que queremos. Porque para mí eso es lo que diferencia un lector de un "no-lector" , el hecho de vivir la lectura: y ese fue mi caso con Kendrick Lamar, luego de presenciar que "Sherane" (su chica) lo botara, y él cayera en la vida de barrio rodeada por el alcohol, drogas y asaltos solo para que su mejor amigo más tarde sea asesinado, él nos muestra que hay una salida a todo esto: "Amor propio". Esto significó para mi entender algo que me tenía en un vació en la vida por diversas razones. Cada uno tiene su obra ilustre, pero sin saber leer nunca la encontraremos. Eso es leer, involucrarse y sentirse identificado con tanto el autor como con los personajes, compartir pensamientos y enriquecerse el uno del otro.
“La belleza de pensar”
¿Existe acaso una sola forma de leer? Según la Real Academia Española leer corresponde a la acción de “pasar la vista por los signos de una palabra o texto escrito, para interpretarlos mentalmente o traducirlos en sonidos”, como si fuese una plantilla que pudiésemos aplicar a todos los textos del mundo. Si leer fuese realmente esto, me cuestionaría profundamente qué hago en este curso de literatura, ya que siguiendo esta lógica, al aprender a leer un libro, podría ya leer todo, perdiéndose así la mente incandescente de Shakespeare y la genialidad de otros grandes escritores entre un sin fin de palabras, ya que los secretos que ocultan cada obra no se podrían distinguir. Sin embargo para nuestra suerte, esto no es así.
Como nos hemos podido dar cuenta durante el año, leer se encuentra a muchos kilómetros de distancia de esta definición, va más allá de esta acción mecánica e incluso más allá de las mismas palabras. La lectura es una manifestación artística, y como tal desarrolla nuestra percepción y nuestra capacidad imaginante, es decir hace trabajar nuestra mente, potencia nuestra sensibilidad estética e intelectual, libera nuestra imaginación y por qué no decirlo, también nuestra creatividad.
El acto de leer podríamos asimilarlo como un viaje, como el que realiza un viejo en el mar en busca de un pez, un viaje a lugares desconocidos e insondables de nuestro universo mental y espiritual, donde experimentamos una profunda expansión interna, hurgando nuestro íntimo y propio infinito, descubriendo, sintiendo, imaginando y creando, todo a la vez, en una “común unión”. De esta forma puedo decir que no sólo leemos textos escritos, también leemos la música, la pintura, la fotografía, y cualquier otra manifestación artística que nos haga recorrer aquel viaje expresado, de expansión ilimitada, personal e íntima, que nos permite percibir y desarrollarnos íntegramente.
No resulta extraño, entonces, descubrir que ciertos vocabularios o códigos propios de los escritores, también se manifiesten en los pintores, en los escultores, etc. Cada obra, poema, novela, pintura, imagen y canción tiene su propio estilo, su intención, sus pausas, en fin, una forma única de respirar. No es lo mismo leer a Shakespeare que leer a Kafka, o que leer un cuadro de Picasso o una melodía de Mozart, en cada caso es distinto, como si fueran puertas con una cerradura que las diferenciara y nosotros poseyéramos la materia prima para confeccionar la llave que las abre y devela sus secretos. Leer es eso, saber dónde mirar, aprender a hacer dicha llave, siendo conscientes de que siempre habrá alguna llave nueva que fabricar porque siempre existirá una persona con aquel impulso interno que lo o la lleve a mostrarnos un viaje que nos presente una nueva visión de la realidad.
Para concluir y respondiendo a la pregunta que planteé en un comienzo, no, no existe solamente una forma de leer, existirán tantas maneras por cuantas personas decidan crear algo digno de ser leído, siendo esta a mi parecer la belleza misma de la lectura, su carácter infinito que nos ofrece infinitas cosas que aprender, ya que el leer nos hace inevitablemente pensar y al pensar aprendemos y no puedo dejar de señalar que no existe nada más valioso y adictivo que la posibilidad de poder pensar, de poder “leer”, de nutrir libre e íntimamente nuestra cabeza y nuestra alma… nada más valioso que la “BELLEZA DE PENSAR”.
"La lectura nos engaña,pero también enseña"
Ahora,para mi,leer es traspasar la barrera de lo cursi,sin menospreciarlo, creo que leer actualmente va más allá de amar, pensar o cambiar un punto de vista, leer es encontrar,descubrir,confirmar y sentir algo que al comienzo es externo y lento,pero que termina siendo una parte nueva de nosotros.
Leer es, en mi opinión,un concepto dual,para algunos es juntar letras,sílabas, palabras y frases hasta formar un texto con cohesión;pero para otros, seres extraños que disfrutan leer cosas que muchas veces no entienden hasta la octava lectura,es subjetivo y tan personal que es difícil de explicar, pero lo que si sabemos, es que como dice un profesor de literatura :"se lee or not".
Porqué digo que leer es encontrar,porque cada libro es distinto, no podemos pretender leer un cuento de Piglia y entender el resto, no hay que ser ingenuo,la lectura engaña,nos hace creer que sabemos mucho, más que la mayoría,pero esta ilusión termina cuando leemos algo nuevo y así se forma el círculo vicioso,cuando se aprende a leer,no se puede parar.
Descubrir... es emocionante, esa sensación de saber que tu pulso de lectura fue tal que pudiste comprender lo que el autor,persona que no has visto nunca,quiere decirte, y no sólo eso, sino wue descubres como te lo está diciendo,porqué y para qué. Al leer,nunca se termina de descubrir, la primera vez de un libro, es distinta a la segunda,y la primera parte de una serie de obras,es un mundo distinto al de las otras si se descubre se gana, pero es un enriquecimiento personal,más no individual,porque intercambiar ideas, muchas veces abre los ojos,porque así como los libros, los lectores somos distintos, pero al mismo tiempo,sólo somos, como dije antes,lectores.
El concepto de confirmar se da al final de un libro o un texto,cuando ya se tiene la idea global,puedes confirmar,tanto tus impresiones como tus certezas.Pero muchas veces, el seguir leyendo,refuta tus confirmaciones, y debes encontrar nuevas.
Cabe recalcar que todo lo anteriormente mencionado es mi opinión,nadie tiene la obligación de estar de acuerdo ni de apoyarla,pero, de todas formas, es un pulso de lectura, y si usted lo quiere intentar, hágalo,porque dicen que si alguien quiere saber, debe leer, pero recuerde querido lector, no hay media acá,se lee o no.
Para terminar, lo invito a encontrar su propio pulso, a encontrar, descubrir,confirmar y sentir en el color y forma que usted desee,esto amigo mío es al gusto del consumidor.Para mi leer ahora es, en síntesis ,saber y aprender,para usted¿Qué es leer,ahora?
LEER ES VOLAR DENTRO DE UN TORNADO
Hojas apiladas. Libros. Frívolamente, juntar letrar, formar palabras. Diversión aburrida. Deserción. Adiós. Uno más.
¿Que es leer ahora entonces? Si antes, en tiempos remotos, era seguir los pasos de Robert Langdon: hoy es seguir los de Leopold Bloom. Ambos humanos, pero con un caminar distinto. MUY DISTINTO. Porque Langdon se mueve en el espacio de todos, de todos los normales, de todos los lavados de cerebro. Se mueve en el espacio frívolo y falto de sentido, en el espacio que tiene tantas cosas, que no tiene nada. Se mueve en nuestro espacio, en el lugar común. Bloom no. Bloom se mueve en el espacio que vemos, pero que no entendemos, Bloom se mueve en la realidad inexistente que si existe. Nos transporta a todos lados, tiene la potencia de un tornado, nos hace volar con fuerza. Toma nuestro cerebro y nuestra vida, la pone en una licuadora y las destruye. Agrega todos los sabores de la tierra, y queda un zumo bastante interesante debo decir [hasta ahora]...
Opción de cada uno será entregarle su cerebro y su vida a Leopold Bloom, a Stephen Dedalus, a Goldmundo, a Mary Charmichael, a Bernardo Rieux, al Caballero de la Triste Figura, a Dorian Gray, a Cleopatra, a Emilio Renzi... A Tchaiovky, a Bach, a Vivaldi. A todos aquellos que sean capaces de levantarnos, de estremecernos y liberarnos de las putas, putas, putas ataduras que me hacen pensar si poner putas o no.
NO PODEMOS CAER EN EL VACÍO.
Y sin leer... pues caemos en el vacío, quedamos en el triste plano de la tierra, en el lugar común, en la tentación banal de la rendición. Necesitamos de un tornado que nos eleve, que nos tome con fuerza y estremezca hasta lo más profundo de nuestras entrañas. Eso es leer ahora, es leer por mientras... El proceso aún no acaba. Leer ahora es poder transformarnos, dejar de lado el mundo y entrar en el mundo [suspender el ego]. Es el ocio que tanto nos falta, es el ocio griego, no el ocio contemporáneo. Es construir la humanidad humana, no la humanidad inhumana.
Es intentar reconocer en lo invisible un nivel más alto de la realidad. Encontrar la libertad en la locura.
Es un proceso que no termina nunca. El paso siguiente será when the tornado mets the volcano.
"Cada palabra es tan profunda, Lepoldo"
Y si bailo sola el Valse Sentimentale, también estoy leyendo. Ahora.
Me gustan los libros con márgenes anchos porque se muestran dispuestos a escucharme, a dialogar con mis anotaciones. Los libros debiesen ser eso, un objeto que dialoga con sus lectores. Escribo en sus márgenes porque sus ideas me quedan más claras al pensarlas con mis palabras o porque a veces no estoy de acuerdo con lo que dicen y quiero que lo sepan. Cuando me acuerdo de otros diálogos, los comparto con el libro, que ya ha tenido la generosidad de mostrarme sus puntos de vista. Al cerrar un buen libro necesito compartir algo de ese diálogo con las personas que conozco. Entonces les cuento lo que leí con entusiasmo, me tomo la palabra y me vuelvo libro. Intento hacer pausas, dejar espacios en blanco para que el diálogo continúe con mi interlocutor, para que sus notas en mis márgenes escriban nuevos libros.
LEER ES COMO UNA TORMENTA
LEER. Cuatro letras, dos vocales, dos consonantes. Se escribe L-E-E-R y pronuncia tal cual, pero soplando un poco en las "e" alargándolas. ¿A quién engaño? La verdad es que leer va mucho más allá de lo que es la estructura gramatical, ortográfica y conceptual de la palabra. Es algo más amplio de lo que nos piden las instrucciones de este ensayo. La lectura aborda tantas cosas, no sólo libros, sino que también personas, movimientos, obras de arte (y solo obras también), fenómenos climáticos, posturas corporales y así podría seguir hasta completar la carilla y media de la prueba. Leer ahora no es sólo tomar un libro y pasar las páginas hasta terminarlo, leer es, a falta de una mejor palabra, ver en "algo" más de lo que apetece a la mirada.
Esta idea es totalmente opuesta a lo que creía a principios de año, cuando leer significa hacer propio un texto. Ahora no entiendo como pude tener una idea tan egoísta y egocéntrica. Si un libro se escribió y existe no es para mí, no es para que YO me entretenga, si no por la necesidad de alguien de descargar sus pensamientos un poco. El que pueda llegar a entender una ínfima parte de lo que dicen las palabras es otra cosa, pero el texto respira siempre a su ritmo.
Lo mismo pasa con el cielo antes de una tormenta. El aire está extrañamente tenso, como cargado de electricidad y el viento peculiarmente calmo. Al respirar hay un olor como esas noche de verano cuando hace frío y la naturaleza está tan silenciosa que lo único que cruza los pensamientos es que está esperando a que pase algo. Y después, viene la tormenta. Magnífica como ninguna otra, única en su propio desastre. Pararla es imposible, lo único que queda por hacer es esperar a que termine con su tiempo y acciones, no hay que apurarla. ¿Como leo una tormenta? Estremeciéndome con cada trueno y relámpago, tiritando de frío con cada gota gélida que riegan las nubes y recordando los sentimientos que tenía antes de que empezara para soltar los todos mientras me dejo llevar por su magnificencia.
De la misma forma que leo una tormenta leo a una persona, leo un libro, aceptándola en su totalidad, dejándola ir a su tiempo. Si eso se logra los resultados son indescriptibles.
Leer ya no es sólo gozar un texto, si no que aceptarlo. Antes leía Shakespeare y pensaba que lo estaba haciendo bien, creía que con entender la frase, traduciendo la de su idioma el mío, era la manera de hacer las cosas. ¡NO! Si W.Shakespeare escribió no lo hizo para que yo lo cambiara, tampoco le hicieron Lewis, Woolf o Kafca. A ellos mi idioma les importaba bien poco (si no nada), porque no crearon las obras que crearon para mi, escribieron para ellos y lo único que me queda a mi es respetarlo, lo único que me queda por hacer, eso oler la lluvia, dejar que la electricidad me atraviese el cuerpo y esperar la tormenta.
Martes es día manso. Miércoles es pesadilla. Las cuerdas vibraban empujando el viento, que olía a casa de madera. El sonido suave vibraba grave sin embargo en el pecho. La melodía fluye con el tiempo, como las notas de las hojas al quebrarse bajo mis pies, como el canturreo nervioso de los árboles. Todo alaba a Dios en armonía, y todo ocurre en el Caos. Aquel Miércoles la música terminó. Fue cambiada por aquel silencio angustiante, que besa mi corazón destruido, enrojeciendo sus labios con aquel vino eterno. Solo, sentado al borde de mi cama, mirando un zapato, con los ojos saltándome. Tornillo en el cerebro, no hay nada. Puto silencio, ¡Cállate!.
Saludos,
Ministro de Nada
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