Wednesday, July 24, 2013

José Donoso. No se oye padre.


Diga todo lo que sepa sobre la sociedad chilena,
aunque no quiera escucharse a si misma.
¿Que opinaría hoy- Don José oso- sobre la derecha chilena?
¿ah? y bueno Este domingo. Otro día ueks.

25 comments:

Unknown said...

A lo mejor Don José oso querría que alguien asistiera a la derecha chilena como la abuela ayudaba a la Rosita Lora.
Me pareció un libro conmovedor y me recordó un poco a cien años de soledad en la forma de escribir, el cómo mezclaba voces, narradores y temas, y a Toy Story por cómo veía el jugar y la infancia. Cada una de las tres partes es una de las etapas de su domingo: "En la redoma" es la llegada y los rituales de partida del sábado, "los juegos legítimos" son exactamente eso, los juegos sumamente imaginativos de los niños y todo el mundo que crearon (lo que me resuena a Huidobro), y "una noche de domingo" relata cómo terminó este maravilloso proceso de creación y diversión semanal.
Supongo que los juegos ilegítimos serán entonces los intentos de copiar a sus padres de Magdalena y Alberto o los juegos que requisaba y prohibía la abuela. Ueks era el pueblo creado por Mariola Roncafort: "gente increíblemente bella y dotada, tan rica y atrevida, que los demás sólo pueden amarlos", pero los adultos lo empezaron a usar como sinónimo de agraciado y cuico. Y podría afirmar con un 92,3 periódico porcentaje de seguridad que el cuadro del mirador es "Inter Artes Et Naturam" de Pierre Puvis de Chavannes.

Pedro León Wielandt said...

Creo que si José Donoso diera su opinión sobre la derecha chilena diría algo así como: "se creen de lo más ueks, hablando sobre sus asuntos de los hombres-hombres y desprestigiando a esa señora gordita que se parece a la Rosita diciéndole que pertenece a los cuecos".
De las tres partes que leí puedo decir que toma una excelente radiografía de la actual clase alta chilena, tal vez con un par de matices(los hombres-hombres, los cuecos, ueks, etc.); transmite de una forma poética la visión onírica que tienen los niños de aquel mundo en donde es tan difícil separar lo fantástico de lo real.
Me conmueve porque toca parte de mi infancia, evoca el recuerdo de aquello que fue costumbre, de el cambio de lo grandioso de las cosas con el paso del tiempo. Me parece que los juegos nunca terminan en la casa.

Alfredo said...

La sociedad chilena odia verse reflejada, odia reconocerse, porque al ser tan intolerante, no se tolera a si misma. La clase alta chilena y los variados matices que esta puede tomar no difiere tanto de las otras clases, todas tienen sus limites, costumbres y formas de vida estructuradas de una u otra manera. A fin de cuentas, esta todo segregado y segmentado no importa para donde se mire; por ello la sociedad chilena no quiere escucharse a si misma.
Donoso, desde su perspectiva habría opinado como lo hace un niño, para él son todos conocidos unos con otros: unos ayudan, otros trabajan, otros vagan, otros juegan. Son todos parte de una misma sociedad, que aunque este segregada, a fin de cuentas todos tienen algo en común; la muñeca, la abuela, la Mariola,la Rosita, etc.

Benjamín Villa said...

me impresiono lo desordenado y extraño que Donoso escribe. Pero lo raro de esta situación, aun en la cual uno se pierde (o por lo menos a mi) dentro de la lectura, que uno se siente profundamente reflejado en las circunstancias. Entre el desorden existen tantos detalles excelentes (muchos de los cuales ya están escritos en los comentarios de los demás) que me perdí muchos, pero no me gustaría releer el libro en estos momentos porque o si no lo mato. Su momento de relectura debe ser semejante a su lectura original.

Sofía Pinedo said...

Me intriga mucho la manera en que José Donoso va dando forma al libro. Que forma más brillante de identificar al desocupado lector del flojo lector. Estoy segura de que muchos se perdieron tratando de seguir el hilo del relato, tanto el espacio-temporal como el de los personajes, porque este magnífico autor, mezcla, y no deja de traspasar el pensamiento de un personaje con el de otro para así poder contar de forma más expedita y sin pausas esta historia de las empanadas, de los rituales familiares, de los niños y de las relaciones entre los personajes que conforman la historia. Además de este juego de puzzle, pude identificar que cada personaje calza a la perfección dentro de lo que es la sociedad chilena, y yo creo que es ese el fin al que hay que apuntar: buscar la asociación entre nuestros personajes y los que crea Don José Oso, entre el ahora y lo que fue anteriormente. ¿Quién no se imaginó a alguien "ueks" al momento de leer el significado que poseía? ¿Quién no encontró a una Chepa, una Violeta, un Maya o una Mueñeca? ¿Quién no se identificó con los niños que pasaban los fin de semanas entretenidos en la casa de la abuela? Yo por lo menos, no dejaba de imaginarme mi infancia cuando se describían los distintos pasajes y personajes.
Es un libro que en lo personal, aparte de identificarme, me muestra la cara escondida de la sociedad, la máscara que ocupan las clases sociales para ocultar sus realidades, siendo la más evidente la clase alta. Más allá de la historia, me gusta pensar que el libro se enfoca en como la vida nos va enseñando y demostrando que las diferencias entre la sociedad se ven marcadas por un estatus, pero que al fin y al cabo, no es más que una separación sociocultural limitada por el dinero, la educación y el lugar donde vivimos.

Anonymous said...

el libro me pareció muy interesante, los cambios temporales , el cambio de narrador y el proceso en el cual los personajes logran un crecimiento me pareció muy atractivo desde un principio.Me intrigó mucho la manera en que cuenta la historia, logró crear una manera precisa en donde pudo contarlo todo sin dejar ningún cabo suelto creando una mezcla perfecta entre infancia y vejez.
además los personajes del relato podrían llegar perfectamente a calzar con el estereotipo de la sociedad chilena de ese entonces.

Ignacio Paci

Anonymous said...

Si hoy me preguntan, yo diría que "Este Domingo" debería ser incluido en el plan de lectura obligatorio escolar. No he encontrado hasta ahora un relato que personifique mejor a las distintas clases sociales del Chile del siglo XX. Pero claro, en los ambientes carmonideos en los que nos desenvolvemos resulta espeluznante la idea de una novela que toque justo en el clavo de las inseguridades de la oligarquía tradicional (precisamente el génesis de varios de nosotros. Oh, qué casualidad), esa que se muestra siempre segura y superior a los problemas mundanos del resto de la sociedad. Ahí entra Don Oso. Siendo él un uek de tomo y lomo, logra comprender la fragilidad de su estrato, que vive gracias a un sinfín de máscaras y a expensas del pueblo llano.
Confieso haber comenzado mi lectura de forma acelerada, como me pasa la mayoría de las veces. Sin embargo, ya mientras el discurso transcurría y fermentaba, fui dándome cuenta de que la historia de don Álvaro(ito) Vives, de la Chepa, de la Violeta, no es más que mi historia. Es nuestra historia. Corresponde a mi punto de vista, a un estudio sociológico de primer nivel, que incorpora desde los más mínimos detalles como las comidas y las vestimentas, hasta críticas profundas a la desigualdad latente en nuestro país. Todo acompañado con una rica empanada de pino. ¿Qué mejor?

Raimundo Gálvez

Joaquín Jara said...

Cuando leí a Donoso venía con la idea de un típico libro chileno (está demás decir que signifia esto), donde no costara nada entenderlo y donde la simpleza reinara. Al leerlo me di cuenta que era totalmente lo contrario, Donoso no nos da una "casa" donde "refugiarnos" para tener una lectura simple, sino que nos deja en medio de la intemperie, desconcertados, sin saber a donde ir ni que pensar, donde cada paso es una experiencia nueva. Simplemente quede impresionado con Donoso.
Aun así, el libro no fue de mi total agrado, pero soy capás de reconocer un texto que representa a la literatura de tan buena forma.

Matías Zañartu said...

En mi lectura encontré a un Pepe muy detallista y con la gran capacidad de hacer que veamos parte de la realidad en la que vivimos, a mi me hizo recordar mucho rato a mis abuelos y me parece casi imposible que alguien me diga como son mis abuelos sin siquiera saber quienes son. En todo caso admito que me costo un mundo leer este libro tal vez por que la forma de escribir de Pepe no me acomodo. Ame a los ueks, no se si por que me recuerda un poco a los juegos que tenia con algunos primos cuando chico o si por que simplemente esta muy bien hecho y da la impresión de estar en una tierra fantástica al dejar de lado los problemas del mundo adulto. Aun que este libro fue un GRAN desafió para mi, finalmente me alegra haber llegado hasta "una noche de domingo" ( o una tarde? no me acuerdo) y ver todas las metáforas que al final del libro enlazan entre si, el hecho de que todo caiga tan perfectamente entrelazado fue lejos lo que mas me gusto.

Anonymous said...

la complejidad de la sencillez y la belleza de lo cotidiano, para mi eso fue Donoso. un libro que me hizo viajar hasta mi infancia, hasta mis domingos, José tiño de sepia mis lecturas esa añoranza por lo que no está, una nostalgia profunda... Esas metáforas tan sutiles como el lunar del Maya con la saltadura de la tetera. Un crack, para mi, entre mis libro preferidos. Rosario Battaglia

Cristóbal Calaf said...

Para mi, la historia de Donoso, no me asombró en grandes rasgos (tal vez si hago una relectura cambie mi opinión), pero tengo que admitir que en su novela, él tiene la capacidad de hacernos entrar en su historia y hacernos disfrutar de un placentero almuerzo familiar en un domingo cualquiera, o sumergirnos en un mundo creado por niños; para mí es inevitable recordar mi infancia en paralelo a la historia, y creo que no soy el único que le habrá pasado esto cuando leímos el libro. Además me impresionó que siendo una historia que en un comienzo no tenía nada de especial, fuera avanzando de tal manera que los hechos cambien subitamente, haciendo que el lector se interese cada vez más.

Romina Yacometti said...

Hace mucho tiempo que no me había encantado tanto un libro hasta el punto de leerlo dos veces, como lo hice con "Este Domingo" de Don Oso. El cambio de narrador y de tiempo me atrapó. Admito que siempre me han llamado mucho la atención el tema de las máscaras, de las paredes y todo lo que tiene que ver con el secreto de lo que se oculta detrás de estas; la verdad que siempre ha estado pero que pocos saben, y que casi nadie se atreve a asumirla y mostrarla.
Jamás espere encontrarme con todo esto en la novela, hablándonos de una verdad tan cercana, que incluso es nuestra y que tal vez ni siquiera nos habíamos dado cuenta, o peor aún que escondemos. Pero José Donoso no se queda atrás y nos muestra a la Chepa, a la Violeta, a Don Álvaro, a Maya, personajes que siempre son los mismos, pero dependiendo de cada persona de la sociedad chilena se hacen llamar distinto.
Leer “Este Domingo” es como abrir el baúl de juguetes de tu infancia, ese minuto exacto cuando piensas en tus recuerdos y niñez que ya no están. José Donoso es definitivamente un chileno "ueks".

Anonymous said...

De "Este Domingo" quiero rescatar el elemento que más me atrapó del libro, el proceso en búsqueda de un fin. Creo que la razón de porque me atrae más que otros es porque de cierta forma lo estoy viviendo actualmente.
La búsqueda de un fin, que como dije, lo estoy viviendo actualmente preparando “un futuro”. El libro me hace cuestionar si es más importante una meta o un camino y esto me encanta, los libros que no solo te entretienen sino que también te dejan pensando…

Francisca Varas

Anonymous said...

Excelente libro, excelente escritor.
Ya está bastante dicho, me gustó lo dinámico del cambio de narrador y línea temporal. La inocencia de los niños que tan bien supo mostrar, esa magia en lo que es para nosotros tan cotidiano. Las costumbres chilenas (el hombrecito) que identifican profundamente y logran sacar a la luz la crisis que vive la sociedad chilena. Sacó lo que había por ahí escondido y le sacudió un poco el polvo, le echó una ojeada. Y lo que personalmente me llamó más la atención fueron los olores; fue un olor a empanada constante.
Isidora Fuchs

Sebastián Pérez said...

Simplemente excelente. Lo disfruté tanto que sentí que era el libro perfecto para mi, como si dos engranajes encajaran perfectamente y funcionaran con una perfección inalcanzable en el mundo real. Me gustó enormemente la tipografía del libro, el tamaño de la letra y el olor de las hojas mientras leía en las mañanas del fin de semana, especialmente del domingo, porque el lunes tenemos clases de literatura.

Creo que la mejor forma para que un lector se conecte y entienda un libro por muy difícil que sea es que se sienta identificado por lo que se narra; Y eso me pasó a mí.

Sebastián Pérez

Francisco Bernedo said...

Que el libro es curioso por la forma en que se organiza, es un hecho. Como también muestra que es un hecho la repudiable forma de vida de la clase alta de Chile, en la que nos vemos insertos. Aunque no queramos admitirlo, sabemos que nos parecemos a alguno de los personajes en uno de sus lados oscuros. Siempre he sentido que mi familia promueve la falsa caridad, aunque no sea la misma que la de la Chepa, pero en esos momentos en que la Chepa pensaba y se convencía a si misma de lo buena persona que era, no podía si no pensar en mi, mis padres y abuelos. Al decirlo así suena realmente mal, pero es verdad, que se le va a hacer...

No voy a decir que es un libro excelente, ya se ha repetido mucho, pero lo que si, es que por mi forma de leerlo (probablemente no la correcta, lo siento profesor) no encontré el pulso que usted nos recomendaba, por falta de organización, y terminé leyendo una porción no menor muy aceleradamente. Reconozco el error, pero me alegra saber que por las condiciones en que lo leí, desarrollé una lectura que estoy seguro no podría haber encontrado en condiciones normales y esto me hizo encontrarle una gracia inesperada que me dejó más que satisfecho.

Siento que por primera vez me resulta tener MI lectura, no la de alguien más en otras palabras.

Valentina Leyton said...

José Donoso supo decirlo todo, desde el mas sencillo detalle. Supo ver lo complejo dentro de lo simple y transportarnos a cada uno a un tiempo distintos de nuestras vidas, difícilmente vamos a encontrar a un chileno que no se identifique con alguna parte de este libro. Los detalles que resaltan del libro son los que le dan forma a su lectura y el paso del tiempo dentro de este fue lo que me llevo a leerlo como una historia de tiempo real. Dentro de su desorden encontré mi orden. Definitivamente un libro para releer, un libro colosal.

Joaquin Cruz said...

Con este domingo de Donoso quizas pude ver reflejado una mejoría en torno a lo que conciste mi lectura personal. Siento que alfín pude lograr una lectura cien por ciento propia. También me doi cuenta que voi generando un pulso de lectura mas continuo con lo cual pude aprovechar mas este libro. "And finally", el hecho de presentar una mismas idea dentro de personajes distintos lo encontre genial y fue lo que segundo mas me llamó la antención. Lo mas llamativo el nombre.

Unknown said...

Leer este Domingo fue uno de esos pequeños gustos que uno se puede ir dando. No logro encontrar exactamente el ingrediente que hace a este libro un eterno deleite a los ojos, pero me aproximo a concluir que es la mente de Donoso la única culpable de esto. Cada palabra en su lugar, aún cuando parecen no estarlo. Cada detalle colocado meticulosamente entre las líneas, aún cuando aveces se queda entre estas. La baldosa,el lunar,la salpicadura de la olla,elementos colocados silenciosamente pero que producen un ruido tremendo.Donoso juega con nuestra concentración, con nuestro pulso de lectura, al punto en que seguirle el juego es una parte más de una lectura bien hecha.Me gustaría detenerme un segundo en la escena en la cual la Chepa se encuentra en la población y se ve acosada por unos niños. Creo firmemente que este es uno de los relatos mejores logrados de toda la historia: el modo de traspasarnos esa angustia, esa incertidumbre, que no nos deja en paz, que no se cansa. Donoso se transforma en al Chepa, y nos transforma a nosotros en ella. ¿Podríamos tener quizás un poco de Donoso dentro nuestro?

“El hombre en el umbral fuma…, lo ha visto antes. En otra parte de la población. Varias veces. Como si su largo recorrido no fuera largo, sino en espiral, pasando siempre por las mismas partes, delante de las mismas puertas, siempre delante de este hombre fumando su cigarrillo en el mismo umbral”…

Anonymous said...

Por qué escribir tanto si solo hace falta disfrutarlo, no vaya a ser de que nos volvamos viejos pensando y tratando de llegar al final sin ir disfrutando el camino o el viaje y cuando estemos ya crecidos, con nietos y amargados, nos demos cuenta de cómo arruinamos las cosas y de la saltadura negra de la teterita...
Me quedo con esta enseñanza de Donoso, gracias.
Michella Mascarello

Anonymous said...

Siendo uno de los mejores novelistas chilenos, con obras como Casa De Campo o El obsceno pájaro de la noche, probablemente se avergonzaría de que CONICYT invierta en discusiones como:

http://www.conicyt.cl/wp-content/uploads/2013/09/Programa-Coloquio.pdf

Los títulos son bastante divertidos, probablemente salieron de este otro lugar:
http://www.yeray.com/generador/

Riase y disfrute ;)

Jiménez said...

Jajajajajajajaja.
Que buen título.
Jijijijijijijiji.

Anonymous said...

Puede que el misterioso Jan Hydejeck este detrás de esto. Finalmente pude encontrar una respuesta a mi investigación sobre la biblioteca de Vila-Matas.

Nefelibata said...

Como siempre, un gustazo compartir con José, realmente es como estar en casa, cálido y acogedor.

"Un calzar de dimensiones, un reconocer el significado de los olores, de los colores en este sector del universo que era mío"

Gabriela Hernández said...

Veo a José Donoso siendo más allá de un escritor, es un verdadero sociólogo y psicólogo que estudia a los chilenos, y luego nos da a conocer sus concusiones y los resultados de sus observaciones en sus libros, particularmente en “este domingo” creo que su grandeza radica en la capacidad de interpretar y criticar la sociedad chilena de una forma poco común, simple pero con un toque de sarcasmo e ingenio.
Sin embargo pienso que si una persona no ha vivido el tiempo suficiente en chile o simplemente no es chilena no entenderá la importancia del libro, no se entretendrá tanto, no se sentirá identificado y no se encantara con el libro.

Mi parte preferida fue la de la letra en cursiva, me gusto porque me senti mas identificada y jose donoso logro expresar lo que en cierta forma viví y senti cuando era pequeña o incluso ahora tambien.