Basta señora arpa de las bellas imágenes,
de los furtivos comos iluminados.
Otra cosa, otra cosa buscamos.
Sabemos posar un beso como una mirada
Plantar miradas como árboles...
Este blog está orientado a trabajar con los estudiantes interesados en la literatura.
Wednesday, August 29, 2012
¿Ficción o realidad? (Mentira/verdad)
"En 1981 la junta militar del golpista Pinochet prohibió la obra cervantina en Chile porque el general creía, con toda razón, que contenía un alegato en defensa de la libertad personal y un ataque contra la autoridad convencional."
"La literatura es esencialmente lo contrario del dogma y consiste en preguntas, no en respuestas. Lo importante es permitir al pensamiento que corra por donde quiera" No se si nos miente tanto acerca de como ver una lectura, y tampoco estoy tan seguro de que haya mentido acerca de Pinochet. Lo que más me llama la atención es que todas las fuentes que encontré para corroborar esa información provienen de Alberto Manguel. Esto no se detiene, la lectura avanza y no le seguimos el paso ¿Acaso este tipo tiene afinidad con la tendencia Pinochetista? ¿Quiere elogiar al Quijote o al general que lo prohíbe?
Jorge Luis Borges no ganó el premio Nobel por cierto motivo, además de que Alberto Manguel fue gran discípulo de B. PD: intento no insinuar nada, solo me parece interesante las conexiones que se pueden lograr.
"De muy jóvenes nuestra lectura es más exigente, menos contaminada de cultura. Rechazamos o elegimos un libro por razones íntimas, y también nos sentimos capaces de corregirlo, salteando partes que nos aburren y mejorándolo en nuestra memoria. Más tarde nos dejamos llevar por el "qué dirán" y por el ejemplo de los otros"
Siento esta frase muy cercana y concurrente entre todos nosotros, e incluso en el mundo. Puede ser que Rimbaud haya dejado la literatura por eso, pero lo cierto es que uno nunca tiene más transparencia al momento de leer su primer libro.
Sobre lo que dijo Manguel acerca de Pinochet, se dice que es un mito callejero, y que pese a la prohibición, la población siguió leyéndolo en los colegios.Alberto habla de esto en su libro A History of Reading y lo sitúa como ejemplo de la historia que el Quijote ha tenido que recorrer a través de América Latina.
"La ficción me ha interesado siempre pero no me atreví con ella durante mucho tiempo porque inventar historias es mucho más difícil que trabajar con historias ya inventadas, como he hecho cuando he escrito ensayo. Pero hay ciertos aspectos de nuestra realidad que son más eficazmente explorados a través de la ficción. Puede revelar ambigüedades más profundas, matices más sutiles que el ensayo, que, de alguna manera, bien que mal, debe atenerse a los hechos, a la información que es dada" esta es una respuesta dada por Manguel cuando le preguntaron sobre las cosas que le ofrecia la ficción y que la realidad no le podía dar. viendo esto con la afirmacion de la prohibición de Pinochet, me parece que es verdadero pues este temia que las personas al leer descubirera ciertos matices ocultos sobre la realidad ocultos en esa ficcón, tal como porpone Alberto.
"Hoy la lectura y el acto intelectual no tienen prestigio, lo que tiene importancia es ser banquero"
Esta frase del Tito la encontré en nadando en internet, que tiene mucha concordancia con lo decido en clase y con lo que pasa hoy, el texto en que encontré la cita da un dato nuevo sobre manguel, manguel vivió 20 años en Canadá
“The great peril of our existence lies in the fact that our diet consists entirely of souls.” “El gran riesgo de nuestra comunidad está en el hecho de que nuestra dieta consiste completamente de almas.”
Las palabras son a Manguel, lo que la aurora borealis es a los Inuit. No es que Manguel sea un mentiroso, simplemente es un “hacedor de ficciones” . Construye lentamente su sociedad a base de contrastes y palabras; diferencias e identidades. Pinochet no tuvo que haber prohibido el Quijote para que Manguel supiera que, en caso de que Pinochet hubiera entendido el Quijote, lo habría prohibido instantáneamente. Son “(…)ficciones inventadas, resultado del descubrimiento de verdades sociales históricas que pueden otorgar realidad al mundo por medio de las palabras. En un profundo sentido literario, tienen que ser verosímiles”. Él nada más está construyendo una realidad verosímil, por medio de palabras que crean ficciones, para mostrarnos nuestro propio mundo que sin esos juegos de palabras que parecen mentiras , no lograríamos visualizar. O quizás simplemente estoy defendiendo lo indefendible, no tengo idea. Por muy parecidos que me puedan parecer el caso de los Inuits con el de Manguel, creo que los primeros lo superan a ballenas de distancia. Su creación de ficciones a través del tema de las luces y las almas, si bien para una civilización avanzada (já) como la nuestra, resulta nada verosímil, dentro del yo creativo o imaginario de un pueblo que vive conociendo la belleza de la monotonía de colores, logra llegar mucho más profundo, mucho más cerca a esa identidad pérdida, de lo que lo logran las ficciones creadas a través de las palabras criadas por Manguel. Quizás, es ese hombre primigenio que tenemos dentro (no todos, claro; a algunos se les atrofió), el que nos hace escuchar mejor a los colores que a las palabras.
"Ser lector significa asumir un poder extraordinario: el poder mágico de encontrar en esa biblioteca universal palabras para nombrar nuestra propia experiencia."
"Me he sentido abrumado durante dos días por una escena de Shakespeare (la primera del acto III de El Rey Lear). Este tipo va a conseguir que me vuelva loco. Los otros, más que nunca, me parecen unos niños a su lado. En esta escena, todo el mundo, al límite de la miseria y en un total paroxismo, pierde la cabeza y desvaría. Tres clases diferentes de locura aúllan a la vez, mientras el bufón bromea, cae la lluvia y resplandece el trueno. Un joven señor, a quien hemos visto rico y hermoso al principio, dice esto: “¡Ay!, he conocido a las mujeres, he sido arruinado por ellas. Desconfiad del ruido ligero de su vestido y del crujir de sus zapatos de raso, etc.” ¡Ay, poesía francesa, que agua más clara, en comparación! ¡Cuando pienso que seguimos con los bustos! ¡Racine! ¡Corneille!, ¡y otros poetas de ingenio, aburridos hasta reventar! ¡Me pongo a rugir! Querría (aún cita del viejo) “triturarlos con un mortero, para pintar después con los residuos las paredes de las letrinas”. Sí, me he trastornado. No he hecho más que pensar en esta escena del bosque en que se oye a los lobos aullar y en el que el viejo Lear llora bajo la lluvia y se arranca las barbas al viento. Cuando se contemplan estas cimas, uno se siente pequeño: “nacidos para la mediocridad, estamos aplastados por los espíritus sublimes”
Gustave Flaubert Domingo noche, 29 de enero de 1854 Carta a Louise Colet
<<(...) A mediados del siglo XVII en los jardines de la escuela cisterciana de Port-Royal, el adolescente Jean Racine leía la antigua novela griega de Heliodoro, Los amores de Teognis y Caricles, cuando su supervisor, indignado de que el muchacho se ocupase de cosas tan mundanas, le arrancó el libro de las manos y lo echó al fuego. Racine consiguió un segundo ejemplar que también fue descubierto y condenado. Entonces compró un tercer ejemplar, lo leyó hasta el final, y se lo entregó a su supervisor con estas palabras: “Podéis echarlo al fuego también. Ya he aprendido el texto de memoria”. El 29 de enero de 1854, por la tarde, Gustave Flaubert le escribe a su amante, Louise Colet, para contarle que está leyendo El Rey Lear de Shakespeare como si fuese una novela. “Estuve como aplastado durante dos días por una de las escenas, la primera del tercer acto. Este tipo me va a volver loco. Más que nunca, todos los otros me parecen niños a su lado”, confiesa Flaubert. El 25 de agosto de 1959, Adolfo Bioy Casares le cuenta a su amigo Jorge Luis Borges que está empezando a leer Guerra y paz. “Cuesta entrar”, le advierte Borges. “¿Es un novelista muy hábil? ¡Qué va a ser! Yo creo que lo mejor es leer todo lo que se refiere a la guerra”. Y agrega sarcásticamente: “Pero entonces te perdés el idilio…”. Tres lectores ilustres, tres modos de leer el mundo.(...)>> Si es que Alberto Manguel logra reconocer como estas tres grandes mentes leen, me pregunto: ¿por qué no podría reconocer como leyó Pinochet al Quijote? Por otro lado, nuestro querido A. Manguel escribió un libro llamado “Todos los hombres son mentirosos”, donde tiene diversos narradores, cada uno con su versión de la historia, cada uno tiene una impresión de ella, pero narran los mismos elementos en común. No es que estén inventando las cosas sino que cada uno vive las cosas de un modo distinto … ¿No será que Manguel tuvo la impresión de que Pinochet iba a prohibir el Quijote y que eso lo tomó como su verdad del momento?
PD: ¿Por qué es que siempre llegamos a Vila-Matas (en estos momentos a través de Flaubert) o a Bloom (a través de Shakespeare)? ¿Le habrá dicho Vila-Matas a Manguel acerca de la carta de Flaubert a su amante? O ¿esa carta está guardada en su biblioteca de 50.000 volúmenes? PD2: Hubiera sido muy interesante escuchar una conversación entre Bloom y Flaubert si es que hubieran vivido en la misma época. Tal vez Shakespeare los hubiera enloquecido y existiría, hoy, un síndrome de Shakespeare.
"Nuestros libros darán testimonio a favor o en contra de cada uno de nosotros, nuestros libros reflejan quiénes somos y quiénes hemos sido, nuestros libros contienen la cuota de páginas que nos ha concedido el Libro de la Vida. Por los libros que llamamos nuestros seremos juzgados. Lo que convierte a una biblioteca en un reflejo de su dueño no es sólo la selección de títulos, sino también el entramado de asociaciones que implica su elección. Nuestra experiencia se levanta sobre la experiencia, nuestra memoria, sobre otras memorias. Nuestros libros se añaden a otros libros que los trasforman o los enriquecen, que les otorgan una cronología distinta de la que encontramos en los diccionarios literarios".
Dime lo que lees y te diré quién eres. Simplemente lo que Alberto Manguel caracteriza como un lector ideal, aquel que ve en su biblioteca su viva autobiografía. Y respecto a Pinochet y el Quijote, se dice que es ficción, pero a pesar de ello, Pinochet debe haber pensado en prohibirlo, y de esa manera, tal como dijo Manguel en "Cómo definir al lector ideal", se convirtió en el lector ideal del Quijote.........¿Era Pinochet un soñador?
Respecto del comentario de J. Bao: cual es el rasgo definitorio de la literatura (la poesía) según Aristóteles? En su poética leemos: "No es tarea del poeta contar lo sucedido, sino lo que podría suceder y lo que es posible según la verosimilitud o la necesidad. Pues el historiador y el poeta no se diferencian por escribir en prosa o en verso (...), sino que se diferencian en que uno cuenta lo que ha sucedido y otro lo que podría haber ocurrido." Al poeta corresponde hacer proliferar los diferentes "jardines que se bifurcan", dar cuenta de ese "no ocurrido" que, como dice Javier Marías, es un fantasma que nos define aún más que las cosas que efectivamente han pasado. Ahi tu "hacedor de ficciones" ya definido por Aristóteles hace más de 23 siglos.
Por el contrario, me gustó mucho el comentario de Javi Bao, y me pareció que quedaba tan bien con ese datito que había que contárselo. Muy seca. Saludos!, L.
13 comments:
"La literatura es esencialmente lo contrario del dogma y consiste en preguntas, no en respuestas. Lo importante es permitir al pensamiento que corra por donde quiera"
No se si nos miente tanto acerca de como ver una lectura, y tampoco estoy tan seguro de que haya mentido acerca de Pinochet. Lo que más me llama la atención es que todas las fuentes que encontré para corroborar esa información provienen de Alberto Manguel. Esto no se detiene, la lectura avanza y no le seguimos el paso ¿Acaso este tipo tiene afinidad con la tendencia Pinochetista? ¿Quiere elogiar al Quijote o al general que lo prohíbe?
Jorge Luis Borges no ganó el premio Nobel por cierto motivo, además de que Alberto Manguel fue gran discípulo de B.
PD: intento no insinuar nada, solo me parece interesante las conexiones que se pueden lograr.
"De muy jóvenes nuestra lectura es más exigente, menos contaminada de cultura. Rechazamos o elegimos un libro por razones íntimas, y también nos sentimos capaces de corregirlo, salteando partes que nos aburren y mejorándolo en nuestra memoria. Más tarde nos dejamos llevar por el "qué dirán" y por el ejemplo de los otros"
Siento esta frase muy cercana y concurrente entre todos nosotros, e incluso en el mundo. Puede ser que Rimbaud haya dejado la literatura por eso, pero lo cierto es que uno nunca tiene más transparencia al momento de leer su primer libro.
Sobre lo que dijo Manguel acerca de Pinochet, se dice que es un mito callejero, y que pese a la prohibición, la población siguió leyéndolo en los colegios.Alberto habla de esto en su libro A History of Reading y lo sitúa como ejemplo de la historia que el Quijote ha tenido que recorrer a través de América Latina.
"La ficción me ha interesado siempre pero no me atreví con ella durante mucho tiempo porque inventar historias es mucho más difícil que trabajar con historias ya inventadas, como he hecho cuando he escrito ensayo. Pero hay ciertos aspectos de nuestra realidad que son más eficazmente explorados a través de la ficción. Puede revelar ambigüedades más profundas, matices más sutiles que el ensayo, que, de alguna manera, bien que mal, debe atenerse a los hechos, a la información que es dada"
esta es una respuesta dada por Manguel cuando le preguntaron sobre las cosas que le ofrecia la ficción y que la realidad no le podía dar.
viendo esto con la afirmacion de la prohibición de Pinochet, me parece que es verdadero pues este temia que las personas al leer descubirera ciertos matices ocultos sobre la realidad ocultos en esa ficcón, tal como porpone Alberto.
"Los argentinos son uruguayos con complejo de su superioridad"
"Hoy la lectura y el acto intelectual no tienen prestigio, lo que tiene importancia es ser banquero"
Esta frase del Tito la encontré en nadando en internet, que tiene mucha concordancia con lo decido en clase y con lo que pasa hoy, el texto en que encontré la cita da un dato nuevo sobre manguel, manguel vivió 20 años en Canadá
“The great peril of our existence lies in the fact that our diet consists entirely of souls.”
“El gran riesgo de nuestra comunidad está en el hecho de que nuestra dieta consiste completamente de almas.”
Las palabras son a Manguel, lo que la aurora borealis es a los Inuit. No es que Manguel sea un mentiroso, simplemente es un “hacedor de ficciones” . Construye lentamente su sociedad a base de contrastes y palabras; diferencias e identidades. Pinochet no tuvo que haber prohibido el Quijote para que Manguel supiera que, en caso de que Pinochet hubiera entendido el Quijote, lo habría prohibido instantáneamente. Son “(…)ficciones inventadas, resultado del descubrimiento de verdades sociales históricas que pueden otorgar realidad al mundo por medio de las palabras. En un profundo sentido literario, tienen que ser verosímiles”. Él nada más está construyendo una realidad verosímil, por medio de palabras que crean ficciones, para mostrarnos nuestro propio mundo que sin esos juegos de palabras que parecen mentiras , no lograríamos visualizar. O quizás simplemente estoy defendiendo lo indefendible, no tengo idea.
Por muy parecidos que me puedan parecer el caso de los Inuits con el de Manguel, creo que los primeros lo superan a ballenas de distancia. Su creación de ficciones a través del tema de las luces y las almas, si bien para una civilización avanzada (já) como la nuestra, resulta nada verosímil, dentro del yo creativo o imaginario de un pueblo que vive conociendo la belleza de la monotonía de colores, logra llegar mucho más profundo, mucho más cerca a esa identidad pérdida, de lo que lo logran las ficciones creadas a través de las palabras criadas por Manguel. Quizás, es ese hombre primigenio que tenemos dentro (no todos, claro; a algunos se les atrofió), el que nos hace escuchar mejor a los colores que a las palabras.
"Ser lector significa asumir un poder extraordinario: el poder mágico de encontrar en esa biblioteca universal palabras para nombrar nuestra propia experiencia."
Que gran comentario de Javi Bao
Gracias A Manguel:
"Me he sentido abrumado durante dos días por una escena de Shakespeare (la primera del acto III de El Rey Lear). Este tipo va a conseguir que me vuelva loco. Los otros, más que nunca, me parecen unos niños a su lado.
En esta escena, todo el mundo, al límite de la miseria y en un total paroxismo, pierde la cabeza y desvaría. Tres clases diferentes de locura aúllan a la vez, mientras el bufón bromea, cae la lluvia y resplandece el trueno. Un joven señor, a quien hemos visto rico y hermoso al principio, dice esto: “¡Ay!, he conocido a las mujeres, he sido arruinado por ellas. Desconfiad del ruido ligero de su vestido y del crujir de sus zapatos de raso, etc.” ¡Ay, poesía francesa, que agua más clara, en comparación! ¡Cuando pienso que seguimos con los bustos! ¡Racine! ¡Corneille!, ¡y otros poetas de ingenio, aburridos hasta reventar! ¡Me pongo a rugir! Querría (aún cita del viejo) “triturarlos con un mortero, para pintar después con los residuos las paredes de las letrinas”. Sí, me he trastornado. No he hecho más que pensar en esta escena del bosque en que se oye a los lobos aullar y en el que el viejo Lear llora bajo la lluvia y se arranca las barbas al viento.
Cuando se contemplan estas cimas, uno se siente pequeño: “nacidos para la mediocridad, estamos aplastados por los espíritus sublimes”
Gustave Flaubert
Domingo noche, 29 de enero de 1854
Carta a Louise Colet
<<(...) A mediados del siglo XVII en los jardines de la escuela cisterciana de Port-Royal, el adolescente Jean Racine leía la antigua novela griega de Heliodoro, Los amores de Teognis y Caricles, cuando su supervisor, indignado de que el muchacho se ocupase de cosas tan mundanas, le arrancó el libro de las manos y lo echó al fuego. Racine consiguió un segundo ejemplar que también fue descubierto y condenado. Entonces compró un tercer ejemplar, lo leyó hasta el final, y se lo entregó a su supervisor con estas palabras: “Podéis echarlo al fuego también. Ya he aprendido el texto de memoria”. El 29 de enero de 1854, por la tarde, Gustave Flaubert le escribe a su amante, Louise Colet, para contarle que está leyendo El Rey Lear de Shakespeare como si fuese una novela. “Estuve como aplastado durante dos días por una de las escenas, la primera del tercer acto. Este tipo me va a volver loco. Más que nunca, todos los otros me parecen niños a su lado”, confiesa Flaubert. El 25 de agosto de 1959, Adolfo Bioy Casares le cuenta a su amigo Jorge Luis Borges que está empezando a leer Guerra y paz. “Cuesta entrar”, le advierte Borges. “¿Es un novelista muy hábil? ¡Qué va a ser! Yo creo que lo mejor es leer todo lo que se refiere a la guerra”. Y agrega sarcásticamente: “Pero entonces te perdés el idilio…”.
Tres lectores ilustres, tres modos de leer el mundo.(...)>>
Si es que Alberto Manguel logra reconocer como estas tres grandes mentes leen, me pregunto: ¿por qué no podría reconocer como leyó Pinochet al Quijote? Por otro lado, nuestro querido A. Manguel escribió un libro llamado “Todos los hombres son mentirosos”, donde tiene diversos narradores, cada uno con su versión de la historia, cada uno tiene una impresión de ella, pero narran los mismos elementos en común. No es que estén inventando las cosas sino que cada uno vive las cosas de un modo distinto … ¿No será que Manguel tuvo la impresión de que Pinochet iba a prohibir el Quijote y que eso lo tomó como su verdad del momento?
PD: ¿Por qué es que siempre llegamos a Vila-Matas (en estos momentos a través de Flaubert) o a Bloom (a través de Shakespeare)? ¿Le habrá dicho Vila-Matas a Manguel acerca de la carta de Flaubert a su amante? O ¿esa carta está guardada en su biblioteca de 50.000 volúmenes?
PD2: Hubiera sido muy interesante escuchar una conversación entre Bloom y Flaubert si es que hubieran vivido en la misma época. Tal vez Shakespeare los hubiera enloquecido y existiría, hoy, un síndrome de Shakespeare.
"Nuestros libros darán testimonio a favor o en contra de cada uno de nosotros, nuestros libros reflejan quiénes somos y quiénes hemos sido, nuestros libros contienen la cuota de páginas que nos ha concedido el Libro de la Vida. Por los libros que llamamos nuestros seremos juzgados.
Lo que convierte a una biblioteca en un reflejo de su dueño no es sólo la selección de títulos, sino también el entramado de asociaciones que implica su elección. Nuestra experiencia se levanta sobre la experiencia, nuestra memoria, sobre otras memorias. Nuestros libros se añaden a otros libros que los trasforman o los enriquecen, que les otorgan una cronología distinta de la que encontramos en los diccionarios literarios".
Dime lo que lees y te diré quién eres. Simplemente lo que Alberto Manguel caracteriza como un lector ideal, aquel que ve en su biblioteca su viva autobiografía.
Y respecto a Pinochet y el Quijote, se dice que es ficción, pero a pesar de ello, Pinochet debe haber pensado en prohibirlo, y de esa manera, tal como dijo Manguel en "Cómo definir al lector ideal", se convirtió en el lector ideal del Quijote.........¿Era Pinochet un soñador?
Respecto del comentario de J. Bao: cual es el rasgo definitorio de la literatura (la poesía) según Aristóteles? En su poética leemos: "No es tarea del poeta contar lo sucedido, sino lo que podría suceder y lo que es posible según la verosimilitud o la necesidad. Pues el historiador y el poeta no se diferencian por escribir en prosa o en verso (...), sino que se diferencian en que uno cuenta lo que ha sucedido y otro lo que podría haber ocurrido." Al poeta corresponde hacer proliferar los diferentes "jardines que se bifurcan", dar cuenta de ese "no ocurrido" que, como dice Javier Marías, es un fantasma que nos define aún más que las cosas que efectivamente han pasado. Ahi tu "hacedor de ficciones" ya definido por Aristóteles hace más de 23 siglos.
Que eres pesado con la javi... Envidioso (sa)!
Por el contrario, me gustó mucho el comentario de Javi Bao, y me pareció que quedaba tan bien con ese datito que había que contárselo. Muy seca. Saludos!, L.
Post a Comment