"... a mode of truth, not of truth coherent and central, but angular and splintered."
De Quincey, Writings, XI, 68
De Quincey, Writings, XI, 68
El puñal
En un cajón hay un puñal.Fue forjado en Toledo, a fines del siglo pasado; Luis Melián Lafinur se lo dió a mi padre, que lo trajo del Uruguay; Evaristo Carriego lo tuvo alguna vez en la mano.Quienes lo ven tienen que jugar un rato con él; se advierte que hace mucho que lo buscaban; la mano se apresura a apretar la empuñadura que la espera; la hoja obediente y poderosa juega con precisión en la vaina.Otra cosa quiere el puñal.Es más que una estructura hecha de metales; los hombres lo pensaron y lo formaron para un fin muy preciso; es, de algún modo, eterno, el puñal que una noche mató a un hombre en Tacuarembó y los puñales que mataron a César. Quiere matar, quiere derramar brusca sangre.En un cajón del escritorio, entre borradores y cartas, interminablemente sueña el puñal su sencillo sueño de tigre, y la mano se anima cuando lo rige, porque el metal se anima, el metal que presiente en cada contacto al homicida para quien lo crearon los hombres.A veces me da lástima. Tanta dureza, tanta fe, tan impasible o inocente soberbia, y los años pasan, inútiles.
En un cajón hay un puñal.Fue forjado en Toledo, a fines del siglo pasado; Luis Melián Lafinur se lo dió a mi padre, que lo trajo del Uruguay; Evaristo Carriego lo tuvo alguna vez en la mano.Quienes lo ven tienen que jugar un rato con él; se advierte que hace mucho que lo buscaban; la mano se apresura a apretar la empuñadura que la espera; la hoja obediente y poderosa juega con precisión en la vaina.Otra cosa quiere el puñal.Es más que una estructura hecha de metales; los hombres lo pensaron y lo formaron para un fin muy preciso; es, de algún modo, eterno, el puñal que una noche mató a un hombre en Tacuarembó y los puñales que mataron a César. Quiere matar, quiere derramar brusca sangre.En un cajón del escritorio, entre borradores y cartas, interminablemente sueña el puñal su sencillo sueño de tigre, y la mano se anima cuando lo rige, porque el metal se anima, el metal que presiente en cada contacto al homicida para quien lo crearon los hombres.A veces me da lástima. Tanta dureza, tanta fe, tan impasible o inocente soberbia, y los años pasan, inútiles.
¿Qué hay que hacer?
Simple : Explique todas las relaciones existentes. "Cambio mi risa por enojo"
17 comments:
toallas.. hay grandes, chicas, medianas, de playa, de colores, para el piso (por lo menos en mi casa..). Hay con diseños de navidad, de halloween, de pascua; con maripositas, con flores y con hojas.. pero definitivamente, no hay de acero.
Me pregunto que tipo de toallas habrá tenido Pound.. probablemente una mezcla de todas, me lo imagino cortando pedazos de todas las toallas que dije antes, y luego cosiéndolas.. A MANO!
Y las toallas de Cervantes.. no se por qué pero me las imagino rojas con una "c" bordada dorada, pero me lo imagino viviendo en una media agua. Todo esto quizá es por esa capacidad de engañar a la gente que lo caracteriza, por eso, toalla lujosa, casa no.
El autor de mi plan de lectura personal (no revelo su nombre para no revelar el mío), simplemente, no debe usar toalla.. desinhibido total !
concluyo diciendo, que las toallas de Jimenez prefiero ni imaginármelas..CHAN
profesor! le dije que iba a escribir de toallas
Curiosamente en mi casa tengo un tablero de ajedrez en donde se pude ver unos gauchos enfrentándose con cuhcillo y manta. Y es que el tema del duelo no es más que un juego de ajedrez. Si nos fijamos, para jugar ajedrez un jugador reta al otro para combatir, tal como lo hace el joven al viejo. Si bien no sé si el ajedrez es una demostración de coraje varonil, por lo menos demuestra la inteligencia y la agilidad mental del jugador. Bueno, el fin de un duelo es algo parecido, ya que busca reconocimiento y honor. Es en esta búsqueda donde encuentro el gran parecido que existe entre el ajedrez y el duelo, que es la manera en que se busca la victoria. Para el ajedrez hay que tener un pensamiento rápido, vivaz y experimentado, para poder aprovechar cada movida, y ganar lo más rápido posible. En el duelo se requiere destreza, agilidad y precisión en los movimientos, para que una estocada o corte, deje incapacitado al oponente.
Yéndonos a líneas más generales, el ajedrez es una actividad de una categoría más bien alta. Lo mismo puedo decir del duelo, ya que al igual que el ajedrez tiene sus reglas y códigos. Es por esa razón que el duelo es un tema que ha sido adoptado por la literatura, porque es más que el simple combate. Es una calculada danza, en donde el filo del acero busca el honor, la gloria y el poder.
Andrés Aboitiz IIIºD
Resuelva a hora la contradicción:
cuchillo /daga, gaucho / compadrito.
Insoslayable lectura de EL SUR (B)
No más pistas para el detective Aboitiz
Las dagas, los cuchillos y los puñales son objetos recurrentes en la literatura: los vemos en cuentos, en novelas y hasta en microcuentos, pero siempre con un matiz en común: son éstos objetos los que definen el honor de una persona, su valía y su valentía. Lo que nosotros comúnmente asociamos a violencia y a muerte, en la literatura se nos presenta como un objeto del que se debe estar orgulloso: es éste objeto el que te entrega tu honor.
Pero ¿Por qué el acero? Yo creo que porque este metal tan resistente representa en las dagas la finita separación entre la irrealidad y la realidad, entre lo que puede tener un buen uso y uno malo, entre lo que es: el metal en sí, y lo que puede llegar a ser: un instrumento que quita y/o acorta vidas.
Porque los seres humanos al vernos con fallas queremos creer que en esa pieza de acero, dura, firme, creada por nosotros mismos y que tiene a veces las dualidades del hombre, podemos encontrar lo que muchas veces nos falta. Es por esto que ésta pieza nos entrega honor cuando se usa por una buena causa, y deshonor y vergüenza cuando se usa por cobardía. Porque los duelos son voluntarios, son pruebas que el hombre se pone para probarse y saberse mejor que el otro, para demostrar lo ágil, experimentado y fuerte que se es, y que mejor manera de hacerlo que usando un elemento que represente lo firme y a la vez moldeable que puede ser el hombre.
Si nosotros asociamos este instrumento a elementos negativos, será simplemente por la falta de coraje y de honor de quienes los usan para fines poco honoríficos.
Antiguamente las diferencias se arreglaban de mano a mano. Uno de los significados de duelo, y el que más acomoda a la situación, es el que se refiere a un combate a consecuencia de un desafío, esto tiene mucho que ver con la etimología de la palabra, “duellum” deriva de “bellum” (guerra) y de “duo” (dos), en pocas palabras guerra entre dos. Creo que los mejores exponentes de este tema en Latinoamérica, son los gauchos, ya que estos desarrollaron el “duelo criollo” llevándolo a otro nivel. Pero… para ser un gaucho hay que tener ciertos requisitos, dentro de estos podemos mencionar el coraje, el honor, un caballo y un facón, elementos que son propios e inherentes al gaucho y que se relacionan en una sola acción, el duelo. Estos combates pueden ser provocados por distintas circunstancias, el alcohol (como en “El Sur”), una “china”, o una copla intencionada (“Los Dos”) y según su provocación, es su solución, puede terminar a primera sangre como la disputa entre “El Huinco” y “El Macheteado” o a muerte si la afrenta lo exigiese. El arma utilizada es el facón que es como el “perro” de los gauchos… ¿Han oído hablar de que “el perro es el mejor amigo del hombre”? bueno para los gauchos es el facón, no se separan de este (como el gaucho que le entrega la daga a Dahlmann) y prácticamente realizan todo con esta herramienta; comen, cortan, descueran, se sacan los restos de comida atrapados en los dientes, trabajan madera, se cortan las uñas… TODO, pero esta herramienta multifuncional tiene un lado oscuro, es un arma blanca (que al ser empuñada da la sensación de poder) que busca ser teñida de rojo (resumiendo lo que Evaristo Carriego expone en “El puñal”), y es por eso que si se presenta una riña el gaucho como fiel dueño, desenvaina el facón, se envuelve el poncho en el brazo (como los italianos del sur o los andaluces peninsulares) y se dispone a pelear, respetando siempre, los códigos no escritos pero implícitos de este ritual, con el fin de “alimentar” a su compañero y mantener su honor.
Pd: Como diría Sherlock Holmes la comparación cuchillo /daga, gaucho / compadrito es elemental mi querido “profesor”. El gaucho es un campesino, formado en la pampa, es leal, respetuoso, honesto, pero bravo cuando se le provoca, en cambio el compadrito es el gaucho que pierde su esencia, consecuencia del contacto con la ciudad y el capitalismo. Es el campesino que por perder su empleo (debido a la mecanización de la pampa) se ve obligado a convertirse en pandillero o maleante. Por otro lado tenemos la contradicción cuchillo/daga que marca la diferencia entre gaucho y compadrito, el compadrito es al cuchillo como el gaucho a la daga… ¿por qué? Porque el cuchillo es un objeto común y vulgar que se obtiene en casi cualquier lado, en cambio, una daga es un arma antigua, con una historia, con una vida propia, hecho que se reafirma por provenir de manos del gaucho.
PDPD: Perdon por la extencion pero cada ves encuentro más coincidencias.
Lucas Arzeno III D
Demonios me equivoque en algo...
Pd: Como *NO diría Sherlock Holmes la comparación cuchillo /daga, gaucho / compadrito es elemental mi querido “profesor”.
*Nunca fue dicho por Holmes...
ahora si
Quien dio jugo con las toallas? jaja notable.
Isi Palma
que tal
maxwell smart de las letras
ni holmes, ni maigret, ni el cura brown, ni hercules poirot,no colombo, ni kojak, ni starsky, ni huch, ni área 12, ni heredia.
smart con su incierta manera de resolver los casos, como cuando se lee con "cuaderno en mano" o ventanas abiertas.
hace tiempo que no habito el espacio blog, me supera como todo en la tecnología. probé blog, facebook y twitter y me sigo quedando con el abrazo fraterno, la mirada profunda, el garabato cercano.
cada fin de año, mediado o principio me recuerdo de pasados y de entre medio de ellos apareces.
bendiciones y admiraciones.
raul, el profe
Entre el cuento de “”Los Dos” y “El Puñal” sentí mucho más potente el último, porque pone en el centro al arma blanca, siendo esta la que busca sangre, la que quiere matar, ya que para eso fue forjada en el acero; ya para asesinar a un César, o en un hombre en Tacuarembó. Sin embargo, y aunque este muy cerca, ya en la mano del hombre, no, no ocurre, no hay sangre.
Mi primera reacción al leer este cuento, me llevó un poco más lejos de lo que pensaba, ya que lo relacioné con Richard III, el cual es todo maldad, y aunque se muestre lastimoso y herido por su deformidad, al final nos damos cuenta de que eso fue solo una ilusión para hacernos caer y compadecerlo. Pero lo distinto aquí es que el no es el hombre que desenvaina el puñal, daga, cuchillo o espada, ¡él es el puñal! El quiere sangre, quiere matar, dividir para gobernar y triunfar, necesita ese choque de acero que lo anima y excita.
Respecto al cuento de “Los Dos” se mete más en lo provinciano, para qué más alejado de Shakespeare, pero por eso mismo, comparables. Ya que en uno el personaje es la pura maldad, pero en el otro el puñal es casi una forma de vida, ya que se hace todo con ella y por ella.
También en este cuento se hace la mención de “el retirado”, pero creo en el fondo, que nadie nunca se retira de el sentimiento de honor y poder que significa empuñarlo y apreciar el acero en su mano con las mismas ansías que tiene el puñal en sí de sangre.
tomate ...
La producción de armas blancas en Toledo se llevaba a cabo fundamentalmente mediante pequeños artesanos, agrupados en un gremio de espaderos. Se trataba por tanto de una producción dispersa y de carácter personal, aunque el gremio velaba por la calidad final de los productos de sus asociados.
Durante el siglo XX la producción de armas blancas para tropa quedó reducida en exclusiva a las armas de caballería, reduciéndose después de la Guerra Civil el suministro de sables únicamente a los oficiales y suboficiales de los diferentes cuerpos. Debido a la reducida necesidad de suministro, a mediados de los años ochenta se decidió el cierre definitivo de la Fábrica de Armas Blancas de Toledo, que fuera centro de excelencia de la producción de hojas de sable y espada a nivel mundial durante casi 200 años.
Eso bastará para sanar las primeras frases, pero queda largo camino por recorrer. El nexo que existe entre "El Sur" de Borges y "Los Dos" de Maluenda nos conduce al centro de estas palabras, Apuñalar. Que significa profundizar, penetrar la corteza de la superificie para llegar a un grado superior de conciencia. Entender el sentido de los pasajes:
"Dahlmann empuña con firmeza el cuchillo, que acaso no sabrá manejar, y sale a la llanura."
"El macheteado fue a encontrar en medio de su empuje el puñal ajeno..., y dos dedos le quedaron rabanados, hasta el hueso..."
Pero no basta.
Los relatos anteriormente mencionados reviven el sentido de las acciones. Como un acto que se ha desvalorizado con el tiempo puede tomar caracter y solemnidad utilizando las palabras adecuadas. He aquí el gran mérito de los escritores. De tomar un fragmento metálico y convertirlo en "un acero con propósito", de darle vida a las cosas. Del momento en que tomar un puñal deja de ser una "filosa" y se transforma un arma de caballería forjada con dedicación y excelencia por los indicutibles en 200 años.
Y falta. ¿Que tiene que ver Carriego en todo esto? La respuesta es Borges, el director de la orquesta. Jose Luís, escribe nada más ni nada menos que un ensayo sobre Evaristo Carriego. Este, apela en gran parte al mérito olvidado de Carriego, y como el mismo Borges le ha sustituido.
Para que decir, escribe un poema. Se llama "El Puñal". Al igual que "The Dagger".
M. Id
me gusta eso: Es una calculada danza, en donde el filo del acero busca el honor, la gloria y el poder.
Pido permiso para hacer una intervención:
¿Qué pasa si miramos cruzadamente al gaucho de "El Sur" con el del "Gaucho insufrible", de Bolaño?
Hay un duelo ahí, y hay una coincidencia de los polos que plantea el profesor Jiménez.
Lo piensan y me cuentan, ¿ya?
Saludos.
prrofesor, se lo escribo a la vuelta!
a la vuelta de Cancun?
Saludos a las tres
Gato, Jóse, Malala.
Todo el sol.
Código de Muerte
La muerte es algo que va a ocurrir, que no podemos hacer nada para evitarlo, ya que tengamos diecisiete, cuarenta y cinco o noventa y dos, igual nos puede llegar y cuando llega no hay vuelta atrás. Pero qué pasaría si uno pudiera elegir su muerte, no cuando, sino cómo. Es un claro ejemplo Juan Dahlmann que a pesar de que estuvo a punto de morir por una enfermedad no más, igual prefiere afrontar un destino diferente, y toma el puñal, como signo de honor y cierto privilegio, porque aunque tenga muchas posibilidades de perder, igual morir, lo empuña sintiendo el acero, las ganas de sangre y porque en el fondo es mejor morir honrado, que vivir avergonzado.
tomate
El puñal
En un cajón hay un puñal.
Fue forjado en Toledo, a fines del siglo pasado;
Luis Melián Lafinur se lo dio a mi padre, que
lo trajo del Uruguay; Evaristo Carriego lo
tuvo alguna vez en la mano.
Quienes lo ven tienen que jugar un rato con él; se
advierte que hace mucho que lo buscaban;
la mano se apresura a apretar la empuñadura
que la espera; la hoja obediente y poderosa
juega con precisión en la vaina.
Otra cosa quiere el puñal.
Es más que una estructura hecha de metales; los
hombres lo pensaron y lo formaron para un
fin muy preciso; es de algún modo eterno,
el puñal que anochece mató a un hombre en
Tacuarembó y los puñales que mataron a
César. Quiere matar, quiere derramar brusca
sangre.
En un cajón del escritorio, entre borradores y cartas,
interminablemente sueña el puñal su sencillo
sueño del tigre, y la mano se anima cuando
lo rige porque el metal se anima, el metal
que presiente en cada contacto al homicida
para quien lo crearon los hombres.
A veces me da lástima. Tanta dureza, tanta fe, tan
impasible o inocente soberbia, y los años pasan inútiles
El poema es lo que le da congruencia a estos dos cuentos. Es extraño cuan relacionados están. El poema nos habla de el puñal en sí, el puñal que su máxima es derramar sangre. Un puñal que no debe ser guardado. No es como una navaja que puede doblegarse, el puñal es más. Es sed de sangre, de honor y valentía. Es más que metal y acero, es inmortal. Un puñal puede tener muchas significaciones, pero las que más latientes me quedaron después de varias lecturas y re-lecturas (de los cuentos) es el del honor.
En el cuento ‘’los dos’’ nos muestran un personaje legendario que al ser encontrado con uno no tanto, pero más joven, emprende un duelo, que solo gracias a su orgullo puede ganar. Sí, resulta herido, pero el más joven nunca sabrá. Un secreto entre su caballo, él, y su puñal. Su fiel amigo, el inmortal, lo único que le permite pasar al recuerdo.
Mientras que en ‘’el sur’’ el puñal es lo que le permite morir con honor. Claro, es imposible que gane frente a estos expertos, pero ¿qué es mejor? Morir frente a una traición de la literatura o frente a un experto, acompañado por la experiencia misma de un puñal. Un puñal que probablemente esta lleno de historia, un puñal de un gaucho, un objeto inmortal. El mismo protagonista lo dice: “…que si él, entonces, hubiera podido elegir o soñar su muerte, ésta es la muerte que hubiera elegido o soñado” ¿qué mejor que morir acompañado por la experticidad e historia de un puñal?
El puñal es más que su definición wikipendiense: "un puñal es un arma blanca, similar al cuchillo, cuya hoja está diseñada para matar personas o animales”, un puñal es honor y gloria. Es historia, es la inmortalidad, la que tanto anhelamos. Conlleva años de historia humana, de traiciones, duelos, grandezas y juegos. Es un mensajero, un mensajero de la muerte, pero también de la vida. Un puñal es todo, solo debemos saber que hacer con él.
Pd: era punta cana. Los saludos los doy hoy día, acabo de leerlo.
Pd2: redimí los 9 puntos? :)
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