Monday, August 06, 2007

Reséñame a Jorge Francisco Isidoro Luis.

Borges siempre el otro.

29 comments:

Anonymous said...

Jorge Luis Borges me hizo entrar o creer que entré siete veces a su corazón, en donde comprendí (creo creer que comprendí) que no todos caben en él; ya que no hay muchos interesados en conocerlo íntimamente. La verdad es que no estoy tan segura si alguna vez Jorge Luis Borges se dio cuenta con qué fin escribía, pero si sé que sí sabía para quién lo haría.

A pesar de que Jorge Luis Borges es Argentino, podría decir que lo que menos tiene es una idiosincrasia argentina, más bien, vivía en un mundo que no era el de Latinoamérica ni el de Europa; es decir, pertenecía a un mundo inventado por el, el cual está conformado por lo que en el nuestro es inusual o lejano.

Todos los temas que, para la mayoría de la gente, son olvidados y no tienen mayor importancia, son los que más le interesaron y añoraba autores contemporáneos como los clásicos; debido a que temía a las personas o no le interesaban.

También podríamos decir que nunca logró entenderse a si mismo, temía sólo en pensar que habría dentro de él, siempre fue ciego a su propia imagen, siendo indiferente a lo que el espejo le decía. Ya que no quería encontrarse con un ser teñido por la sociedad, habiéndose creado un monstruo, el cual después de descubierto fuera incapaz de controlar.
Esta forma de verse a si mismo también influyó con la sociedad; creo firmemente que esta es la que lo aleja, no quiere ver lo que ésta ha incidido en él, ya que ha nacido siendo diferente a los demás, por lo que trata de mantenerse siendo alguien diferente a lo común, como por ejemplo, interesándose por cosas que han sido olvidadas pero que claramente él denota como imprescindibles para el desarrollo de la humanidad.

Por esto es que se refugia en libros clásicos; que se asemejan a su interior, entonces a partir de estos logra encontrar la conexión que con su entorno no encuentra, y es capaz de escribir. En ese momento es cuando el texto pasa a ser su fiel reflejo que no lo atemoriza, porque sabe que las cosas que allí aparecen no lo dañan, ya que no son tan reales, mas bien es lo mágico que todos tenemos en nuestro interior, donde está la capacidad de soñar, que es mas fuerte que eso que no quiere ver. Por eso es que al final de sus relatos siempre termina contando un anhelo o algo que le gusta.

A medida que vamos entrando al texto nos podemos dar cuenta que Borges nos está hablando de muchos temas a la vez que pueden ser muy complejos de abordar, pero hace que se vean de una forma más cercana con un estilo más coloquial; a pesar de que nos da esa ventaja, es como si estuviera jugando con nosotros porque trata de complicar las cosas cambiando los tiempos y realidades; hay que identificar que es lo real y que no lo es, pero esto no se logra rápidamente, y aún siendo así, el lector no se puede frustrar porque si es que todavía no se rinde ante el juego, quedará más asombrado con la simpleza y naturalidad con que éste escribe, dando la sensación de paz, en donde todo es felicidad; como en el paraíso, siendo todos inocentes; pero todo esto dura hasta que se rompe el hilo en el laberinto y volvemos al infierno. Por lo tanto hay una constante lucha de estados por parte de Borges contra si mismo, la que finalmente nos termina consumiendo.

Sin embargo, la relatividad del texto es muy interesante; cada noche refuerza a la anterior pero también la contradice, por lo que este laberinto no termina con la mil y una salida; la cual no se si encontré, pero que supuestamente da vueltas por ¿El paraíso, purgatorio o infierno?

Anonymous said...

parece q no cacharon que eran 2 parrafos..cof cof

Anonymous said...

..3 parrafos... cof cof

Anonymous said...
This comment has been removed by a blog administrator.
Anonymous said...

Hace 108 años nació Jorge Luis Borges en Buenos Aires, Argentina.
Fue bilingüe desde su infancia, aprendió hablar ingles antes que español gracias a su abuela.Desde muy niño manifestó sus ganas de ser escritor. Como consecuencia de la ceguera de su padre, toda la familia se va a Europa, donde Jorge Luis puede desenvolverse y aumentar su potencial como escritor. Es ahí donde aprende francés, latín y por el mismo alemán. Escribe varios poemas, y publica una reseña de traducciones de libros españoles al francés. Que en el futuro se sumaran varias más.Luego de unos años vuelve a Buenos Aires, donde se reencuentra con su ciudad natal y se motiva a escribir sobre está.

En 1923, antes de su segundo viaje a Suiza, pública “ Fervor de Buenos Aires” donde comienzan aparecer destellos de lo que va a ser su literatura. No solo se destacó en la poesía si no, también en ensayos y novelas. Las estructuras con las que Jorge Luis escribe son únicas, ya que inventa su propio mundo, un mundo que no está ni aquí ni allá, jugando con el tiempo y el espacio. Transformando también su escritura en acertijos y metáforas. La ficción con la que escribe Borges es bastante erudita y concreta. La mayoría de lo que escribe está determinado por el tiempo, el infinito, los espejos y laberintos a la vez mezclando realidad con fantasía.

A causa de un conflicto político, y como el deber de un escritor es luchar contra la monotonía, Borges a pesar de su timidez, comienza a dar conferencias, con lo cual parte de su familia estuvieron involucrados en problemas no menores. Años después fue nombrado director de la biblioteca nacional, cargo que lo enorgullece bastante, ya que es un hombre de letras, y como él dice, el paraíso para él es algo parecido a una biblioteca. Fue muy destacado recibiendo muchos premios, pese a que lamentablemente no recibió el Premio Nobel de Literatura. Ya en la adultez,fue desarrollando la ceguera, momentos que marcaron notablemente sus últimas escrituras. Por último agregar que con lo leído en las 7 noches, se puede conocer más íntimamente a Borges, desde una perspectiva diferente, creo que sí se deja conocer, y descubrir. Con un poco de interés y esfuerzo, es alcanzable.

B.M

Anonymous said...

Borges y mi travesía por el infierno

Jorge Luís Borges nacido en Buenos Aires, 24 de agosto de 1899.
Luego de un acercamiento a su obra Las siete noches, se puede descubrir ese gran amor a las letras pero al mismo tiempo esa timidez con la que evita que podamos escuchar con atención lo que quiere decirnos.

Constantes espejos y mascaras lo ocultan, ironía que su mayor temor sea su escudo en esta cruzada, este laberinto de letras y autores… Protección para este artista ciego, que descubrió maravillas que nosotros jamás podríamos soñar… ¿Jamás?, nuestras aproximaciones podrían llevarnos a una respuesta, descubriríamos cosas que nuestros antepasados sólo conocieron al perder la visión.

Borges logra abrir las puertas del purgatorio luego de mil y una noches de travesías por el infierno, entrando al paraíso donde la ceguera ya no era un impedimento. Lo mismo me ha ocurrido levemente con él, y digo levemente porque me faltan aun muchos lugares que recorrer, muchas transmigraciones que pasar hasta llegar a ese nirvana, ese paraíso que es poder decir qué es la literatura de la misma manera que Borges…¿La misma?, no, una propia. Y me di cuenta de esto gracias a él, me di cuenta de lo insignificante que soy y lo mucho que me falta por vivir.

Cada espejo que él utiliza lo he podido reconocer en todas partes, llenándome de dicha ya que no tenía ni idea de donde provenían antes de leer sus conferencias.

Borges me convirtió en Dante, un Dante con una imagen vaga de Virgilio como su única ayuda. Recorriendo un viaje infinito, un viaje sagrado de mil y una noches, ¡de siete noches!

Sebastián Pérez said...

Jorge Luis Borges es sin duda un personaje muy interesante, digo personaje porque un personaje es alguien que esta actuando y eso es lo que hace borges.Aparenta actuar igual que los demás, esto es, ocultando su verdadera identidad tras las apariencias y dejando que solo los mas afines a el logren siquiera rozarlo. Esto se refleja en la sociedad actual, siendo que la gente actúa normalmente ocultando sus secretos mas profundos y problemas, por lo que tiende a haber mucho prejuicio por falta de conocimiento. Esto es lo que busca borges, que la gente al leerlo valla mas allá de los prejuicios y logre encontrarlo a él, no solo a lo que él quiere decir, pues normalmente cuando uno lee, se fija en lo que el escritor escribe, pero sin embargo no se fija en la verdadera esencia del escritor, suponiendo que sus escritos reflejan la personalidad del escritor.

A mi en lo personal, me llego profundamente esto que borges quiere mostrar, ya que se identifica con todo mi entorno y para poder llegar a su esencia, simplemente hay que leerlo sin fijarse en sus escritos, sino en lo que uno va sintiendo al leerlo. hay que leerlo de forma ligera, sin fijarse en todas las citas a las que él hace referencia, porque de lo contrario, uno se pierde en la lectura y se queda en los detalles.

Borges desde pequeño que se inspiro en lecturas como la divina comedia y las mil y una noches para realizar sus escritos, y personalmente creo que el se identifica como virgilio, personaje de la comedia que a traves de su razon guia a dante en su travesia por el infierno, purgatorio y cielo. Se considera virgilio porque trata de guiarnos a nosotros a traves del infierno, para poder llegar al purgatorio y finalmente elegir nuestro rumbo hacia el cielo. En ese caso nosotros somos como dante, ya que debemos superar los obstaculos que se atraviesan en nuestro camino para poder llegar a donde está borges, es decir, virgilio.

Anonymous said...

Respondo a la petición popular:

¿Quién es Jorge Francisco Isidoro Luis Borges?

Que insolente de mi parte estar opinando sobre Borges en primer lugar. Que obsceno transformarlo en una frivolidad tal como lo es una nota. Que desvergonzado intentar reducirlo a un poema, cuando Borges es todos sus poemas, sus cuentos, sus ensayos, sus novelas. Cuando Borges trasciende los limites del lenguaje, cuando Borges está mucho más arriba mío en el escalafón del pensamiento, a niveles insospechados para mí. Es una tarea que dado mis conocimientos no me corresponde, pero intentaré cumplirla dentro de lo que me es posible.

UN LECTOR
Que otros se jacten de las páginas que han escrito;
a mí me enorgullecen las que he leído.
No habré sido un filólogo,
no habré inquirido las declinaciones, los modos, la laboriosa mutación de las letras,
la de que se endurece en te,
la equivalencia de la ge y de la ka,
pero a lo largo de mis años he profesado
la pasión del lenguaje.
Mis noches están llenas de Virgilio;
haber sabido y haber olvidado el latín
es una posesión, porque el olvido
es una de las formas de la memoria, su vago sótano,
la otra cara secreta de la moneda.
Cuando en mis ojos se borraron
las vanas apariencias queridas,
los rostros y la página,
me di al estudio del lenguaje de hierro
que usaron mis mayores para cantar
espadas y soledades,
y ahora, a través de siete siglos,
desde la Última Thule,
tu voz me llega, Snorri Sturluson.
El joven, ante el libro, se impone una disciplina precisa
y lo hace en pos de un conocimiento preciso;
a mis años, toda empresa es una aventura
que linda con la noche.
No acabaré de descifrar las antiguas lenguas del Norte,
no hundiré las manos ansiosas en el oro de Sigurd;
la tarea que emprendo es ilimitada
y ha de acompañarme hasta el fin,
no menos misteriosa que el universo
y que yo, el aprendiz.

Jorge Luis Borges es, ante todo, un lector. Podría darle un enfoque psicológico-obsesivo a la lectura de Borges, deteniéndome en cada laberinto, en cada espejo, en cada tigre, en cada Grecia. Pero eso es superficial. Perdemos de vista lo esencial. Borges debe toda su formación académica, intelectual, psicológica a los libros. Podría citar al mismo Borges cuando éste dice que debe su trauma hacia los laberintos en parte al hecho de que, cuando hojeaba un libro acerca de las siete maravillas del mundo, se topó con el laberinto de Creta, y él se imaginaba el minotauro en el terrible centro de aquel laberinto. A que voy, sin los libros, Borges no sería laberintos, no sería espejos, no sería Grecia y por consiguiente Homero, Virgilio ni la Comedia. Yo creo que la esencia de Borges es el de un lector, apasionado y amante de los libros y del lenguaje, y como lo denominarían los filósofos contemporáneos, con alma de niño, que nunca pierde la capacidad de asombro. Del poema anterior quisiera resaltar algunas nociones. A la ya mencionada de Borges como lector, quisiera sumarle la de incansable. Es bonita la idea de Borges como un lector ciego, y ésta justamente respalda lo que digo. A pesar de que una fuerza mayor lo privó del mundo de las apariencias, el sigue en su empresa, incansable, sediento de saber. Imperturbable frente a la tarea interminable de leer el grueso tomo de la literatura. Son estas condiciones las que marcan su escritura. El hecho de ser un lector empedernido, sumado al hecho de que es ciego, lo hacen inevitablemente introspectivo, pensador y erudito. Lo más seguro es que, esté donde esté, se encuentre leyendo.

Anonymous said...

Jorge Luís Borges, más conocido como uno de los grandes autores Latinoamericanos. Este gran personaje en sus libros te desafía a ponerse a su altura, pero no es un fácil camino como algunos podrían decir, tienes que entrar en su laberinto en donde una sola vacilación te puede dejar afuera. El modo en el que el escribe es muy particular, ya que nunca se encuentra un tiempo presente, ya que siempre esta recordando cosas de cualquier época, y también tiende a citar mucho, como sus favoritos: la Comedia, el Quijote, los espejos y los túneles.

Su familia siempre se destaco en el lado de las letras, su madre traducía obras inglesas al español, y su padre era abogado y psicólogo, también hizo el intento de escribir pero nunca le resulto mucho. En su casa siempre se hablo ingles y español, siendo eso un gran paso para abrirse a la lectura de más libros en distintos idiomas.
A su padre le vino una ceguera hereditaria y eso obligo a toda la familia a mudarse hacia Europa. Esta enfermedad también fue heredad por Jorge Luís, quien en sus libros le hace referencia y lo llega a llamar que es casi un “don”. En el tiempo que vivió en Europa logro aprender diferentes idiomas como el latín, francés y alemán. El haber aprendido esos idiomas hizo que pudiera leer una gran gama de libros, en el cual el tiende a citar siempre en sus libros.

Tras ya haber tenido una gran trayectoria en la historia de las letras fue elegido como Director de la Biblioteca Nacional, y también fue Profesor de Literatura Inglesa en la Universidad de Buenos Aires, siendo este último un lugar donde encontró a su segunda esposa, María Kodama. Durante toda su vida recibió muchos premios, pero fue privado de uno de los más importantes, el Premio Nóbel de la Literatura, según dicen que fue por que acepto un premio de manos del ex Presidente Augusto Pinochet. Hasta hoy en día es recordado y esta siendo estudiado como uno de los mejores autores latinoamericanos, tener uno de sus libros se podría decir que es un lujo y bueno también entenderlo.


Martín Infante

Martín Venegas said...

Reafirmo la idea de Ceci Perez con palabras del personaje que ella describe, Borges: "Como escribo por medio de símbolos, nunca me confieso directamente. La gente supone que esa álgebra corresponde a una frialdad, pero no es así. Esa álgebra es una forma de pudor y de la emoción."

No sé si habías leído Borges y yo, o te basaste más en una "lectura ligera" para expresar quién es Borges de tan buena manera. "Me atrevo a conjeturar" que haces una proyección de la imagen que tienes de ti misma, la de un personaje actuado. Agrego también que puedo estar diciendo esto de ti (sin conocerte) porque me entiendo a mí de esa manera...

Me quedo también con la descripción de Borges como lector que hace Wokar, porque aunque la característica parezca demasiado obvia (cualquiera sabe que Borges leía mucho), es atrevido seleccionarla como la más significativa, mucho más que cualquiera de esos textos biográficos llenos de datos irrelevantes. ¿Acaso importa saber el año de nacimiento o los premios que no ganó un autor para leerlo?

Anonymous said...

Jorge Luis Borges lúcido desde su infancia siendo bilingüe de ingles y español gracias a su abuela materna, a los 6 años decide ser escritor, a los 7 escribe en ingles un resumen de la mitología griega, a los ocho, La visera fatal, inspirado en el Quijote, a los nueve traduce del inglés "El príncipe feliz" de Oscar Wilde, siendo su infancia una gran influencia hacia el mundo de los libros y percutiendo en sus escritos por el resto de sus años.

Luego de su primera publicación registrada en una reseña de tres libros españoles escrita en francés publicada en un periódico ginebrino, decide instalarse en España para publicar poemas y manifiestos en la prensa española, luego de 3 años decide regresar a Buenos Aires, redescubriendo su cuidad natal, hecho que influye fuertemente en su obra, Cansado del ultraísmo que él mismo había traído de España, intenta fundar un nuevo tipo de regionalismo, enraizado en una perspectiva metafísica de la realidad, que luego de poco tiempo también resulta rechazado decidiendo instalarse en la narrativa fantástica, con esta narrativa se llena de reputación y de premios internacionales que vuelven de Borges una figura potente.

Borges en sus escritos presenta un mundo mágico y completamente personal en los cuales se pueden apreciar sus experiencias personales, entre ellas sus más grandes temores tales como los espejos, las pesadillas y el infinito (característica más potente y resaltada en su obra) y su más grande beneficio, la ceguera que le da el extenso mundo de las letras.

Pd: Mi lectura de Jorge Luis Borges representada en el tercer párrafo depende únicamente de “7 Noches”, así que en el hipotético pero no improbable caso de que me equivoque, hágase saber que mi lectura no es la única y seguramente tampoco la mejor.

Anonymous said...

Jorge Luís Borges estudió primero en Argentina y durante su juventud en Suiza. A lo mejor esto lo hace ser tan cosmopolita. El escribe desde más allá de su país, está fuera de este mundo. Tiene establecida su propia estructura para expresarse.
Es un beneficio para él conocer tantos idiomas (español, inglés, francés, alemán, * y el italiano de la Divina Comedia). Lo que lo hace tener un gran conocimiento acerca de libros y escritos de todas partes.
Borges, apoyaba la Unión Democrática, lo que podría demostrarse en otros de los muchos libros, ensayos, cuentos o poemas que escribió en su vida.

Los temas que más abunda son el tiempo, el cual es infinito, es eterno.
También menciona bastante los espejos, de esto, yo destaco una cita que hizo Borges de Banchs, la cual dice que “el espejo es un ser humano, es hospitalario y fiel y luego nos acostumbra a que veamos el mundo aparencial, un mundo aparencial que al final se identifica con el poeta. El poeta es el que quiere ver al Huésped, el amor.”

De los temas que yo más destaco que esta relacionado siempre con cada tema que escribe, es el de los laberintos.
Desde su postura, yo creo que a pesar de saber tanto de Literatura y de la “Realidad”, se siente inferior igual, y para expresar lo que quiere, tiene que citar siempre a varios autores, ir mezclando peras con manzanas, como dicen por ahí.. y mientras mas enredado y largo el laberinto mejor, porque así el lector ve si lo quiere pasar o no. Con esto me da la impresión de que en eso Borges no quiere que cualquier persona lo entienda perfectamente, si es que realmente no esta interesada, y también a lo mejor, el quiere que sus lectores sean abiertos de mente literaria, por eso, les nombra constantemente una gran variedad de autores, para ver si se van interesando en leerlos.
Viéndolo ahora desde mi postura(del lector), veo a Borges como todo un laberinto, ya que tengo que estar con los ojos bien abiertos y atenta a cada cosa que dice, ya que siempre mas adelante, él la escribe denuevo, pero de otra manera, para que nosotros captemos que él esta rescatando ese tema. Por ejemplo, la estricta-infinita-eternidad. Y no digo estar con los ojos abiertos, pensando en la parte tanto académica, sino, en la más creativa, en tener una capacidad de imaginarse todo y de ver nuestra vida, nuestra muerte, nuestro mundo, nuestra realidad, etc, desde otra perspectiva. Pero Jorge Francisco Isidoro Luís Borges te da las herramientas para que podamos tener las ganas de avanzar ese laberinto, con tranquilidad y no con desesperación (de no entender nada, ya que el solo escribe lo que piensa, con ayuda de otros autores) y nos quiere ayudar a nosotros a abrirnos e interesarnos por su mentalidad erudita creativa y académica.

Ignacia L.

Anonymous said...

Jorge Francisco Isidor Luís Borges

Nació un 24 de agosto de 1899 y murió a la edad de 87 años

Desde chico se pudo ver un futuro promisorio en la literatura, basta con mencionar que a la edad de 7 años escribe su primer relato llamado “Las viseras fatales” y al año siguiente traduce el libro “ El príncipe feliz” de Oscar Wilde al español. A los 15 años parte a Europa ya que su padre recibiría un mejor tratamiento para su problema de ceguera. Es aquí donde se impregna del realismo francés, expresionismo y el simbolismo, y conoce a Schopenhauer, Nietzsche, Carlyle, Chesterton y Rimbaud. Es en España donde comienza a relucir su talento escribiendo para la revista “ultra” (difusora del movimiento ultraísta, Borges uno de sus fundadores).

Ya de vuelta al continente, a la edad de 22 años, se reencuentra con Buenos Aires y redescubre, por ejemplo, el mundo de los suburbios porteños, después de esto comienza a escribir poesía
Idealizando la realidad muy al estilo vanguardista, dos años más tarde Borges edita su primer libro “Fervor de Buenos Aires”, de aquí en adelante es imparable, escribe cuanto quiere: ensayos, poesías, novelas, etc… siempre con elementos tan marcados como lo es el infinito (impenetrable, todo esta en todas partes), tiempos cíclicos, la concepción del universo como libro de Dios ( “ somos versículos o palabras o letras de un libro mágico y ese libro incesantemente es la única cosa que hay en el mundo: es , mejor dicho, el mundo” ), el paraíso como una biblioteca caótica, la mezcla de lo real y lo ficticio, los espejos, causalidad, relativismo, y así tantos otros, pero es esto lo que hace que Borges sea Borges y no otro, su inconfundible toque que nos llama a salir de lo cotidiano a ponernos en situaciones irreales que nos llevan directamente a la realidad, nos plantea que a través de lo inverosímil, lo absurdo, lo ilógico y todos los contrarios nos plantemos ante el mundo siendo dueños de nuestra realidad, nos invita a entrar a un laberinto en el cual solo podrán salir aquellos que sorteen todas las dificultades que Borges nos ponga y así llegar a descubrir y maravillarnos ante el mundo que Borges tímidamente susurrara a nuestros oídos.

Ina Barrena

Anonymous said...

Jorge Luis Borges tiene orígenes españoles, portugueses e ingleses. En su casa se hablaba en español e inglés. Estudió primero en Argentina y durante su juventud en Suiza. La familia realizó un viaje a Europa; al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914 la familia se mudó a Ginebra. Borges aprendió francés y latín. Durante esos años, Borges también aprendió por sí mismo el alemán. Después de la Primera Guerra Mundial la familia Borges pasó tres años en Lugano, Barcelona, Mallorca, Sevilla y Madrid para luego volver a Buenos Aires.

Borges es lo es gracias a sus conocimientos de la infancia, haber pasado por tantas experiencias y países distintos hace que tu gama de conocimientos se amplíe de una manera extraordinaria. Pero tampoco hay que desmerecer el talento de Borges en el ámbito literario, ya que una cosa es tener los conocimientos y otra cosa es saber ocuparlos de la manera que el los ocupó. La facilidad que tuvo con la aprensión de los diferentes idiomas facilita la obtención de diferentes conocimientos de su forma más plena, más original, lo cual significa que no necesita que otro intervenga en un libro para él poder leer la intervención más que el libro en cuestión.

Jorge Francisco Isidoro Luis es tipo brillante, que tiene el poder de mezclar todos sus conocimientos con un relato, hace que tú trates de ponerte a la altura de él para poder comprender mejor el texto. Y ese gran tema que tiene, esa gran constante que ocupa como lo es el infinito, para mi es debido a la gran gama casi (por no decir interminable) interminable de conocimientos de gran parte de su infancia y luego de su madurez que logra relacionar uno con otros para formar ese laberinto antes de llegar a cada relato suyo.

Vicente Martínez Regúlez

Anonymous said...

Jorge Luis Borges nace en Buenos Aires en Agosto de 1899. Es bilingüe desde su temprana edad, aprendiendo primero inglés influenciado por su abuela, y luego español. Demuestra su interés total en el mundo de las letras ya a los seis años, cuando le dice a su padre que quería ser escritor. Empieza a escribir a los siete años, fundamentalmente relatando y resumiendo otros escritos de gran peso. En 1914 viaja a suiza, donde escribe sus primeras publicaciones. Vive en España desde 1919 hasta 1921. En este año la familia de Jorge Luis regresa a Buenos Aires, donde él se reencuentra con su ciudad natal. Escribe sobre este reencuentro, hasta que se instala como cabeza de la más joven vanguardia. Experimenta con distintos tipos de movimientos y temas.

Si bien Borges no se particulariza por escribir sólo sobre un tema o un lugar, como podría serlo su ciudad natal, si le tiene un amor especial a Buenos Aires. “Siempre he sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Es un amor así, celoso.”. Pero ese amor no se traduce en su escritura, ya que lo que escribe no es localista. Su forma de escribir es universal y a la vez profundamente personal. Se esconde el mismo detrás de todas sus citas y lecturas, laberintos, espejos y cifras, dejando solo a los más aventurados que den el paso de conocerlo.

“Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído.”, y ciertamente este gran personaje ha leído bastante.


Sebastian N.

Anonymous said...

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges, uno de los principales exponentes de la literatura hispana aprendió a leer primero en inglés (¿irónico no?, pero bueno, fue por su abuela que era inglesa). Nació el 24 de Agosto de 1899 en Buenos Aires Argentina dentro de una familia amante de las letras. Fue siendo muy chico (quizás demasiado), cuando le dijo a su papá que quería ser escritor, y así fue, ya a los 7 años estaba escribiendo (resumió la mitología griega a los 7 años, escribe “la visera fatal” a los 8 y a los 9 traduce del inglés “el príncipe feliz de Oscar Wilde, bastante impresionante la verdad). Bueno, a los 15 años, Georgie, como le decían en su casa se fue a Europa con su familia, el papá era ciego y había mejor tratamiento allá, se instalan en Ginebra. Su primera publicación registrada es una reseña de tres libros españoles escrita en francés para ser publicada en un periódico ginebrino (¿enredado o no?). Pero es en España, donde reside desde 1919 a 1921, donde comienza a publicar manifiestos y poemas en la prensa literaria. Luego vuelve a Buenos Aires reencontrándose por completo con su cuidad natal y fascinado escribe los poemas de su descubrimiento. En 1924 se establece definitivamente en esa cuidad. Ya el ’25 Jorge Luis quedará como el jefe de la joven vanguardia y durante los siguientes treinta años, se convierte en Borges, el brillante Borges que todos conocemos (o que todos deberíamos conocer, o conocerlo mejor).

Trajo de España lo que había fundado, el ultraísmo (escuela de poesía que se desarrolla a partir del cubismo y futurismo), luego se cansó y exploró el regionalismo, una perspectiva metafísica de la realidad ("Hombre de la esquina rosada","El Puñal”), se cansó de eso también y durante los siguientes 20 años se impregnó de la narrativa fantástica y mágica desde donde produjo relatos extraordinarios que marcaron la literatura (“Historia universal de la infamia”, “Ficciones”, “El Aleph”).

Murió en Ginebra el 14 de Junio de 1986, ciego (heredado de su padre, cosa que nunca mató su espíritu de hacer cosas), y víctima de un cáncer hepático.

Es importante destacar que Borges además de cuentos escribió poesía, ensayos y una considerable cantidad de crítica literaria y prólogos. También fue traductor de inglés, alemán y francés (o sea el tipo realmente era un genio). Su ceguera influyó mucho en su escritura siendo ya más adulto. Entre sus intereses intelectuales destacan la mitología, la matemática, la teología, y la filosofía, todos estos temas tratados a veces como juego y otras con la mayor seriedad. La mayoría de sus historias abundan en la naturaleza del tiempo, el infinito, los espejos, laberintos, la realidad y la identidad; mientras otras se centran en temas fantásticos. Esto lo podemos ver también en 7 noches, que me ha hecho volar en un viaje inolvidable como hace tiempo no pasaba, adentrarme en ese laberinto que hace a Borges ser Borges, ese jueguito que nos hace mantenernos siempre alerta. Puedo decir que descifré este laberinto y lo pude recorrer, encontrándome, feliz, con él al final.


"Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca" Jorge L. Borges


Andrea Gattini

Anonymous said...

Borges nació a los ocho meses de gestación, prematuro. De pequeño en su casa lo llamaban Georgie. A los seis años dijo que quería ser escribidor. Jorge Luis Borges murió en Ginebra el 14 de junio de 1986. Es evidente que las 7 noches tienen que tener un orden lógico y premeditado por el exponente, nada es casual. Me atrevería a afirmar que cada noche está puesta en su sitio por una razón mayor. Es uno de los reflejos de Borges, el de un cabalista empedernido. El número 7 tampoco es azaroso, hombre.

Si pudiera faltarle el respeto a una de las personas que no se le debe faltar el respeto es a Borges. Sí , y le diría que por sobre todo es un cobarde. Perdón pero siento, sólo siento, que su biblioteca fue su refugio. Siento, siento, que la salvación que buscó en sus 7 noches no la encontró en su ceguera. Creo que es una consecuencia de su misma erudición, de su cábala. De que el sentir no pudo soslayar el huracán de información objetiva que almacenaba su cabeza. Quizás la ceguera le hizo ver algo que no debió haber visto. Ese es el karma de Borges. He pensado en la manera en que él me refutaría, me diría, seguramente, que el lenguaje lo salvó, que la poesía lo curó, que la ceguera lo libró de toda culpa.

Borges es un académico de la lengua, es uno de los mas grandes lectores de la historia universal, es un tremendo ensayista, es en parte un neo-cabalista, un ciego, un Dante, es mil y una noches, es un budista zen de occidente, es una pesadilla, pero siento que por sobre todas las cosas es un poeta. Un poeta de excepción. Lo inefable del lenguaje, que paradójico, lo eterno de la poesía, lo amarillo del Sol, Jorge Luis sobrepasó un límite en el que no hay vuelta atrás.

Es cobarde, el Agosto 25 de 1983 no se suicidó por eso, por cobardía.

José M. Fernández de Rota

Anonymous said...

Al comenzar a leer las 7 noches de Borges se siente que no vas a ser capaz. Lleno de autores distintos que no conoces y citas antiguas que te distraen hasta el punto en que dan ganas de dejar el libro a medio camino. Pero de a poco el camino se va abriendo, se comienza a ver un poco de luz, todo se hace más fácil y comienzas a salir poco a poco del laberinto en el que estabas. Esto claramente demuestra que Borges no escribe para todos, que su interés no es hacerte leer un libro ordenado al estilo “inicio, problema y desenlace”, si no que quiere enredarte para que después sientas que saliste ileso de un gran problema. En el fondo Jorge Luís quiere mezclar peras con manzanas, no quiere algo estructurado.

Jorge Luís Borges fue una figura de la literatura en español. Nació en Argentina a fines del siglo pasado y murió en su segunda patria, Ginebra en 1986. A lo largo de esos años se dedicó a hacer ensayos, cuentos y poesía. Se le reconoció mucho más por su prosa a pesar de ser un gran poeta. Creo que le favoreció mucho el hecho de saber de muchos temas distintos, manejaba muchos idiomas a la perfección, prácticamente vivió el siglo casi completo por lo cual analizó y presenció toda la gran cantidad de cambios de la época y era erudito, lo que se demuestra en su escritura.

Para mí las noches fueron 7 etapas donde demuestra mucho su calidad como escritor, además sus principales temáticas como los laberintos, espejos, el tiempo y el infinito están presentes en muchas noches. Me gusto mucho el hecho de que todas las conferencias hayan tenido conexión con las otras porque así no son capítulos segregados si no que tienen tópicos en común que sirven para llevar un hilo y entender lo que Borges trata de hacer al escribir sobre un tema. Siempre en las noches sentí que tenia un propósito, quizás en algunas quería dejarte pensando con muchas interrogantes, a veces te convencía (tiene todas las herramientas para hacerlo) de que profundizaras en un tema o que leyeras una obra que lo haya marcado a él y a veces solo trataba de informarte. Son noches llenas de la vida de Borges, de sus intereses y raíces que nos llevan a reflexionar los temas que ahí se plantean y a aprender de un erudito que se nota que está varios escalones sobre nosotros.

Es una buena lectura. Si le tomas la mano a Borges mientras lees y distingues entre lo que es ficción y lo que es realidad vas a poder leer sin problemas y entender lo que trata de decirte. La lectura de las 7 noches no fue una lectura cualquiera más, creo y espero que sea la base y el comienzo para muchas otras más.

Anonymous said...

Ideas mías, si lo que buscan es una reseña histórica o una biografía exacta, entonces no les recomiendo esto.

Reseña de Borges, con las Siete Noches
"And ne forhtedon na"

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo, tal vez sea una ironía que sus padres le pusieran ese nombre, tan largo comparado con otros, como el infinito que siempre encuentra una manera de entrar en sus escritos. ¿Coincidencia? Lo dudo.

Él es en sí un misterio por revelar, tal vez incluso más simple de lo que muchos pensamos. Es un laberinto de espejos, y tal como ellos, eterno, va más allá de nuestra comprensión. Espejos hechos con su propia inteligencia, erudición, sentimientos, o como ramas bellamente floreadas, las cuales engañan muchas veces a las personas. El camino simple, el camino sin decoración, sin ostentación alguna, de belleza propia y silenciosa: ése es el que tenemos que seguir. Yo creo, tal vez ingenuamente, que hay que entrar directamente en ese laberinto y seguir el camino que nos parezca más adecuado, dependiendo de quienes somos, de nuestra edad, y de tantas otras cosas, ya que somos seres cambiantes. Además, pienso que no tenemos que buscar una salida a dicho laberinto, cosa que sería el procedimiento común y lógico, pero Borges no es lo que yo llamaría común y por lo tanto me parece que el verdadero desafío es llegar al centro, al corazón palpitante, la esencia del laberinto. ¡Qué extraño debe parecer eso para aquél que esta asustado y que lo único que quiere es escapar!
Borges usa máscaras sutiles, pero las usa. Él mismo las encuentra aterradoras, y tal vez sea por eso que las usa para alejar a quienes no deben entrar. Se oculta detrás de su erudición y de otras cosas, pero no lo hace conscientemente, es algo que a mi parecer se le dio de manera natural.
Quien se deje llevar fácilmente por las apariencias está perdido para siempre en el laberinto y lo mejor es que vuelva al principio y busque otra cosa.

Borges tiene una suerte de inocencia, de simpleza (o tal vez sea yo misma viéndome reflejada en alguno de los espejos y engañándome): Más que intentar engrandecerse, se muestra tal cual es, no puede evitar saber lo que sabe, más que mostrarlo como una bandera que lo distinga, lo demuestra para apoyarse, como un ciego en su bastón. Incluso dice tener falta de pensamiento abstracto: algo tan intangible no le sirve como un apoyo frente a nuestros exigentes y curiosos ojos.
Pero puede ser que en el centro de ese laberinto, no le importa con que apoyarse, si no que se conforma con ser quien es. Siempre citando la Divina Comedia, el plumaje tornasolado de un pavo real, cada palabra se conecta una con otra, por sí mismas no son nada (a diferencia de la Cábala). O tal vez son únicamente la insinuación de algo más grande, algo mil y una veces más grande. ¿Apoyos? ¿Bastones?

Por último, quisiera dar una clave personal: nunca hay que confundir el Infinito (si, con mayúscula) con la inmortalidad. La inmortalidad es un concepto meramente humano. Vivir en este mundo para siempre, es restrictivo, la inmortalidad te pone límites, no como el Infinito. Forever and a day.

PD: Cometí un acto temerario (o estúpido, que viene a ser algo muy parecido) de leerme las Siete Noches en tan sólo un par de noches, de esa manera quise ver si podía captar lo esencial, lo más esquivo en todo momento. Y he aquí algo que me parece que va a dejar a Borges, como a tantos otros escritores, para la eternidad: el hecho de que si leo alguno de sus escritos en unos días más, puedo asegurar, sin temor a dudas, que voy a encontrar más cosas que al momento de mi primera lectura, ignoré.
Leí las Siete Noches de esa manera, porque no me podía despegar, porque quería encontrar conexiones, muchas veces obvias, pero que me generan un sentimiento de cercanía a Borges. Tal vez, el día de mañana me parezcan pobres, débiles, o por el contrario fuertes, pero que tienen más ramificaciones de las que imaginé en un principio (de manera ingenua).

Borges, en una palabra Undercurrent. (Aunque puedo pensar en hartas más)

Anonymous said...

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges

Nació junto con el siglo XX en Argentina. Creció bilingüe y quiso ser escritor desde chico. Leyó. Leyó. Leyó un poco más. Empezó a escribir y traducir textos. Vivió en el extranjero, aprendió idiomas, escribió, volvió a Argentina. Siguió leyendo. También escribió. Se ganó algunos premios, otros no. Leyó y escribió más, se quedó ciego, y aún escribió un poco más. Murió.

Borges fue como mínimo muy especial. A los diez años ya había leído y escrito en inglés y español, además de traducir textos. Esta desmedida atracción por la literatura influyó en formar su tímida personalidad, que refleja en sus escritos. También fue cobarde, fijó una fecha para su suicidio y no la cumplió. Se encerró en bibliotecas, en su mundo, en todos los mundos, se obsesionó con el infinito, con los libros, con un libro infinito. Vio tigres, espejos, soñó laberintos. Leyó mucho, muchísimo, y también escribió. Puede que sea uno de los mejores escritores de la historia, pero seguro que es de los mejores lectores.

Lo que nos queda después de leerlo, después de desentenderse de todos esos autores y citas, después de sortear ese intricado laberinto de letras, es un poquito de ese viejo ciego y tímido, callado, que desde su biblioteca nos relata fábulas asombrosas, nos comparte su erudición, su creación, su mundo, su poesía. Qué hombre más generoso, que el que nos presta un poco de su imaginación para que ampliemos la nuestra.

Anonymous said...

Jorge Luis Borges nace el 24 de Agosto de 1899 en la Republica Argentina. Fue bilingüe desde pequeño ya que su abuela le enseñaba ingles a muy corta edad. A la corta edad de 6 años, Jorge Luis le manifestó a su padre su deseo de ser escritor cuando creciera. A los 11 años ya había realizado su primera publicación en el diario “El País”, siendo esta una traducción al español de “El Príncipe Feliz” de Oscar Wilde. En 1914, el padre de Borges se jubiló debido a su ceguera casi total, por lo que la familia pasó una temporada en Europa. Sorprendidos por la guerra, se instalaron en Ginebra donde el joven Borges escribió algunos poemas en francés y cursó la preparatoria (1914-1918). Vivió en España de 1919 a 1921 y dos años después la familia regresó a Buenos Aires. En 1923 publicó el poemario Fervor de Buenos Aires.

Sin duda que Borges fue un genio en la literatura de su época que hasta el día de hoy sigue inspirando personas con sus libros. Una persona que busco explicar siempre los temas que nadie se atrevía a explicar por miedo a equivocarse, por miedo de lograr algo importante. Antes de leer “7 Noches” admitiré que sentía “miedo” por el monstruo Borges del que todos hablaban, y mas aun luego de leer “La divina comedia”, pero fue “La Pesadilla” la que me hizo darme cuenta de lo que realmente es Borges, un escritor de primer nivel, un hombre sin miedo a decir lo que el piensa sin importar a quien desmiente, ya sea Platón o Aristóteles, poco importa, y por sobre todo, un poeta.


“¿Si las pesadillas fueran grietas del infierno? ¿Si en las pesadillas estuviéramos literalmente en el infierno? ¿Por qué no? Todo es tan raro que aun eso es posible.”
Jorge Luis Borges


J. A. O’Ryan

Anonymous said...

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges, nació, vivió y murió. En vida escribió un gran número de novelas, cuentos, ensayos, conferencias y poemas. Y es aquí donde quiero detenerme, para añadir a lo que ya escribí algo más arriba, quisiera hablar un poco del escribir de Borges, o mejor dicho, de mi experiencia con él. No tengo interés en ahondar en datos biográficos.

Mucho se ha hablado ya del escribir de Borges. Es cierto que su modo de escribir podría ser caracterizado como laberíntico, en el sentido que es más fácil perderse que encontrar el verdadero camino. Pero de la misma manera, es más fácil no entender cuando se hace una lectura superficial. Se requiere una lectura atenta, y por momentos ingenua. Aquí citaré al mismo Borges, cuando habla de la divina comedia, cuando dice que para sentirla, para realmente apreciarla, es necesario hacer una lectura ingenua, y así dejarse llevar por el relato. Con Borges creo que por momentos pasa lo mismo, el tipo nos abruma con su erudición, con su pensamiento, pero si uno cree ciegamente en él, pronto se encontrará con un leve susurro al oído, maravilloso, que relata la verdadera historia. En el caso opuesto, el de una lectura superficial, desinteresada, o muy desafiante, inevitablemente se perderá el camino. Yo me he encontrado en ambas caras de la moneda y créanme cuando digo que esto no es pura palabrería.

Si hay algún dato biográfico que valga, creo que es éste, que bastará para tildarlo de genio. “A los siete años escribió en inglés un resumen de la mitología griega; a los ocho, «La víscera fatal», inspirado en un episodio del Quijote, y a los nueve tradujo del inglés «El príncipe feliz» de Oscar Wilde.”

Anonymous said...

Jorge Luis Borges (24 de agosto 1899 – 14 de junio de 1986)

Era una persona singular, partiendo por sus orígenes ya que llevaba sangre española, portuguesa e inglesa, por esta razón en su casa se hablaba en español e inglés, siendo desde chico bilingüe y aprendiendo a leer antes el inglés que el castellano. Esta característica que nació a muy temprana edad, aumentó en los años en que asistió a la escuela, donde le enseñaron francés y latín, además de aprender por si solo, alemán. Esta marcada facilidad que tenía con las lenguas lo llevaba a profundizar, de una manera increíble, como sólo el sabía hacerlo, los textos que leía, lo cual deja abiertamente demostrado en su libro titulado “Siete Noches”.

“Siete Noches” son siete ensayos en los que Borges expone distintos temas, que para él, son de gran importancia. En su primer ensayo “La Divina Comedia”, me llamó mucho la atención el relato que hace sobre el primer acercamiento que tuvo con esta famosa obra de Dante, ya que leyó los tomos editados por Dent, los cuales tenían en una página el texto en italiano y en la otra estaba el texto traducido literalmente en inglés, por lo que leía primero el versículo o terceto en ingles y luego leía ese mismo versículo o ese mismo terceto en italiano, y después al llegar al fin del canto lo leía todo en ingles y luego todo en italiano, esto demuestra su especial interés por las lenguas. Otra característica muy especial, que está muy ligada a la anteriormente expuesta, es la que se expresa en el ensayo titulado “La Pesadilla” donde muestra la especial valoración que tiene para él una misma palabra en diferentes idiomas por las sensaciones que le produce.

El encanto o desencanto de este señor radica en sus amplios conocimientos sobre la literatura lo que lo lleva a analizar y relacionar de manera muy especial diversos temas, en los cuales a veces el lector no está completamente al tanto ni del tema ni de la relación, provocándole un profundo desencanto, sin embargo esta es una característica digna de admiración ya que cada palabra usada fue, sin duda, delicadamente elegida.

Andrea Quezada

Anonymous said...

Jorge Luís Borges nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899.
Su interés por las letras nació de muy pequeño por la influencia de su padre y abuela, leyendo y escribiendo con escasos 7 años. Dejo Argentina por la ceguera de su padre el año 1914 estableciéndose en Ginebra por 5 años para después ir a España por otro par, regresando a su tierra natal el año 1921. Sus publicaciones son muchas y sus premios también, pero no es la cantidad lo que caracteriza a Borges sino lo que escribió. Y como se me acabo la información de la contratapa de las “Obras completas Tomo III” y solo he leído “Las siete noches” hablare de la impresión que el libro me dejo acerca de quien es Jorge Francisco Isidoro Luís Borges.

Borges es sin duda un personaje único, misterioso y digno de análisis. Mientras leía una vaga idea de quien era se me fue formando, esta idea partió como un porteño (¡Che, viste que Buenos Aires es la ciudad mas grande del mundo!) que tenia mas información en la cabeza que Google, y que quería mostrarle al mundo y a todos sus lectores que sabia mas que ellos, pero a medida que avanzaba me daba cuenta de que aunque tuviera una cabeza gigante era un tipo “tímido” (no se que tan tímido es alguien que deja que sus ideas las lean millones) que se ocultaba detrás de esos conocimientos, citas, autores y poemas. Creo que es en realidad un niño, un niño que disfruta viendo como caemos semiconscientes en la lona para luego esperar a que nos levantemos y golpearnos otra vez, pese a esto el espera a que tomemos el ritmo de la pelea que descubramos o en mi caso que el entrenador nos diga como se gana esta batalla. Creo que me pude acercar al Borges o a uno de ellos.

Lo siguiente es una idea que chocó conmigo en el momento de leer en una de las últimas conferencias algo que dijo como así “a pesar de las burlas y los rechazos” (no esta textual, no lo pude encontrar otra vez). La soledad y las burlas, crearon al Borges adulto. Un niño así de inteligente y que viajaba cada pocos años seguramente no tuvo muchos amigos, por envidia o por el continuo movimiento, esto causo que se sumergiera en los libros que no lo envidiaban, que hablaban su idioma, que lo entendía y que simplemente estaban a su altura. Creo que todo esto encausa a Borges por la literatura y que era su único camino, y prácticamente su destino llegar a ser lo que fue, no solo por realizar su sueño de ser escritor sino por taparles la boca a todos los que no lo comprendieron y lo apartaron. Y creo que su estilo de escritura justamente refleja ese afán de dejar fuera a los que no lo comprenden y de realmente sentirse valorado y acogido solo por el mundo que lo entiende.
(Profesor quiero que el lunes me diga si estoy en lo correcto o si es que fue solo una gran ilusión creada por mi mente para rellenar esta reseña)

Francisco Marín

Anonymous said...

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges, nació el 24 de Agosto de 1899 en Buenos Aires Argentina dentro de una familia amante de las letras. Desde muy pequeño manejaba dos idiomas, ingles el cual aprendió primero y el castellano, y luego en su juventud en Europa aprendió francés, latín y alemán.
Durante su estadía en Europa entro en contacto con los expresionistas alemanes; y en España se unió a los poetas ultraístas, que influyeron poderosamente en su primera obra lírica. Su primera poesía, llamada "Himno al mar", fue escrita en el estilo de Walt Whitman y fue publicada en la revista Grecia.

Borges, el cual para mí gusto es uno de los escritores más grande a nivel latinoamericano y mundial. Aunque debo reconocer que leer a este sujeto fue algo bastante complejo en ciertas ocasiones. El laberinto que va creando para llegar al centro de su creación es algo no fácil de romper, ya que va citando a autores, obras, textos, etc, o por sus constantes como son el infinito, espejos (simulando un laberinto), autores, ideas u otros. Pero después de que uno logra pasar esa valla de información no es de de mayor relevancia logra descubrir que Jorge es un personaje increíble, con un mundo literal más allá del que uno logra entender. A pesar de todo esto, se tiene que admitir, aunque hay momentos que uno no aguanta más leer sus noches, que la forma de escribir y de presentar sus ideas terminan seduciéndonos y encantándonos de su lectura e ideas.

Una característica que me llamo mucho la atención de Borges, que tiene que ver con su modo de escribir, es que no le gusta lo censillo, no quiere escribir para cualquier sujeto, él presenta un texto en el cual, si uno quiere leer de verdad, tiene que saber insistir. Estos textos donde mezcla todo tipo de autores, citas, nombres desconocidos, cambiando de una línea a otra una idea y después volver a implementar la misma idea, nos lleva al punto de no querer leerlo más. Su forma tan particular de escribir, la cual no tiene una estructura básica, la que está presente en la mayoría de los libros, lleva a que Borges no sea un escritor común y corriente, lo cual nos hemos dado cuenta ya sea por su origen y presenta o por su modo de escribir.

Luego de lograr leer las 7 noches, lo cual no fue una tarea fácil, uno puede visualizar el modo que se ocupa para escribir, ya sea ocupamos ideas y o personajes para ir ligando las distintas noches, o presentando los texto de tal manera que uno se quede pensando en ellos, o le den ganas de leer lo que Luis a leído para poder llegar a entender un poco lo que le hizo presentar una idea de cierta forma, o simplemente informarte de ciertos temas como podría ser el Budismo Zen.
Para finalizar tengo que decir que luego de leer las 7 noches, uno queda con cierto grado de lectura que al presentarse a otros textos uno sienta el gran peso de lo que fue leer a Jorge Luis Borges.

Vicente Balmaceda Fernández

Anonymous said...

Jorge Francisco Isidoro Luis

Su interés y facilidad para aprender idiomas se mostró desde el principio de su infancia, aprendiendo el inglés antes que el castellano, gracias a su abuela Fanny. Luego, mientras su familia residía en Europa, aprendió por su cuenta el alemán, para así poder leer libros originales de este idioma.
Este tiempo también ayudó a que Borges se acercara a la literatura europea, y conociera muchos de los temas que hoy forman parte de él y de su imagen.
En su estadía en Madrid, conoce a un hombre al que llamará su maestro, Rafael Cansinos-Assens, un poliglota y traductor español a quien Jorge Luis claramente admiró mucho y fue una gran inspiración (basandome en la forma de hablar sobre él en Siete Noches)

Algo que cualquier persona que lee (aunque sea el primer párrafo) un libro de Borges puede notar, pero aún así quiero destacar, es que este tipo es un lector empedernido, para respaldar esta importantemente obvia tesis, basta con dar a conocer el hecho de que la primera fábula que creó fue inspirada por un pasaje de El Quijote, o que poco tiempo después, a los diez años (cuando la mayoría de nosotros leía, con suerte, lo que decían los santitos de la primera comunión) escribió y publicó la traducción de “El príncipe feliz”, de Oscar Wilde.
Esta impresionante muestra de lectura nos explica también la erudición que muestra Borges en cada uno de sus escritos, una erudición con la que pretende alejar a todas aquellas personas que no se acerquen a el con un propósito mínimamente noble, pero que no siempre cumple su objetivo.

La política y los cambios en el gobierno argentino, fueron un factor determinante en la vida (y por lo tanto en la forma de escritura) de Borges, y su importancia en la literatura porteña. Con el peronismo, Jorge Luis era degradado de tal forma que debía ganarse la vida como conferenciante, y cuando el peronismo era derrotado, podía ocupar altos cargos, como director de la Biblioteca nacional. La dictadura militar también fue un período muy difícil, ya que sufrió la desaparición de muchos colegas.

Por esto y mucho más podemos decir, apelando a la humildad que debiéramos mostrar frente a un personaje como éste, que siete noches no son suficientes para conocer a Jorges Francisco Isidoro Luis Borges Suárez.

Anonymous said...

Para qué repetir lo ya sumamente mencionado del señor Borges, sus referentes constantes, su técnica, etc. Si no es solo por evadir la redundancia, prefiero admitir que estoy hablando desde mi más plena ingenuidad y respeto hacia lo que es su escritura, la cual, debo admitir, no ha sido gracias a su complejidad que me ha cautivado, sino mas bien al contrario.

Para siquiera lograr mirar de reojo sus letras, fue necesario despojarme de todo establecimiento que pudiese haber habitado en mi cabeza con anterioridad, y no únicamente respecto y hacia lo que es su escritura, sino a lo que es la panorámica general que tengo sobre la vida. Es un contrato al que uno debe acceder: entender que probablemente la única forma de entender, es el no entender. Y es impresionante como más allá, próximo a la renuncia al entendimiento, se encuentra el horizonte múltiple del todo y de la nada que solo su narrativa ofrece, el encantamiento de la incertidumbre hacia la cual nos dirige.
Muy patudamente, debo decir, tomo sus palabras para intentar explicar un poco mi experiencia. Como él dice sobre si mismo: “…Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar…”. Tiene razón. Es la única forma de asomarse un poquitito que sea, a sus espejos y laberintos que llevan al misterio del infinito, y muy notablemente, ya que nace tras esto, una delicada y sutil timidez, incluso cobardía, que se deja ver en su subtexto.
Tras en transcurso de su lectura, no solo yo debí dejar de ser, sino todo lo demás dejaba de serlo también, incluso él. Todo se presenta en distintas formas que al mismo tiempo son la metarmofosis de tantas otras que son y serán para siempre, pero en el constante olvido. Y el cambio, el paso del tiempo que no pasa realmente, la historia, la realidad y sus paralelos, todo fuera de márgenes que sobrepasan nuestra racionalidad. Es así como logra mostrar la unidad del infinito, la simpleza del absoluto que está ahora, aquí, tal como él dice metafóricamente, en un solo libro.
La capacidad desdoblante que posee, es lo que me (nos) obliga a no hacer menos que envidiar (sanamente) su visión camaleónica y a la vez tan clara de tesis, entendimiento, explicación pero aun así inagotables, y de alguna forma, humana, sobre lo que somos, sobre lo que es. Y además, lo escribe bonito. No parece justo.
Inaceptable pareciera que él pueda pensar, tantear, ordenar, presentar y más todavía escribir lo que uno no es capaz de entender en su propia psiquis, porque creo que todos en algún momento nos preguntamos el porque del porque. Pero bueno, por algo él es Borges y yo no…y para consolarme un poco, tu tampoco.

Camila Sibisa
P.d. tuve un problemilla con el internet ayer profesor, sorry.

Anonymous said...

Jorge Luís Borges es un gran autor y por cierto un gran lector (indudablemente sus innumerables citas y conocimientos no pasan desapercibidos). Muchos han logrado o creído comprenderlo.
Sin embargo, para otros, en donde debo incluirme; Borges siempre se muestra como un misterio, ya que, aunque entienda parte de él y pueda salir casi ilesa del laberinto en que ingresé al abrir una obra suya, sigo pensando que es un personaje que dudo que podré descifrar completamente algún día.

Borges está constantemente recurriendo al tema de lo infinito, de lo eterno, hasta en sus pesadillas habla de ello, en donde estas le dejaban las peores sensaciones de terror y ahí estaba presente el laberinto eterno, con los espejos opuestos que tanto lo aterran. Pero también es contradictorio ya que en sus libros la principal constante es precisamente la eternidad.

Finalmente lo que quiere es ponernos en una especie de tormenta (en donde al principio no tenemos ni la menor idea en donde estamos parados) que mientras pasa el tiempo o mejor dicho avanzamos en la lectura se va tranquilizando. No nos quiere demostrar un punto, ni presentarnos elementos que nos lleven a una importante y asombrosa conclusión sino que para él lo importante es lo que sus obras nos hacen sentir, por eso son tan importantes. Esto se explica en él mismo, no olvidemos que es un lector hedónico y como el dijo “la idea de la lectura obligatoria es absurda: tanto valdría hablar de felicidad obligatoria”.

Como sabemos en “7 noches” Borges expone sus 7 obsesiones, se revela completamente, da las claves para poder comprender cualquier creación suya y poder entender este infinito que nos presenta, estas pequeñas claves a la vez nos dan la facilidad de superar este laberinto que nos lleva a la intimidad de cada obsesión que nos permite conocer profundamente lo que compone al tan catalogado como genio.

En mi experiencia con el texto, como dije anteriormente no pude evitar reconocer su erudición, ver que este personaje no es uno más del montón, sino que se diferenció desde niño, sabiendo desde temprana edad su destino de ser escritor, pero siento que aunque comprendí el texto, mi aproximación a él no fue tan cercana. No logré sentirme llamada y como se dijo muchas veces en las conferencias de repente hay autores que simplemente no escriben para uno y por lo tanto no es necesaria una felicidad oblgiatoria.

Debo destacar una frase que me llamó mucho la atención “La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido.”

Francisca Araya

Anonymous said...

Borges tiene un gran mérito, logró una hazaña q hasta entonces parecía imposible - enseñarme a leer.