Thursday, November 20, 2014

Cien ciudades.


LES INDES GALANTES

Acto primero
Le Turc généreux (El turco generoso)
Una isla turca, en el mar de las Indias. 

Acto segundo
Les Incas du Pérou (Los Incas del Perú)
Un paraje montañoso en Perú, a los pies de un volcán.

Acto tercero
Les Fleurs (Las flores)
                                     La acción transcurre en Persia, el día en que se celebra la fiesta de las flores.

Acto cuarto
Les Sauvages (Los salvajes de América)
       En un lugar de América de colonias francesas y españolas. 

2 comments:

Nikki said...

Leí la reseña es un libro muy controversial debido a su tema.
Al parecer esta en contra del naturalismo y se centra en los estados de ánimo y en los ambientes en general.
Me quiero leer el libro, me pareció fascinante el tema y la forma en que esta escrito (en forma de diario), me gustan los libros con tensiones y rivalidades.
Acepto este nuevo reto.

Unknown said...

Gran parte de los poetas toman a la ciudad donde viven como punto representativo y fundamental en sus obras, ya que ven en ellas una fuente de inspiración poética. En el caso de Charles Baudelaire con París, la relación consiste en que el poeta logra, gracias a su propia experiencia de sentir y vivir los cambios que se producen en París, sensibilizarse con respecto a la modernización que está generando tantas transformaciones y costos. Mientras va ocurriendo esta inevitable y terrible transformación, Baudelaire queda inmerso en la sociedad (la que considera como responsable de todas las desgracias) pero sin ser parte de ella, o sea, ve desde dentro qué es lo que ocurre sin dejar que tales modernizaciones lo afecten. Es por este ámbito que al autor se le da el término de fláneur, un transeúnte que se siente “alienado” en la multitud, fuera de lugar y sin encontrar acogida en ella; un observador de la ciudad pero no uno cualquiera, uno despreocupado capaz de recatar a modelos heroicos que se destacan no por su importancia, sino que por su marginalidad la cual representaba de manera perfecta a su antiguo y tan añorado París (entre estos seres se encontraban lesbianas, bohemios, dandys y por sobretodo el proletariado).
Baudelaire finaliza siendo un fotógrafo de provincia que rechaza el anunciado progreso y también a la modernidad que, supuestamente, se torna imprescindible para el cambio.