Alice Munro
Al Fotógrafo
a Aristóteles
a Hanna
a Martin...H
a OLGA!!
Un monje budista tira basura a la calle.
ReplyDeleteUn ladron de estaciones le compra un juguete a su hijo.
El director de una O.N.G se queda con vuelto de mas en un quiosco.
George W. Bush acaricia un perro.
Nadie es bueno todo el tiempo... Nadie es malo todo el tiempo.
Saludos desde Down Under (:
Bien corresponsal Australiano. Averigua como era la Vieja Zelanda.
ReplyDeleteYo casi no digo garabatos, pero ahora, cuando terminé de leer el cuento "Tristeza" de Antón Chéjov, me salió muy espontáneo decir "puta la weá buena" en voz alta.
ReplyDeleteEs que ya no me quedan palabras para anotar al final de cada cuento. Qué lindo, qué perfecto, demasiado bueno, excelente, impecable, preciso, emocionante, conmovedor, qué humano. Cuando leí los primeros tres cuentos pensé que Chéjov es lo máximo. Ahora sigo pensando lo mismo, solo que más seguro porque leo más y más cuentos suyos y me me sigue haciendo igual de bien leerlo.
Llevo 17 cuentos y lo que menos quiero es darle un remate. Qué bueno que mi libro tiene 60, que me falta tanto para rematar a Chéjov. Además, ¿quién dijo que tenía que quedarme solo con el primer libro que conseguí de él?
"Todo tiene logo, hasta el pogo
ReplyDeleteSaravaravá" K.J.
Pancho Molina es seco
que triste es la tristeza(valga la redundancia) un cuento contemporáneo que no fue escrito en la actualidad, para mi una de las grandezas de Chejov es justamente esa, ser contemporáneo desde hace solo 100 años(y un poco más). Remata sin remate lo hacen pocos; en unas cuantas liniars logran mucho.
ReplyDeleteo a Sixto Rodríguez...
ReplyDelete¿Qué pasa si Chejov sí tiene remate? Uno distinto, intelectual, como el microcuento del adivino, de Borges. Qué ganas me dan de leer cada cuento una y otra vez, captar y entender cada detalle, cada juego de palabras y, cómo no, ese humor tan especial. Este remate es la medida perfecta, la virtud, entre el remate descarado y el final abierto, ese dejarte pensando en el cuento hasta que tomas otro y lo lees para quedar nuevamente embelesado por la escritura.
ReplyDelete¿Qué pasa si Chejov sí tiene remate? Uno distinto, intelectual, como el microcuento del adivino, de Borges. Qué ganas me dan de leer cada cuento una y otra vez, captar y entender cada detalle, cada juego de palabras y, cómo no, ese humor tan especial. Este remate es la medida perfecta, la virtud, entre el remate descarado y el final abierto, ese dejarte pensando en el cuento hasta que tomas otro y lo lees para quedar nuevamente embelesado por la escritura.
ReplyDeleteSi uno piensa en detectives instantáneamente se nos viene a la mente Sherlock Holmes, porque popularmente se cuenta que es todo un hito dentro de la literatura detectivesca, yo pensaba lo mismo, y como todos los que no han leído a Borges, yo estaba equivocado. Holmes y Doyle no son nada más que un hecho fugaz, dentro de este ámbito. Otra reencarnación más del verdadero exponente del detectivismo y criminalismo, Alan Poe. (Para qué hablar sobre el pobre Watson).
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